Barbara Bush, madre del presidente de los EUA, está siendo blanco de duras críticas por sus declaraciones en relación a las víctimas del huracán Katrina, después de haber llamado "indigentes" a los miles de refugiados que llegaron a Texas venidos de Nueva Orleans y al destacar el buen tratamiento que están recibiendo en ese Estado.
"Todas las víctimas quieren quedarse en Texas. Todos están fascinados por la hospitalidad que recibieron en el Estado", dijo la madre de Bush en declaraciones a una radio, añadiendo: "teniendo en cuenta que son indigentes, este trabajo (de ayuda a los refugiados) hasta está resultando muy bien".
Barbara Bush y su marido, el ex-presidente George Bush, han aparecido en varios programas de televisión en los EUA para defender a su hijo de las críticas de que ha sido blanco por la forma como el gobierno reaccionó a la catástrofe.
El padre de Bush, por su parte, dijo que es natural que se busque culpar alguien por los problemas que surgen en una situación de catástrofe. "Se trata del juego de la culpa. Entiendo que quieran criticar, pero fueron injustos con el presidente", advirtió.