Es inimaginable como la ultraderecha apátrida echo mano de disimiler manuales de desestabilización que se han publicado en distintas latitudes para derrocar gobiernos progresistas, revolucionarios o que no le sean afín al propósito del cartel imperial.
Venezuela con su Socialismo Bolivariano se ha convertido en el objeto de estudio y el menú desestabilizador lo utilizan en su intensidad de acuerdo como hayan dormido en la noche anterior, pero cada minuto que pasa la ultraderecha no la tiene toda consigo por eso es que se ven cada vez más trasnochado la "casta dirigente" de la Mesa de la Unidad y a los y las anclas de los medios de comunicación privados.
Los medios oligarcas se han convertido en el instrumento operativos de grandes campañas psicológicas de manipulación como el también avinagrarle la vida diaria a cada uno de los y las venezolanas con el acaparamiento de productos de la cesta básica alimentaria familiar.
Cada día que pasa se convierte en una lección de aprendizaje para el pueblo donde la falta de tacto de la oposición y su virulencia se convierte en un insulto para la mayoría del pueblo pensante porque mientras ellos y ellas hablan de un país que no existe sino en la mazmorra de su consciencia el pueblo por su parte trabaja, estudia, construye su futuro cada día, muy a pesar de las estrategías de la oligarquía porque ya se ve un Estado y un Gobierno con vitalidad, con la dinámica misma de gobernar y trabajar por y para el pueblo para la concrección de una vez por toda del Socialismo Bolivariano.
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