La tarea presidencial fue clara: Simplificar trámites y permisologías. De ahí que ya estemos poniendo en práctica una prueba piloto desde el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) para perfeccionar medidas, incorporar mejoras, detectar fallas, elaborar instructivos, capacitar al personal y aplicar las 3R: revisar, rectificar y reimpulsar cada procedimiento en busca de la excelencia.
Desmontaremos las prácticas que generaron incomodidades, esperas innecesarias, horarios mínimos de atención y pérdidas de horas de trabajo, ente otras, que en definitiva configuran un irrespeto a los usuarios y una muestra acabada de burocratismo puro.
Esta metodología termina fortaleciendo a los “intermediarios” que encarecen parasitariamente los trámites que deben realizarse en nuestros registros y notarías públicas. Construyen de esta manera un usuario esclavo, sumiso a arbitrariedades y excesos de todo tipo, ya que no tiene otra alternativa. No tiene la oportunidad de escoger otro proveedor del servicio.
Por eso es que capacitamos a nuestros trabajadores en la cultura del servicio público, donde el usuario siempre tiene la razón y no al revés, como generalmente ocurre. Es interesante ver cómo los ciudadanos piden que hagamos esta formación.
Este plan piloto, que en principio estamos poniendo en marcha en el Registro Principal de Caracas, lo implementamos de manera exitosa en el Saime y el INTT. En este caso, apunta a desconcentrar la firma de la registradora principal habilitando cuatro registradores auxiliares. Sin duda, de entrada estaremos multiplicando por cuatro la eficiencia y la velocidad de resolución de los expedientes de rutina que son vitales para otros procesos en desarrollo.
Eliminamos la restricción del número de cédula para la atención de los usuarios, así como la innecesaria cantidad de documentos o trámites por persona, de manera que un usuario podrá hacer más de una diligencia en el Registro Principal con la misma documentación personal.
Convoco a todos los registradores y notarios del país a mejorar voluntariamente las prestaciones de servicio. Accionen con responsabilidad social, haciendo honor al privilegio de tener un poder delegado tan decisorio. No permitiremos abusos ni corrupción de ningún tipo. Sabemos cómo lidiar con esos virus que infectan al Estado.
El reto está planteado: Menos requisitos, menos pasos, más tecnología. La seguridad se logra con el cruzamiento de datos entre instituciones, informáticamente. Tenemos todo para que así sea.
Un fuerte abrazo y gracias por la confianza.