México, 15 Nov. ABN.- Con humildad, el Gobierno mexicano debe reconocer que la primera manifestación agresiva contra el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, la comenzó Vicente Fox, quien fue el causante de la controversia con Venezuela, afirmó este martes el diputado federal mexicano, Jesús González Schmal.
A partir de ahí se derivaron otras expresiones que, evidentemente, la administración mexicana quisiera haber borrado, señaló el legislador del partido Convergencia al referirse al impasse diplomático entre los dos países, según refirió Prensa Latina.
“Debemos reconocer que el primero en agredir a Chávez fue Fox”, agregó, al referirse a las declaraciones del mandatario mexicano, quien le imputó objetivos publicitarios y populistas a la participación del Jefe de Estado venezolano en una manifestación en el estadio de Mar del Plata, Argentina, durante la IV Cumbre de las Américas
González Schmal, quien consideró que la respuesta del Presidente venezolano “fue agria y quizá excesiva”, dijo que ésta se explica a partir de las declaraciones del titular del Ejecutivo mexicano.
En referencia a la política exterior de México, señaló que en este sexenio parece tener como objetivo buscar conflictos y generar dificultades con otras naciones, lo cual no refleja más que la ignorancia del canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, y de su séquito.
“El secretario de Relaciones Exteriores hace un papel ridículo y triste en las esferas internacionales, mientras otro ex canciller como Bernardo Sepúlveda, en cambio, es distinguido con su inclusión en la Corte Internacional de Justicia de La Haya”, estimó González Schmal.
“Ésa es la gran diferencia entre aplicar una política de Estado y una de ranchería”, remató.
El diferendo entre México y Venezuela estalló a raíz de las críticas públicas y reiteradas lanzadas por Fox contra Chávez por su oposición al Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), que el gobernante mexicano defendió a ultranza en la cumbre de Mar del Plata.
Chávez, en respuesta, le llamó “cachorro del imperio” y lamentó el triste papel jugado por éste en la Cumbre de las Américas, tras lo cual siguieron algunos intercambios verbales y la reclamación de una disculpa, en un plazo de 24 horas, por parte de la Cancillería mexicana.
El ultimátum fue interpretado como una agresión sin sentido por el Gobierno venezolano, que ordenó el inmediato regreso de su embajador aquí, Vladimir Villegas.
