¡Qué tal, camarada! Realmente emocionado porque al fin está comenzando el socialismo bolivariano chavista.
Lo he venido comentando que, a mi manera de ver, creo que coincidente con muchos, los únicos intentos visibles fueron las recuperaciones de fábricas dirigidas por los trabajadores y empoderamientos espasmódicos del pueblo.
Ahora con el empuje de Maduro, al que consideré que haría una buena gerencia de la nación basándome en que Chávez no se equivocaría en una selección tan importante como ésa, dentro de camaradas con capacidad, no habrá pa´dónde corré.
Además de las medidas antiinflacionarias, tomadas a destiempo porque varios de los funcionarios con funciones inherentes a ella no estuvieron a la altura, me refiero a Indepabis, CADIVI, SENIAT y otros. Inclusive del Banco Central de Venezuela con la evaluación para sus índices.
Me apena, porque lo respeto y lo apoyé, que hasta Samán no actuó con la eficiencia que esperábamos. Puede ser que faltaron más funcionarios de Indepabis para revisar las empresas.
Digo esto porque nos llama la atención de que el presidente Maduro menciona que reconoce, y pidió disculpas, porque “no estaba enterado de la magnitud de la especulación”. Y ¿??????
Entonces le cae peor al SENIAT que parece se conforma con las altas cifras recaudadas y no investiga a fondo. Hemos propuesto que el SENIAT visite a todas las mansiones y pregunte cómo compraron todo. Y a las casas de funcionarios que tengan que ver con cualquier manera de mover billetes.
Dicen, gente seria, que hay fiscales de aduana con tremendos carros (hasta me dijeron de un sargento de la GN a quien le pidieron que no lo llevara por ser muy evidente) y bellos apartamentos dotados con lujos.
Le debe caer a todos los que trabajaron en CADIVI, que hay que investigarlos. Les parecieron normales 3.000 y 4.000 solicitudes de dólares por unas mismas empresas.
El control en las aduanas ha sido muy deficiente. Le he escuchado a agentes aduaneros que tienen que bajarse de la mula con casi todos los tipos de funcionarios, o sea por instituciones. Con sus excepciones.
Ahora bien, voy con una información básica: Especulador, -ra adj./s. m. y f. Se aplica a la persona que compra bienes cuyos precios se espera que suban a corto plazo con el único fin de venderlos oportunamente y obtener beneficios.
En economía, la especulación es el conjunto de acciones comerciales o financieras que tienen como fin la obtención de un auto-beneficio financiero, se conlleva gracias a las fluctuaciones de los precios. Una operación especuladora busca no disfrutar del bien o servicio involucrado, sino obtener un beneficio de la o las fluctuaciones de su precio
Actualmente, nos encontramos en una tesitura económica que señala directamente a los especuladores como los causantes de los grandes males de los mercados financieros y las perversas consecuencias que tienen sobre el empleo y el crecimiento económico
Quiero significar, ojalá lo incluya la habilitante de Maduro, que un especulador es un vulgar ladrón. Bueno, no vulgar que es popular, porque estos son elegantes en su mayoría. Pero son unos ladronazos al fin.
Un chamo te roba un celular, o cualquier otro bien, y no voy a justificarlo, y es un ladrón que si lo agarran le sale cárcel. Por eso supongo que las leyes fueron hechas para proteger a los burgueses, cuidar de no afectarlos mucho. Es más, casi todas las penalidades van dirigidas a aplicar multas y a cierre temporal de los negocios.
¡Qué manguangua! Te metes un billetaje especulando… perdón, robando y solo pagas una multica.
Queremos verlos en las cárceles. Y lo peor es que por ser nosotros unos consumistas envenenados mediáticamente, cuidándonos de que no nos roben callejeramente, vamos como unos venaos a las tiendas y ¡¡zas!!
Otra definición: En la nación nipona la frase solteros parásitos (parasaito shinguru) es usada para referirse a los individuos que viven con y de sus padres hasta una edad relativamente avanzada (fines de sus veinte o comienzos de sus treinta), para así disfrutar de una vida cómoda o confortable.
Esto llevado a la vida social abarca mucho. En los políticos, a casi todos los de la oposición. No trabajan para tener sueldos, salvo los asambleístas, que cobran y no trabajan, y viven viajando por todo el país y por todo el planeta. Adquiriendo vestimentas nuevas para ellos y la familia. Con carros nuevos casi todos. Y con sus excepciones.
Políticos han aparecido a fuerza de billete. El Sr de la Madera debió haber aportado mucho para las campañas opositoras que lo premiaron con una curul en la Asamblea. Y que candidato a alcalde. Vaya usted a saber cuándo ha estado pateando barrios.
No importa, aporta el billete parejo, que se lo gana facilito a remarcaje de etiqueta limpia.
Por eso llevado al comercio es espeluznante. Todo comerciante está pendiente exclusivamente del billete que le va a quedar. Pocos tienen intereses intelectuales.
Dígame cuál comerciante hace alguna otra cosa distinta a vender. Caso Isla de Margarita. No producen nada, solamente venden.
En la mañana abrir la santamaría, pagar miseria a los empleados, tener elevadas ganancias, y en la tarde bajar la santamaría. Con sus excepciones.
¡Qué esfuerzo, qué riesgo!
Aunque en los casos de extranjeros algunos de sus hijos se han dedicado a los estudios y han terminado siendo profesionales, otros políticos serios.
Por todo lo mencionado, se entiende por qué se llama burguesía parasitaria
Ah, para terminar, algo que acabo ver en TV mientras escribo. Buscándole como siempre los globoterroristas otra pata al gato, la periodista Shirley en su programa pregunta al viceministro de Suprema Felicidad Social, Rafael Ríos, esperando una respuesta contra las medidas: ”si esos venezolanos que lograron comprar una nevera ¿qué harán si ven que no pueden llenarla?
Bellos ojos azules con una torpe e insidiosa pregunta. Nos apena que la periodista, o entrevistadora, piense que los venezolanos son estúpidos y van a quedarse limpios de por vida y no comprarán alimentos. O sea no trabajarán. Menos mal que el ponderado Ríos, le contestó contundentemente, muy decentemente..
¡VIVA MADURO ¡ ya va agarrando sus propios éxitos.