TeleSUR _ 16/07/07 - Para el organismo multinacional, este ''aumento'' de grupos relacionados con la extrema derecha y el narcotráfico, podría poner en peligro el proceso de paz y la democracia en Colombia, mientras Crisis Group advierte que las bandas emergentes buscan ''expandir su negocio criminal'', a través del control de las instituciones del Estado.
La Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió que Colombia está en peligro de caer "en una profundización de la influencia del paramilitarismo" lo que podría podría echar por tierra la continuidad del proceso de Justicia y Paz que adelanta el Gobierno del presidente Álvaro Uribe.
Así lo informó Sergio Caramagna, delegado de la OEA en el proceso de paz con grupos de ultraderecha, al hacer referencia a los recientes informes de organizaciones internacionales de paz, como Indepaz y Crisis Group, que dan cuenta del surgimiento de al menos, 22 grupos integrados por paramilitares y narcotraficantes.
"Si se dejan desarrollar estos grupos con la dinámica que tienen y las fuentes de ingreso que poseen, por supuesto que son una amenaza para el propio proceso, sin ninguna duda", precisó Caramagna.
Los informes revelados por la prensa local indican que los grupos emergentes son formados por paramilitares que entregaron sus armas, pese a que en 2006 concluyó la negociación entre el Gobierno y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, extrema derecha).
Según Crisis Group, los grupos emergentes están divididos en sub grupos, por lo que el número de combatientes con el que cuentan puede sobrepasar los 6 mil.
Mark Schneider, presidente de la organización, explicó que en gran parte del territorio colombiano está la presencia del prófugo paramilitar Vicente Castaño y mandos medios de las autodefensas que no se desmovilizaron.
Otros estudios citados por el Diario El Tiempo de Colombia, indican que en la actualidad existen 16 departamentos, de un total de 32, con 20 estructuras criminales integradas por unas tres mil 30 personas, de las cuales, según las autoridades locales, 12 por ciento corresponde a desmovilizados de grupos paramilitares y mandos medios de las AUC que nunca dejaron las armas.
Estratégicamente, las 20 estructuras se encuentran ubicadas en zonas de cultivos ilícitos y corredores de movilidad de coca.
El Ejecutivo colombiano insiste en que esta no es una nueva generación del paramilitarismo, pero la realidad es que todos los grupos emergentes tienen un componente de desmovilizados y de mandos medios.
