Como diría Juan Manuel Mayorca ¡Algo huele a podrido! Resulta espeluznante apreciar como otra nación se lleva inconmensurables riquezas de nuestro país, el denominado Fondo Chino es una caja negra, secreta, que nadie sabe cómo se administra, cómo se invierte, cuales son las cantidades reales ni a cuales proyectos se direccionan esos recursos, ello es altamente preocupante en cuanto, hasta antes de los créditos recientemente aprobados por el Presidente Maduro, ya éste fondo habría desembolsillado al país más de 40 mil millones de dólares y los síntomas del deterioro de la nación día a día empeoran en hechos palpables como la inseguridad, la inflación y la progresiva caotización de todos los servicios públicos, sin mencionar la no menos espeluznante corrupción, donde simplemente con CADIVI se robaron (no tiene otro calificativo) 25 mil millones de dólares sin que haya responsables.
Lo que más indigna, es que esa inconmensurable cantidad de recursos pudieran ser invertidos aquí, entre y para venezolanos, así fomentar la producción nacional en todos los rubros como el agrícola, el turismo, la pequeña, mediana y gran industria. Así mismo, los convenios con China no solamente prevén préstamo de dinero sino de innumerables cantidades de autobuses, autos, computadoras, celulares, trenes y pare de contar, en el mejor de los casos, con empresas ensambladoras alzadas en suelo venezolano, pero que en ningún caso implica la transferencia tecnológica, nos estamos convirtiendo en aquello que se criticó tanto, en un “patio trasero” esta vez no de los Estados Unidos sino de China.
Ello implica un gran negocio para el país asiático, sin lugar a dudas, un préstamo del cual obtendrá, a parte de una exorbitante ganancia en petróleo, en divisas, colocación de directa y privilegiada de enormes cantidades de productos en el mercado venezolano. Para Venezuela quisiéramos ser optimistas pero la opacidad con que se manejan los recursos del Estado, la impunidad en hechos de corrupción, así como la desatención de las principales necesidades sentidas de la población avizoran que este tipo de intercambio entre naciones solo dejará bien satisfechos unos pocos bolsillos mientras que la población en general se acostumbra a sobrevivir. ¿Hasta cuándo seguir permitiendo se apoyen, con dinero que es del pueblo venezolano, capacidades y talentos de producción de otras naciones en vez de apoyar los nuestros? Venezuela se encuentra a la deriva, en un mar de improvisación y fracasos porque el pueblo así lo permite, no sus gobernantes. @leandrotango