Unbasurero total, así se mantiene y se ha mantenido la ciudad de Mérida durante los últimos años. Lo afirmado aquí es cierto. La denuncia la hicimos en julio del año pasado en el artículo La ciudad de Mérida, da asco, escrito por el suscrito y publicado en APORREA para ese entonces (http://www.aporrea.org/actualidad/a147229.html).
Las circunstancias son las mismas, el alcalde es el mismo. Por doquier se puede apreciar toneladas de basuras, en las islas de las principales avenidas, en las aceras, en los estacionamientos, donde sea se ven los apilamientos de bolsas plásticas, con su maloliente contenido. Junto a ellas, por supuesto, miles de moscas, otros indeseados animales y los líquidos de la descomposición. En algunos sitios, incluso, se pueden encontrar zamuros peleando por los restos orgánicos contenidos en las bolsas.
Ante todo esto, el eminente ex Rector de la ULA, Léster Rodríguez, anda tranquilo y sin nervios. Él es el Alcalde del municipio Libertador, cuya capital es la ciudad de Mérida. Sus problemas y prioridades, al parecer, son otros. Incluso pareciera vivir en otra parte, no en esta pequeña ciudad entre las montañas andinas. Cualquiera que haya visitado Mérida, sabe que en poco tiempo se puede recorrer la ciudad, de tal manera que es frecuente toparse con la porquería, los desechos que deben ser recogidos por el Alcalde, pero, como decimos, no lo hace. Es tan descarado el comportamiento de este ex Rector de la ULA, que a pesar de su demostrada incapacidad para administrar un municipio, intentó ser candidato a gobernador del estado Mérida por la oposición.
Ahora, la preocupación nos mantiene alerta. La oposición tiene escogido su candidato a alcalde. Otro opositor que espira tomar el poder del municipio capital. Lo que preocupa es que quiera seguir los pasos de su antecesor opositor. Nos preocupa que desee mantener la misma dinámica que caracterizó el gobierno del actual alcalde; la cual al parecer será similar, pues no hemos visto sus posturas, ni condenando a Léster por este grave problema que aqueja a los merideños.
El actual alcalde ha sido protegido por las autoridades de la ULA, por el Consejo Universitario. Hace casi un año que quien les escribe, en su condición de consejero universitario, consignó ante este máximo organismo de la ULA una solicitud de pronunciamiento en contra del alcalde por su ineficacia y por el estado de insalubridad en que mantiene a la ciudad. El punto está aún en la agenda. Nunca se ha discutido. Es el punto pendiente con mayor tiempo en la agenda del Consejo Universitario. Claro, todo el equipo rectoral es opositor. Casi todos los decanos y consejeros universitarios son opositores. La Federación de Centros de Estudiantes es opositora. Casi todos los gremios de la ULA son opositores. La protección al Alcalde, entonces, es total por parte de la oposición ulandina.
Para la ULA, la misma desde donde todos los días se dispara, a mansalva, al gobierno nacional, por cualquier vaina, el tema del estado de putrefacción en que mantiene a la ciudad de Mérida el alcalde copeyano, no es tema a discutir ni debatir. La ULA tiene una de las pocas facultades de ciencias ambientales del país, la facultad de ciencias, de medicina, tiene una comisión de ambiente, tiene institutos y laboratorios dedicados al estudio científico de la problemática ambiental, pero ni por el carajo se dice nada del problema, menos en contra de LésterRodríguez; claro fue el Rector antes del actual. Es opositor. Hay que protegerlo. Así de sencillo. ¿Acaso han visto ustedes al mediático Rector de la ULA, criticando al alcalde, refiriendo el problema?. No.
Un escenario similar, como el descrito arriba, se perfilaría si llegare a ganar las elecciones el candidato opositor. La esperanza es un cambio radical de timón. La opción es que la revolución, con sus objetivos ambientales, pueda ganar la alcaldía de Mérida. Independientemente de las diatribas generadas en la escogencia interna de los candidatos, la esperanza de solución al problema de la basura pudiera darse en diciembre. Sólo el apoyo a la candidata del PSUV en el municipio Libertador, nos dará esa esperanza de cambio para que Mérida vuelva a ser la ciudad capital de estado más limpia del país, como en otrora. De lo contrario, nos comerán los gusanos.