Observó con cierta preocupación, el tratamiento que muchos camaradas dan a los que se atreven a formular alguna crítica. Salen las ofensas y se ven pieles sensibles y muy irritables. El que se atreve, objeto de ofensas. Aporrea, que lo único que nos va quedando, también sale muy aporreada por se nos dice, además de las ofensas personales, que Aporrea es un sitio para hablar “paja” y pendejadas.
Este domingo (29/09/13) como de costumbre, tomé la prensa y me tropiezo con dos piezas. Una, el artículo que los domingos que nos ofrece el economista Víctor Álvarez y la otra, fue la entrevista que le hicieron al Diputado Jesús Farías. Si aprendí, creo, con un gran esfuerzo, pude entender lo que decían estos dos destacados personajes.
Si aprendí a leer y me ponen como tarea, que en no más de tres palabras haga un resumen de estas dos piezas o documentos, me la juego y con una sola palabra, respondo a ese examen de mínima comprensión lectora. Si me pidieran cumplir con este examen de ser breve y conciso para calificar el desempeño de dos funcionarios, no tendría problema en decir: Giordani y Merentes, ¡Raspado! Si no cumplo con la exigencia de este examen de comprensión lectora, asumo la responsabilidad pero eso fue lo que entendí y eso es lo que es; según que plantearon en ambos documentos; aun disfrazado con otras palabras.
No leí a Víctor Álvarez, como el que lee por primera vez la producción de una persona. Leí a Víctor Álvarez, teniendo en mi memoria, todo lo que ha venido diciendo desde hace bastante tiempo y esto que leí no es distinto a lo que ha venido planteando. Todo este trabajo de Víctor Álvarez (y los otros también), es una lectura obligada porque es un grito de: ¡Raspado! En sus análisis y reflexiones, ha insistido en lo impreciso (léase incorrecto) de las políticas económicas.
Según Álvarez, seguimos afincando en extremo el carácter rentístico y capitalista de la economía venezolana y por esa vía, enfatiza Álvarez, continuarán raspado. En esta reflexión de este domingo nos dice: “para superar el extractivismo y enfrentar (...) la guerra económica se requiere de de una nueva estrategia que comience a reorientar los miles de millones de dólares (….) para impulsar un nuevo modelo productivo”.
La inflación amenaza y la economía de puerto, que fue la herencias que nos dejó la IV Republica no hemos podido superarla y está, como se dice en pleno desarrollo.
Jesús Farías; si aprendí a leer, con otras palabras dice: ¡Raspado!, Merentes y Giordani, pero claro, Jesús Farías acomoda el discurso sobre la inflación para que no se note mucho la pelada que vamos teniendo en esta lucha contra la inflación. El acomodo, viene por la comparación con los niveles de la IV y ya es tiempo que asumamos nuestra responsabilidad. Jesús Farías en las tres primeras líneas de entrevista, reconoce, que estamos raspado y si no disponemos de un partido revolucionario, continuaremos raspado, porque tal y como lo dijo Farías, para avanzar se requiere de un PARTIDO.
Farías dijo: “no hay un problema estratégico de la revolución que pueda resolverse sin un partido”. No sabemos si Jesús Farías pase a un retiro espiritual, pero es evidente que está claro: ¡Estamos Raspado!