Cuando se trata de tomar una postura progresista, condiciones que exige la misma son el reclamo, la crítica social y exponer la condición contestaría con que se está hecho. El comentario tiene que ver, contra las pretensiones de los productores de carne nicaragüenses, quienes ahora actúan contra Venezuela, cuales los codiciosos banqueros de Wall Street. Veamos.
En 2008, el alza de los precios de los alimentos, registraron precios históricos y amenazaron al mundo de una hambruna. En EEUU venía quebrando un banco tras otro, que fueron rescatados por el gobierno de Bush, hasta que uno de los más grandes no pudo ser salvado, Lehman Brothers. La codicia en Wall Street provocó una de las recesiones más profundas desde la Gran Depresión. Las materias primas fueron usadas como refugio de inversiones y los precios del crudo, así como los granos y resto de los alimentos subieron de manera sostenida.
El índice de la FAO en 2007 tocaba los 130 puntos, para 2008 la marca de 210 puntos fue abatida. Una burbuja especulativa, que luego lanzó los precios de nuevo a la baja de manera violenta, fue cuando vimos al crudo caer de 147 dólares a 32 dólares por barril en tres meses, así se comportaron los alimentos también.
En el caso de la carne, la volatilidad no fue tan alta como en los granos, pero igual los precios subieron y luego cayeron. En 2009 los productores de carne de Nicaragua, mediante su presidente Daniel Ortega, solicitaron la solidaridad de Venezuela, gracias a que existe una integración llamada ALBA. Estos pidieron que el mercado, con precios por el piso en EEUU, fuera socorrido por Venezuela, pero a precios mejorados a los internacionales, de modo que los productores nicaragüenses no fueran a la quiebra, Venezuela aceptó. Hubo diversos factores que obligó esa situación, uno de ellos la caída de la producción interna.
Actualmente, la situación respecto a los precios de los alimentos se vuelve complicada, la política de la Reserva Federal de EEUU, de generar inflación global para poder superar la crisis que surgió en 2008, ha hecho que los precios de los alimentos se vayan al alza y han marcado precios históricos nuevos, dejando atrás la marca dejada en 2008. Los altos precios de los alimentos son una amenaza para Venezuela, debido a que se sigue importando para cubrir la demanda interna.
El precio que se pactó para incluir 25 mil toneladas métricas (TM) mediante el ALBA con los mataderos Nuevo Carnic, San Martín, Macesa y Novaterra es de 4.450 US$/TM, para 2011. En 2010 se importó 52 mil TM en 4.075 US$. Los codiciosos productores de carne nicaragüenses, aumentaron 9,20% el precio, van al ritmo del mercado internacional y se olvidan de la solidaridad de Venezuela en 2009. Pero hay algo más, al revisar las cifras del Ministerio Agropecuario Forestal de Nicaragua, se encuentra que el precio promedio de la carne en Nicaragua, para el 16 de febrero de 2011 es de 1.770 US$/TM. Para esa misma fecha, el precio internacional en los mercados globales para la carne en canal es de 1.550 US$/TM, es 187,09% más económico comprarle carne al resto del mundo que a Nicaragua. Saque el lector sus cuentas.
La solidaridad en el ALBA no puede ser de parte de Venezuela solamente. Se entiende que el ALBA no es un acuerdo comercial, sino político, social y humanista, que integra el comercio como un aspecto más y no esencial. En Venezuela hay problemas de producción, hay problemas de ingresos por la vía tradicional y las actuales circunstancias en que la inflación es de dos dígitos, no es aceptable que un pueblo hermano, que está produciendo, que fue auxiliado en un momento difícil, ahora se plante ante la situación de producción venezolana, con precios incluso por encima de los mercados, en contra de los intereses de todo el pueblo venezolano y a favor de unos comerciantes de carne codiciosos como los banqueros que quebraron el sistema financiero de EEUU en 2008. Cuando los precios cayeron acudieron al auxilio y Venezuela se los dio, ahora que suben, sólo buscan la tajada.
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