La situación en PDVSA sigue crítica y “es una bomba de tiempo a punto de estallar”, como recientemente afirmara José Bodas, secretario general de Fedepetrol-Anzoátegui y dirigente de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) en el sector petrolero.
El conflicto con los trabajadores que operan los taladros en la costa oriental del Lago, continúa, más allá de la promesa que hiciera el ministro Ramírez de lograr una solución. Lo cierto es que no todos los trabajadores han sido absorbidos por PDVSA tras la migración de los taladros a manos de la empresa, luego de conformadas las empresas mixtas. Mientras que continúa la incertidumbre alrededor de la contratación colectiva que sigue en una especie de “limbo” del que casi nadie sabe nada, ni se informa verazmente a los trabajadores. Otro tanto ocurre con el bono de 3 millones de bolívares que el gobierno a través del ministerio del Trabajo se comprometió a entregar a los petroleros por el retraso en la discusión de la contratación colectiva, y que ahora se ha convertido en un adelanto, que luego sería descontado. En todo caso, hasta ahora no es ni una cosa ni la otra, y la incertidumbre sigue reinando. Además, a todos estos problemas se suma la violación cotidiana de PDVSA a innumerables cláusulas del contrato colectivo actualmente vigente.
Por otra parte, a todos los conflictos laborales ya mencionados, se suman las denuncias de irregularidades en la contratación de taladros por parte de PDVSA, motivo por el cual fue citado a comparecer ante una comisión de la Asamblea Nacional el vicepresidente de la industria Vierma.
Nuevamente, conversamos sobre estos temas con José Bodas, y sobre las acciones que los trabajadores petroleros están desarrollando en el marco del Plan Nacional de Movilización que C-CURA acordó impulsar en defensa de la contratación colectiva y de los derechos de los trabajadores petroleros.
¿Qué opinión te merece la situación explosiva que se viene incubando en PDVSA?
En días pasados decía a la prensa que la situación de PDVSA es una bomba de tiempo. Los conflictos laborales producto de la violación de diversas cláusulas del contrato vigente; el problema de la absorción de los trabajadores que ingresaron en la contingencia y que permanecen contratados y en estado de indefensión, no se limita a los operadores de los taladros en el Zulia, sino que es un mal que afecta a cientos de trabajadores en todo el país; la “caja negra” del contrato colectivo petrolero como he denominado a la incertidumbre que se teje alrededor de la negociación contractual; el bono de 3 millones de bolívares por el retraso en la discusión de la contratación colectiva, que ahora resulta que se transformaría en un adelanto a ser reembolsado después de aprobado el nuevo contrato; la indefinición alrededor de las elecciones para designar a la directiva de la nueva federación sindical unificada de los petroleros; así como la violación cotidiana por parte de la gerencia de PDVSA de diversas reivindicaciones de los trabajadores. Estos problemas son la causa de la situación de arrechera que viven los trabajadores petroleros, que bastante se jodieron para defender y rescatar la industria en los días del paro-sabotaje. Nosotros decimos con claridad a los trabajadores petroleros que los únicos responsables de la crisis laboral en PDVSA es el propio gobierno nacional y la junta directiva de la empresa, encabezada por el ministro y presidente de la misma, Rafael Ramírez; y los hacemos responsables de cualquier situación crítica que se presente como consecuencia de las acciones de movilización y de lucha que seguiremos emprendiendo los petroleros en todas las áreas. Recientemente los trabajadores de las “asociaciones estratégicas” en Jose realizaron un “cascazo”, y los petroleros de la refinería de Puerto La Cruz y de otras áreas del norte de Anzoátegui, realizamos una asamblea multitudinaria donde ratificamos nuestro rechazo al chantaje de que los que luchamos por nuestros derechos en la industria somos “contrarrevolucionarios”. Igualmente rechazamos la idea de que los trabajadores no podemos apelar al legítimo derecho del paro o la huelga en defensa de nuestros derechos. Una cosa son los paros golpistas promovidos por el imperialismo y la oligarquía y otros los que realicen los trabajadores desde la base en defensa de nuestro nivel de vida. Luchar por los derechos de los trabajadores es revolucionario, sin satisfacción de las reivindicaciones más elementales de los trabajadores no hay socialismo posible.
Tenemos entendido que la situación en la costa oriental del Lago no se ha resuelto, ¿qué planteas al respecto?
Ya antes advertíamos que no se podía cantar victoria porque el ministro se hubiera trasladado al Zulia para enfrentar el problema de los taladros. El que el propio ministro Ramírez se apersonara de la situación había sido fruto de la movilización y de la presión de los trabajadores que exigían su absorción. Pero también planteábamos que el problema no estaría resuelto hasta que todos los trabajadores, sin excepción ni discriminaciones de ningún tipo, fueran absorbidos por PDVSA. Y agregábamos que la lucha de los operadores de los taladros debía continuar, que debían confiar en sus propias fuerzas, y no en las simples promesas de algún burócrata sindicalero o de la gerencia de la empresa. Que si se lograba la absorción del 100% de los operadores iba a ser un triunfo de la movilización de los trabajadores. Ahora vemos como en aquel momento teníamos razón, ya que el conflicto continúa debido a que no termina de concretarse la absorción total de los operadores de los taladros.
Y sobre la denuncia de irregularidades con la contratación de los taladros ¿qué opinas?
Esto pone en evidencia la grave situación de PDVSA, que no se limita al incumplimiento con los trabajadores, sino que se extiende al nepotismo reinante en nuestra principal industria, que va a asociado a irregularidades administrativas de todo tipo. Oyendo al vicepresidente Vierma hablar ante la comisión de la Asamblea Nacional que investiga el chanchullo en la contratación de taladros, no nos queda la más mínima duda de que allí hay gato encerrao. Como dirigente sindical petrolero exigimos que el ministro Ramírez y toda la junta directiva de PDVSA sean convocados a declarar ante la comisión legislativa que investiga las irregularidades. Es más, lo menos que debería hacer el vicepresidente de PDVSA es renunciar al cargo. Esto deja en claro que en PDVSA hay claridad en la calle y oscuridad en la casa. Mientras se otorgan jugosos contratos a empresas privadas y transnacionales, y se habla de aumentar la producción en la Faja, lo cual significa sobreexplotación para los trabajadores, el contrato sigue en el limbo, así como el bono de 3 millones y otras reivindicaciones cotidianamente violadas por PDVSA.
Sigue la incertidumbre alrededor de la contratación colectiva ¿qué acciones tienen planteadas al respecto?
Desde C-CURA Petróleo continuaremos con el Plan Nacional de Movilización en defensa del contrato, por el desconocimiento de la comisión negociadora, por la absorción de los operadores de los taladros y de los demás trabajadores contratados. Nos encontramos visitando las áreas petroleras en todo el país, pronto iremos al Zulia a dar nuestro respaldo a los trabajadores allá. Igualmente, tenemos previsto tomar las instalaciones del Criogénico de Jose el próximo miércoles 25 y realizar una gran asamblea con los trabajadores.
