Honestos, pulcros, decentes, emprendedores, miembros de la sociedad civil inmaculada, tenían acaparados MILLON Y MEDIO DE PAÑALES, ahora su empresa está a la orden de los trabajadores, porque aún cuando uno de los socios asistió horas antes a reuniones convocadas por las autoridades, para darles custodia a sus establecimientos de cualquier índole, apañadores de la sinvergüenzura acostumbrados a explotar al pueblo, a sus empleados y encarecer los productos, disfrazan su obvio capitalismo salvaje y guardan en galpones toneladas de detergente, leche para recién nacidos, medicinas, papel higiénico, leche pasteurizada, café, (en el caso de este producto costumbre del venezolano) se hallaron 500 toneladas de café acumuladas ilegalmente en un solo lugar. En toda la nación es palpable la desfachatez y las mañas mafiosas, actitudes que defiende la llamada Mesa de la Unidad, una MUD mínima que puso a representarla a un auténtico pitufo de la actividad política, alias “el chúo”, madurado en las pantallas de televisión con un programa llamado “El radar de los Barrios”, creyendo que visitar barriadas populares con fines escandalosamente politiqueros, lo convertía en líder de la colectividad. No les entra en la sesera que ahora el colectivo no se come el cuento de la “pulcritud” falsamente caracterizada por la democracia representativa, que antes de 1999 no trabajó para la mayoría de la población y ha perdido influencia política, ante la conciencia socialista mayoritaria. Sin embargo logran confundir a grupos desinformados o descuidados, que guiados por los medios de agitación social tienen la misma opinión que el “Chúo” de la MUD, porque viven de correr bolas y rumores, aupando la violencia que desean imponer una vez más, pero de la cual se lavan las manos afirmando que la escasez, situación provocada por empresarios e industriales, es culpa del gobierno. No han cambiado desde el sabotaje petrolero en 2002-2003 y pretenden convocar acciones terroristas guarimberas y paros, no precisamente cívicos, sino cínicos.