Yo espero que el ministro para la Banca Pública y presidente del Banco de Venezuela, general de Brigada, Rodolfo Clemente Marcos Torres, pueda leer este rosario de quejas, y estoy seguro que él tomará las respectivas medidas para solucionar muchos problemas que confrontamos los usuarios de estas instituciones bancarias del Estado. A Marcos torres se tiene como un oficial- gerente eficiente.
Señor Marcos Torres: utilizo este medio, es decir, el periódico digital Aporrea, porque las demás vías son imposibles para hacerle llegar una queja. Mire usted, señor general, vamos con una de mis quejas: hace un año, aproximadamente, el banco Bicentenario, me concedió una tarjeta en el marco del acuerdo de esta institución con el IPSFA, a través de la tarjeta SISA de nosotros los militares, activos y retirados. Es el caso, señor general, que esta tarjeta ha dado un tour por varias lugares del país. Ahora mismo me informa que está en Calabozo, estado Guárico. No habido manera, a pesar de los esfuerzos hecho por mí y una agencia del Bicentenario en Puerto Ordaz, que me hagan llegar hasta acá la bendita tarjeta-
A través de este medio, es decir, Aporrea, hice la otra un artículo exponiendo una caso con la tarjeta del buen vivir. A los días me contactó una funcionaria del Banco de Venezuela y prometió averiguar sobre el asunto para darle una respuesta rápida. Hace unos tres días me volvió a llamar y me comunicó que el problema porque yo debía 300 bolívares de una tarjeta de crédito de un banco privado. Ya cancelé y estoy en espera del finiquito para enviárselo a la funcionaria que me contactó. ¡Habrase visto! ¡Veremos!
Y la tercera y última queja, para no fastidiarlos tanto, tiene que ver con una tarjeta de crédito que solicité a través del Banco del Tesoro (un Banco nacido en revolución). ¿Sabe usted señor general, ministro de la Banca Pública? Cinco meses después de haber introducido mi solicitud, llegó la información de que la solicitad contenía “inconsistencias”. Que volviera a hacer la solitud. Me negué. Me pregunto: ¿para qué están las funcionarias llamadas de “negocios”, sino pare revisar los recaudos, bien revisados, para que no nos hagan perder tiempo, y confianza en la institución? Por supuesto que no hice otra solicitud. Me parecía una falta de respeto y consideración con un cliente de este Banco “nacido en revolución”.
Gracias, adelantadas, por la atención que puedan prestarle a estas quejas.
¡Chávez vive, la lucha sigue! ¡Que viva el banco nacido en revolución! ¡Qué viva la Banca Pública! ¡Qué viva la eficiencia!
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro, en la década de los 60.