Uno de los factores más importantes con incidencia directa en la guerra económica desatada contra el pueblo venezolano y sus derechos socio económicos, es el instrumento creado por el Estado a través de la Asamblea Nacional, como lo es la Ley Orgánica de Precios Justos.
Los pasos decisivos emprendidos por la Revolución Bolivariana, liderada por el Comandante Supremo Hugo Chávez y ahora por el Presidente Nicolás Maduro, han sido los orientados a la defensa de los intereses del pueblo y en especial los de las clases pobres, hasta ahora excluidas en la sociedad venezolana por la burguesía criolla.
En Venezuela el margen de ganancia establecido por las leyes del mercado y de la oferta y la demanda, hasta ahora habían permanecido si no inalterables, al menos más equilibrados en un mercado con características singulares y muy regulado por el bolsillo de los capitalistas.
Los signos de la inflación no habían estado ausentes, como una gran verdad de cualquier economía, pero con el fallecimiento del Comandante Chávez la derecha venezolana abrió las compuertas de la especulación y desató la extorsión a todos los niveles como un arma política contra la Revolución Bolivariana.
La burguesía disparó una epidemia contra nuestro pueblo que se ha vuelto incontrolable y afecta a todos los sectores de la cadena productiva, batiendo hasta records mundiales en aumentos de precios de los productos de la cesta básica y los vinculados con las necesidades elementales para la vida de cualquier sociedad, en todos los órdenes como salud, vivienda, alimentación, educación, etc.
Es bajo este panorama que el Estado venezolano ha instrumentado una nueva Ley Orgánica de Precios Justos para frenar este desequilibrio, provocado por la oligarquía parasitaria capitalista y que se niega a aceptar un nuevo modelo productivo de carácter socialista en el país.
Como todas las leyes creadas por el nuevo Estado Socialista en su infraestructura jurídica, esta nueva Ley publicada en la Gaceta Oficial 40.340 contempla artículos determinantes y definitorios para un nuevo sistema económico. Entre ellos destacan la creación de la Superintendencia por la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, SUNDDE y para la protección de los salarios o ingresos de los venezolanos.
La realidad ha demostrado que por más afinadas que estén las Leyes, como en este caso en particular, para el fiel cumplimiento de las mismas se necesita un espíritu colectivo que las impulse y las haga cumplir.
Es en este sentido que recobra suma importancia el llamado del Presidente Nicolás Maduro - en su Gobierno de Calle - al reivindicar lo Popular, esencia del Gobierno bolivariano.
Ante la guerra económica declarada por la burguesía parasitaria se hace indispensable responder con la guerra popular, como instrumento para cumplir el legado del Comandante Chávez y el mandato de la Constitución Bolivariana.
La esencia de la democracia participativa y protagónica nos llama a los venezolanos a sumarnos, como un solo ejército (pueblo-Fuerza Armada), para hacer realidad una nueva economía de precios justos y una economía verdaderamente socialista más allá de las Leyes. ¡Amanecerá y veremos!