Perversiones burocráticas

Imposible obviar la movilización ciudadana que crece, se organiza y, represada en sus justas demandas, procura visibilidad, expresión y participación a través de todos los medios a su alcance. Tal angustia y presión confirma nuestra sospecha de que “el proceso”, a pesar del triunfo electoral del 7/0, se encuentra en un peligroso momento, en el cual “prohibido errar” parecería ser la consigna.

Una ciudadanía víctima de la ineficiencia y paradójicamente comprometida con el proyecto socialista, se activa ante la crítica y la irreverencia para denunciar la burocratización, las mafias enquistadas y la corrupción administrativa. Delatando una burocracia disfuncional e ineficiente, que se solaza en el exceso de formalismo y papeleo y se regodea en la superconformidad con rutinas y procedimientos. Exige la burocracia devoción estricta a las normas y procedimientos, que adquieren carácter absoluto y sagrado para el funcionario, orientado básicamente al interior de la organización y al superior jerárquico que evalúa su desempeño. Denuncias que colocan en evidencia virtuosos burocráticos contrarios a los cambios y organizaciones divorciadas de sus fines y, más aun, de su compromiso político con la transición al Socialismo Siglo XXI.

Lectores muy críticos nos hacen notar la necesidad de “luchar sin descanso contra la burocratización de la revolución y nos recuerdan aquella máxima del Che: “con corrupción no hay revolución.” Otros afirman contundentemente “no son los proyectos, es la burocracia”

Las voces silenciadas, despreciadas, desilusionadas y sin embargo guerreras continúan en pié de lucha y demandan ser oídas, reclaman participación en la solución de los problemas y en la construcción del país imaginado por su líder y presidente Chávez. Son voces que no se limitan a la simple denuncia, a la crítica política o que perversamente apuestan al fracaso, por el contrario plantean soluciones que emanan desde su propia vivencia, necesidades e intereses. Voces que “ponen el corazón en lo que hacen” y citan al presidente cuando denuncian a funcionarios que “por falta de voluntad” no responden ni buscan respuestas para el poder popular.

Hemos conocido denuncias de corrupción y mafias enquistadas desde contextos universitarios hasta alcaldías. Llamados de atención sobre el problema del tránsito y la calidad de vida y la salud. “El clamor de toda una comunidad” y la paciencia infinita durante dos años en espera de una respuesta de las instituciones competentes.

Se me olvidó que te olvidé, como dice la canción.

maryclens@yahoo.com



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Maryclen Stelling


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