30 y pico por ciento de inflación y más, para este año, vaticinan los canallas de la burguesía vende patria. Ellos, los canallas, creen que son los únicos que saben esa cosa de por donde le cae el agua al coco. Los canallas creen que el pueblo ignora u olvida el discurso del comandante Chávez, las enseñanzas de casi todos los días en sus cadenas.
Hace una cuantas semanas, nuestro comandante trató de enseñarnos que la inflación real del país podía medirse con los diez millones de consumidores de Mercal, los operativos de venta de alimentos de Mercal, PDVAL, los mercados socialistas del pescado y las hortalizas y legumbres que van de la parcela al consumidor, y ahora los supermercados Bicentenarios. Y al parecer, muy poca gente le puso pelotas al asunto, y el deseo proyectado de la canalla se ve por todas partes y duele hasta la medula. Que aunque le estamos dando duro con las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo, no deja de inquietar el cinismo de la canalla, cómo siguen atropellando al pueblo. Dando la razón al comandante, para que radicalice lo que francamente está atrasado. Nosotros sabemos que ellos quieren medidas duras de nuestro gobierno para tener matrices para el ataque, pero estamos preparados para repeler.
Pero la cosa de la inflación del 30 y pico por ciento que los escuálidos, como matriz de opinión ventilan a diestra y siniestra, en verdad que viene bien avisar lo que quizás ya saben en las altas esferas de nuestros expertos de la economía. Y repito, los responsables de nuestra economía quizás sepan que una Pepsi y una Coco-cola y todos los derivados de estas transnacionales, ahí mismito en la raya de la frontera colombiana, vale setenta por ciento menos de lo que cuesta acá. O sea, una coca cola dos litros en Colombia vale un dólar y medio, mientras la misma coca cola que produce la misma trasnacional maldita, en nuestra tierra la vende a 5 dólares al por mayor y seis y siete dólares en la tienda de la esquina. Que un kilo de harina de maíz de la Polar, vale cincuenta por ciento menos de lo que vale acá. Un televisor, una nevera y cualquier artefacto electrodoméstico cuestan hasta el 100% y el 200% menos de lo que cuesta acá.
Y siendo que las cosas son así y fáciles de probar, es bueno que nuestro gobierno contralor se ponga las pilas con este tipo de información en nuestros medios, para que todo el pueblo adelante las tareas que nos toca. La única forma de conocer la trafugada de la derecha con esta cuestión de la inflación, es denunciar los métodos que se usan y repetir y repetir y repetir y repetir y repetir.
Miremos por ejemplo los productos de la industria de dulces Colombina que exporta a Venezuela el 30% de su producción. Una galleta Waffer en Colombia, vale en promedio cien bolívares de los viejos; en nuestras bodegas y tienditas de barrio, esa galletita vale un mínimo de 400 bolívares de los viejos. Un caramelo que ahora cuesta trecientos y doscientos bolívares viejos, en Colombia vale 0,5 céntimos. Y la cosa más increíble aun, es que en Puerto Rico donde las piedras cantaban, un pollo asado o a la Booster de Mac Donald o cualquiera de estos pulpos se cobran en dólares y sin embargo, los mismos establecimientos transnacionales venden el mismo pollo en Venezuela en 300% más caro, ¿por qué?
El 40% que ganan nuestros hombres y mujeres de la Fuerza Armada y los médicos y el 25% que recibe el pueblo para el salario más alto de Indo America, no se lo lleva esa inflación matriz que la derecha dice y desdice, se lo llevan ellos mismos por que ellos son los que especulan y reespeculan a su antojo y sobre todo, en los productos de difícil control por nuestro Estado. La única manera de controlarlos es que nosotros, el pueblo informado con constancia, denuncien y controle a esa canalla desmadrada.
La inflación no es ocasionada por nuestro gobierno, sino que las trasnacionales y los empresarios escuálidos desde el más grande hasta el más pequeño, incluidos los asiáticos, son los artífices de este dolorcito de cabeza. Dolorcito de cabeza fácil de curar si nuestros contralores sociales se ponen las pilas con nuestra Fuerza Armada, los ministerios y todos los entes que le corresponda, además de la radicalización de nuestro socialismo y punto.
¡Patria socialista o muerte!
Chávez es socialismo!
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