1.La corrupción en la FANB
Algo se sabía. Algo se decía. Algo se comentaba. Siembre ha habido rumores. Es sorprendentemente escandaloso. Sumamente lamentable. Altamente doloroso. No sólo para los venezolanos y venezolanas de a pie, sino para quienes hemos pasado por el sector castrense. El flagelo de la corrupción se ha infiltrado de manera alarmante en el organismo encargado de proteger la soberanía de Venezuela. ¿Qué está pasando en este país? ¿En la Patria de Bolívar y de Chávez? Para muestra basta un botón. Allí están detenidos varios militares de distintos grados por apoyar al contrabando en la frontera. Faltan muchos más por ponerle los hierros. Faltan los “peces gordos”. Pregunto: ¿Es en la frontera nada más? No. Mil veces no. Allí está el caso de los 8 patrulleros comprados a España. Algo huele a podrido en el caso de los astilleros Navantia. Mientras en España hay detenidos. Aquí ni se habla de eso. Por cierto, son unos pocos militare desviados. Pero por unos pagan todos. ¡Imperdonable!
2. Las captahuellas: desató la locura
¿Quién dice la verdad? El Presidente Maduro dijo, en primera instancia, que se aplicaría el sistema biométrico en todo el país, para controlar el contrabando y el bachaqueo. Más tarde dijo que el uso de las captahuellas sería voluntario. Hace poco reiteró que el sistema era inaplazable y que beneficiaría a la economía nacional. Y abarcaría no sólo a los supermercados públicos, sino a los privados, así como a las farmacias. Ahora, recientemente, el Presidente de la Asamblea Nacional y Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, afirmó que las captahuellas funcionarían en las redes del Estado y en los estados fronterizos. Cada funcionario tiene su parecer sobre el bendito sistema biométrico. Pregunto: ¿Quién gobierna en Venezuela? Respondo: la incertidumbre. ¡Imperdonable!
3. La CVG y sus empresas
Entre los gobiernos de Chávez y Maduro, el dineral que se ha aprobado para la Corporación Venezolana de Guayana y sus empresas filiales, son cuantiosos. Inauditables. ¿Para qué tanto real? Para el pago de pasivos laborales a los trabajadores y para la adecuación tecnológica de Sidor, Venalum, Alcasa, Bauxilum, Ferrominera Orinoco y todas las demás. ¿Y se ha cumplido? Nada que ver. Allí están las protestas cada día. Los trabajadores arrechos pidiendo que se les cumpla. Nada. Ni siquiera se respetan lo convenido en Contratos Colectivos. Los burócratas de vestimenta verde mandan a la poceta tales acuerdos, firmados y sellados. ¿Estoy mintiendo? Compruébelo usted mismo. Venga a Guayana por tres días. Mátese por sus propios ojos. Y pensar que todavía los burócratas hablan de que Guayana es la alternativa no petrolera. ¡Imperdonable!
4. Estamos jodidos con estas policías
Caray, este país no pega una. Ni siquiera con las policías. En Caracas, por ejemplo: se eliminó a la Policía Metropolitana. Ustedes saben por qué. Se creó en revolución a la Policía Nacional Bolivariana. Antes pasaron por las aulas de la Universidad, creada especialmente para prepararlos. Muchos jóvenes se alegraron: ¡aquí está lo mío! Y “chapulún” para la PNB. Mientras tanto los habitantes de Caracas pedían la presencia de la nueva policía. El interior también comenzó a pedir a estos oficiales, nacidos en revolución. ¿Qué ha pasado? Las mismas prácticas de la PM. Los mismos abusos. La misma corrupción. Las mismas actuaciones delincuenciales. No pasa un día en que se informe sobre un hecho punible de un PNB. A Muchos han votado. Otros están presos. Carajo, ¡imperdonable!
5. ¡Aprobado!
Hay real para todo. Menos para cumplir con el pueblo. El Presidente Nicolás Maduro vozarrea siempre: ¡Aprobado! ¡Aprobado! ¡Aprobado! El dinero yo no sé de dónde sale. Pero la voz del Presidente es alegre aprobando real y más real. Gobernadores, Alcaldes, Ministros, Comunas, Consejos Comunales, todos, toditos, piden. Y el Presidente: ¡Aprobado! Y después se arrechan si sale alguna encuestadora internacional y dice que Venezuela es el país más corrupto del planeta. ¿Hay corrupción en las Comunas? ¿En las gobernaciones? ¿En las alcaldías? ¿En los ministerios? ¿En las empresas públicas? Carajo, qué cultura estamos construyendo en revolución. ¡Imperdonable!
6. El Fondo chino proveerá
¡Pidan, que hay! Para todos hay. No se desesperen. El precio del barril de petróleo sigue alto. Pero si llegara a fallar, allí está el Fondo chino. Ese no falla. Ese pensamiento está anidado en la mente de muchos gobernadores, alcaldes, ministros y presidentes de las empresas públicas. Rojos, rojitos. Rojísimos. La cultura revolucionaria ha superado con creces a la cultura de la IV. “Cuánto hay pá eso”. “Yo no pido, sino que me pongan donde hay”. Está demostrado que a este país sólo le duele a unos pocos. Los demás están por el dinero fácil. ¡Imperdonable!..
7. ¡Cuidado, Andrés Eloy!
Qué fuerza. Que energía. Que rapidez. Que accionar, la del ex diputado Andrés Eloy Méndez. Por cierto, un excelente orador en la tribuna de la Asamblea Nacional. Ahora frente a la Superintendencia de Precios Justos. Andrés Eloy “remember” a Eduardo Samán. Ex presidente del eliminado Indepabis. Desarrolló energía. Multó a éste y aquel. Lo fueron y lo volvieron. Siguió en su lucha. Tocó intereses. Se quejaron. Y lo echaron. No por corrupto, sino por cumplir con su deber. Ciertamente, ¡Imperdonable!
Y me despido con esta frase: “Nadie puede perdonar lo imperdonable”. (Anónimo)… Chao. ¡Volveré!
Puerto Ordaz, 1° de septiembre de 2014