Especulación y acaparamiento, los orígenes

La especulación ha estado presente en la actividad comercial del mundo y en Venezuela. La han convertido en una cultura desordenada afín al capitalismo. Es lo que explica el negocio de las llamadas Bolsas de Valores, la especulación cambiaria o la conseja de economistas, banquistas y políticos afines, de que “la inflación es necesaria”

Sin desconocer que así como cualquier ciudadano tiene derecho a superarse y capacitarse trabajando, el productor comerciante tiene derecho a obtener una utilidad razonable, producto de su trabajo honesto, y aumentar así su capital. Ese no es el problema. Se observa que en los países los productores han contribuido al progreso de sus países, invirtiendo, asumiendo riesgos; normalmente cumplen con las leyes que regulan su actividad y terminan defendiendo los intereses de su nación. La contradicción de los empresarios y comerciantes venezolanos a estos principios y valores lógicos, es el problema.

Los industriales y comerciantes venezolanos se acostumbraron a las “contribuciones” de los gobiernos de turno, a los créditos “blandos” y sin garantías. Con alguna honrosa excepción, los privados no arriesgan sus capitales, sus intereses no han sido desarrollar el país, lo demuestra el hecho que nunca se han preocupado por impulsar ni apoyar la investigación técnico-científica en las universidades del país. A los académicos de números, intereses políticos, los han colocado exclusivamente al servicio de intereses capitalistas

Su mayor audacia ha sido invertir en campañas electorales de los partidos durante la IV, ahora la Ley lo prohíbe, pero la extensa campaña mediática de la MUD hace presumir que continúan financiando. La otra “gran audacia” ha sido permitir sin pudor la penetración de capital extranjero para prestar servicios que tradicionalmente los prestaban nacionales; así, hoy las farmacias pertenecen a cadenas, igual los supermercados, Odebrecht ha sustituido a las grandes constructoras que habían echado raíces y los bancos ahora son Universales.

La dinámica del capital en el mundo ha sido fusionarse. La quiebra del sistema capitalista, los obligo a luchar por el control de los mercados. Por lógica, los mas débiles fueron “quebrados” por los grandes, luego entre ellos absorbieron los menos fuertes y finalmente los mas aptos se asociaron. La crisis mundial que los obligo a esta competencia les facilito imponer estrategias globales a gobiernos débiles y nacieron las corporaciones globales en el mundo. En Venezuela, la industria que mas experiencia tiene en esta practica corporativa es la de las comunicaciones, ya que desde hace muchos años conocen en esencia que su negocio esta orientado a todo el mundo; porque todos pueden estar interesados en consumir distracción, noticias o sucesos de todo genero.

Obsérvese que la industria de la comunicación no tiene crisis económica. En esta época de crisis financiera y política en el mundo, es la actividad que más crece, no solo en tecnología y en cobertura, sino en poder mediático.

Los partidos políticos en sus luchas por ocupar espacios de poder social, económico y político, dependen de la mediatez para poder influir decisivamente en la opinión publica con una imagen, para vender que la opción de poder es la suya y que es la que le conviene al país.

Esta imprescindible relación entre los medios de comunicación y quienes administran el poder en cualquier nación, les ha conferido de hecho a los medios de comunicación un poder que sabiamente han utilizado discrecionalmente en épocas normales; pero, ante esta crisis – capitalismo – con el riesgo que puede significar perder la influencia en la dinámica electoral, ante la presencia avasallante de estas nuevas corporaciones, se ha hecho evidente que están pasando de la discrecionalidad a una actitud más coordinada y agresiva, a ejercer abiertamente el poder que tienen en sí mismos y en la opinión pública.

Es por ello que se observan a las corporaciones de medios de comunicación y sus agencias identificarse o no con candidatos y/o gobiernos. Dependiendo de ello, los medios apoyaran o harán oposición a esos candidatos y/o gobiernos.

Por esa realidad desordenada de los gobiernos de la IV República que siempre favorecían al capital, es que los productores no invertían y fueron ineficientes, además la inflación y especulación estuvieron siempre presentes. Las instituciones del Estado estaban a espaldas del pueblo ya que eran cómplices con los industriales en corruptelas, condonación de deuda (borrón y cuenta nueva) evasión de impuesto, los créditos balón, fuga de capitales, quiebra de bancos, etc. En el sistema, algunos industriales especulan en sus cadenas de costos y el comerciante, que es el último del proceso productivo y de hecho depende del industrial, opta por acaparar para producir una escasez artificial y así inflar el precio final a niveles exorbitantes.

Con la presencia de corporaciones, el problema de inflación, especulación y acaparamiento se agrava, esta en riesgo la seguridad y soberanía del país, producto de Instituciones del estado débiles.

La ley de Costo y Precios Justos, impulsada por el Gobierno del Presidente Chávez la comento próximamente.

*Legislador - PSUV

gmesino@gmail.com


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Guillermo Mesino*


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