¿Preso el chinito de las Alcaldías?

¡Qué tal, camarada! Todavía con el sentimiento de dolor profundo por la pérdida de un Líder, además sobrado de Líder, y que aun cuando los funcionarios que estuvieron verdaderamente ligados a él, que lo palparon en su magnitud intelectual y humana, siguen actuando como lo exigía, se les nota la ausencia del reconocimiento que les hacía.

Todos los funcionarios, trabajadores, artistas y atletas inclusive, de cualquier categoría, esperaban el aplauso de Chávez. Era una cuestión emocionante. Ahora hay un vacío.

Maduro está haciendo el merecimiento para, por lo menos, ir emparejando la distancia. Su reconocimiento está surtiendo el efecto hacia la eficiencia y el adecentamiento, para la acción popular.

El gran Líder está en el corazón de todos, pero como somos un pueblo de corta memoria aplaudimos la constancia del gobierno en mantener viva la memoria de Hugo Chávez.

Y que deberá ser por años ya que cuando los “conscientes de Patria” lo teníamos en vida nos soslayábamos seguros de que estaríamos bien comandados hasta que se fuera a descansar en las riberas del río Apure. Nos duele el alma por ese deseo y esas imágenes.

No tanto como premonitor sino como hombre de pensamiento lógico he venido escribiendo sobre la actuación de Maduro.

Mencioné que, al contrario de Chávez, pensador y planificador, Nicolás debería (debe) hacer un gobierno más eficiente ya que cuenta con los programas, tiene un pueblo consciente y otro por captar, y conociendo a todos y cada uno de los ministros y viceministros y hombres del PSUV, entre ellos gobernadores, les conoce las fallas (tapadas al líder por solidaridades), no hablemos de las virtudes, y las mañas.

Eso facilita su apreciación lo más clara posible de su entorno.

Dateado como estaba de marramuncierías y no queriendo que le “metan unos strikes” inició la campaña contra la corrupción con Ferrominera, si mal no recuerdo, el Bandes, y lo ha extendido al gobernador de Guárico y otros.

Por ello, en una onda ejemplarizante, el gobernador de Carabobo, Ameliach, caza al alcalde de Valencia.

Este señor Parra, con aspecto popular y verbo revolucionario, nos tenía, a los que vemos los asuntos desde lejos, convencidos de un accionar revolucionario correcto.

Esto de “ver los asuntos de lejos” me recuerda que una vez un buen camarada desde Barquisimeto me llamó porque leyó uno de los pocos artículos que me publicaran sobre la gestión Tarek Willian (con “n” está registrado), qué cómo era eso si su imagen era buena.

Era todo gracias a las propagandas, cancioncita y todo (que hasta Chávez cantó por desconocimiento), que no tienen tinte, sólo pagos.

Y se perdieron años de revolución bonita. Y se gana uno enemigos, muchos peligrosos.

La situación es que en cada estado, en cada municipio, que es como decimos doméstica, casi todos los habitantes que se precian de estar informados conocen (mos) todas las sinvergüenzuras de los gobernantes, funcionarios en general.

Se hacen vox populi, con algunas exageraciones que uno filtra, muchas veces equivocadamente porque son verdades que parecen increíbles en revolucionarios. Pero ruedan y afectan al proceso.

Y nos da tremenda arrechera y, lo peor, sin poder hacer nada.

Lo más que podemos, para no enlodar y/o no ser acusados o vistos como sapeadores, o contrarrevolucionarios que es lo “más pior”, mencionamos que suceden cosas, actos irregulares a montón, y que deben ser investigados.

Ojalá todos los gobernadores siguieran el ejemplo de Ameliach, pero deben suceder dos cosas: estar realmente comprometidos con el mensaje y la doctrina de Chávez, y no tener rabos de paja.

Las solidaridades partidistas, “compañeros de luchas”, muchos de rumbitas y de oscuridades otros, impiden que salgan a la luz montones de arbitrariedades, irregularidades, ineficiencia que es otra manera de corrupción, y las otras corrupciones clásicas: estrechas vinculaciones con contratistas (generalmente de oposición que son quienes han tenido billete para arrancar obras sin presupuestos y están regalaítos, como siempre que haya que mover capitales); comisiones, etc.

Con sus debidas excepciones, como en todo.

Con humildad, pero por convicción, por años hemos solicitado que se renueven los conceptos de contralorías municipales, las de las asambleas, que pareciese están muy comprometidas por diversos factores: políticos, de ayudantías, de contratos para familiares, etc.

Con sus debidas excepciones, como en todo.

Pero necesario es controlar. Urge establecer nuevos mecanismos, mejor seleccionando grupos probados para contralorías sociales de las instituciones gubernamentales. Hospitales inclusive

Preventivamente mejor, para evitar acusaciones post mortem.

Y meterles lupa a los funcionarios y autoridades de aeropuertos, puertos, alcabalas, instituciones de producción del gobierno y privadas.

No nos conformemos con “este chinito de las alcaldías”, por eso apoyamos el deslastre que Maduro quiere hacer de todos, en especial de los rojos-rojitos recubiertos de amarillo, o de marrón maloliente.

Así podremos consolidar acciones que despejen el camino para construir el socialismo a la venezolana, que no propiamente es de la ineficiencia y el despelote.

Con la planificación y doctrina de Chávez y la acción de maduro ¡Venceremos! …Con el tiempo


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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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