¿Cuál ha sido la causa de este problema? El origen de esta situación que viene golpeando el bolsillo y la salud de los consumidores, es que los hambreadores de siempre quieren burlar el control de precios. Para ello, se han valido de la diabólica estratagema de dejar de procesar el arroz regulado para comerciar sólo el que ellos llaman “saborizado”, el cual, además de ser más caro, no es otra cosa que un arroz al que se le ha añadido sustancias extrañas, lo que de hecho lo convierten en un producto adulterado. Y aquí es donde está el problema, porque la gente lo que quiere comer es el arroz puro, el arroz al que está acostumbrado consumir, y no el arroz que le rinda más beneficios económicos a los dueños de la Polar.
Por otra parte, estos delincuentes que se lucran con el hambre de la población, para justificar sus incalificables desmanes especulativos apelan a varios argumentos que es necesario desmontar. Primero, aducen que hay escasez de arroz y que por ese motivo no pueden procesar el regulado. ¡Qué broma, no! Hay arroz para elaborar el adulterado, pero no lo hay -qué casualidad- para procesar el regulado. Por otra parte, afirman que la intervención del gobierno en sus plantas procesadoras es un atentado contra la propiedad privada. Un chantaje que no tiene la menor sustentación, porque este gobierno no es el único que ha establecido el control de precios en Venezuela. Todos los gobiernos anteriores, absolutamente todos, establecieron el control de precios. Ahora, que no lo hicieran cumplir, es otra cosa. Incluso, hay que recordar que Caldera -en su primer gobierno- debido a que los ganaderos se negaban a cumplir los precios que el gobierno había establecido para la leche a puerta de corral, les metió el ejército en sus fincas para hacer cumplir el decreto, y a nadie se le ocurrió acusar al gobierno de atentar contra la propiedad privada.
Y ya para terminar, quiero referirme al ensordecedor silencio que en relación con este episodio ha mantenido la oposición. ¿Por qué no dijeron ni dicen nada en torno de ese hecho? Sencillamente, porque de decir algo la oposición, que siempre defiende a ladrones y malandros, o sea, a sus colegas, tendría que ser necesariamente a favor de La Polar, que tanto los ha ayudado en sus guarimbas. Lo cual sería un enorme error político, porque sin duda comprometería el escaso apoyo con el que aún cuentan entre la población.
Lo cierto del caso es que los venezolanos, y especialmente quienes
viven de un sueldo o salario, debían reflexionar muy seriamente acerca
de lo que sucedería en Venezuela si los sectores económicos y políticos,
enemigos jurados de este gobierno y de las libertades democráticas,
llegaran a gobernar algún día en este país. Si
empresas como La Polar, Cavidea, Consecomercio,
Fedecámaras y otros sectores de neto
corte nazifascistas, carentes por completo de sensibilidad social y
humana, llegaran a tener el poder de fijar la política económica y
de precios en Venezuela.
Bueno, con el golpe de estado propiciados por ellos el 11 de Abril,
ya dijeron lo que harían: liquidar la Constitución y, con ella, todos
los derechos laborales que a lo largo de tantas luchas y sacrificios
los trabajadores han venido arrancándoles a sus inescrupulosos explotadores.
Por lo pronto, lo volvemos a decir, habían anulado un decreto mediante
el cual Chávez, pocos meses antes del zarpazo, aumentaba los sueldos
y salarios a los trabajadores. Por ahí, se puede deducir lo demás.
Y en cuanto a los consumidores, éstos se verían obligados a tragarse
toda cuanta porquería contaminada a ellos les diera la gana de poner
en el mercado.