Frente a los más férreos ataques de la derecha venezolana desde el Golpe de Estado de 2002, nos encontramos con una capacidad de respuesta acorde con las aspiraciones del pueblo. Ha sido desenmascarado al enemigo y nuevamente hemos despertado la pasión revolucionaria, el sentimiento de lucha y justicia de parte de nuestro pueblo. La clase política de la burguesía parasitaria en conjunto con los importadores y toda la cadena que le sigue han quedado estupefactos por el contragolpe gubernamental, como siempre subestimaron la fuerza de la Revolución.
Las acciones que ha emprendido el Presidente Nicolás Maduro para hacer frente a la guerra económica que lleva acabo la derecha en consonancia con los comerciantes han impactado positivamente y obtenidos aprobación hasta de los que se dicen de oposición a la revolución, lástima de aquellos que están tan intoxicados con la mediática que no terminan de comprender que es en este gobierno donde realmente se protegen sus intereses.
El deseo de justicia y verdad son revolucionarios y han sido justamente estos los motores de este proceso emancipador, por lo cual la mayoría del pueblo se ha sentido identificado con las acciones del Gobierno y en especial con el Presidente Maduro, quien le ha puesto la cascabel al gato y ha despertado en nuestras filas ese sentimiento de combate y defensa de la misma forma como lo hacía nuestro Comandante Supremo.
La Revolución se ha reposicionado haciendo frente, hábilmente, a la guerra económica. Nuestro Presidente Nicolás Maduro ha logrado una conexión con el pueblo que se seguirá fortaleciendo en la medida en que la actual contraofensiva sirva de catalizador de los cambios que todavía están pendientes.
