Resultados de la política de seguridad de Uribe: Grupos criminales ligados a narcotráfico y paramilitarismo tienen copada media Colombia de nuevo

Bogotá, 16 de julio de 2007.- En dieciséis departamentos se han identificado las denominadas estructuras emergentes, cuatro años después de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las autodefensas.

Por eso, la OEA, en su último informe, advirtió que el país está en riesgo de caer "en una profundización de la influencia del paramilitarismo asociada al narcotráfico".

La preocupación tiene asidero, además, si se tiene en cuenta que también salen a flote dos nombres que están detrás de esa expansión: Wílber Varela y Diego Montoya, los dos narcos más importantes del Valle.

Estratégicamente, las 20 estructuras que, según la Policía Nacional, tienen 3.030 integrantes en todo el país y no están conectadas entre sí, se encuentran ubicadas en zonas de cultivos ilícitos y corredores de movilidad de coca.

Se instalaron en La Guajira y Magdalena para enviar la droga por la costa Atlántica; tienen presencia desde Urabá, pasando por el sur del Cesar, hasta los santanderes, para usar la ruta del Catatumbo que conduce a Venezuela.

En en el suroccidente del país, tienen hombres en cuatro departamentos para controlar la salida por el Pacífico. Y también hay grupos en Antioquia y Atlántico.

El Gobierno insiste en que esta no es una nueva generación del paramilitarismo, pero la realidad es que todos los grupos emergentes tienen un componente de desmovilizados (el Director de la Policía, general Óscar Naranjo dice que son un 12 por ciento) y de mandos medios de las autodefensas que nunca dejaron las armas y quedaron como remanentes en las regiones.

Los jefes 'paras' recluidos en la cárcel de Itagüí arguyen que son hombres sobre los cuales ya no tienen injerencia, pero un organismo de seguridad sabe que, además de Carlos M. Jiménez ('Macaco'), también Rodrigo Tovar ('Jorge 40'), Guillermo Pérez ('Pablo Sevillano'), Ramiro 'Cuco' Vanoy y un segundo de Francisco Zuluaga ('Gordolindo'), están vinculados al rearme.

Se suma que ex comandantes, que huyen de la justicia, como Vicente Castaño y Pedro Oliveros 'Cuchillo' (que están en guerra) y los mellizos Víctor y Miguel Mejía Múnera están dedicados al mismo negocio y establecen alianzas con las autoridades.

La OEA alertó sobre esta situación y la Policía desvinculó a 7 oficiales por omisión. El Ejército separó a 52 más.

Así están integrados

  • Desmovilizados que reincidieron en actos delictivos. En algunos casos reciben ofertas de un millón de pesos por engrosar estos grupos; y en otros, como en Magdalena, son presionados.
  • Paramilitares que nunca se desmovilizaron. No hay un dato de cuántos le hicieron conejo al proceso pero la mayoría son mandos medios con conocimientos de narcotráfico.
  • Ex jefes 'paras' que huyen de la justicia y abandonaron el proceso de paz con el Gobierno son los que dirigen los grupos emergentes. Hacen alianzas con grandes capos.

REDACCIÓN NACIONAL



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