En respuesta a Gilberth Quintana: Mis consideraciones sobre la Guerra Económica

Luego del envió y publicación de mi último artículo, “Si vis pacem, para bellum”, en aporrea.org y otros portales que han tenido la generosidad de difundir mis modestos aportes, un compañero, de nombre Gilbert Andrés Quintana, quien me señaló lo siguiente: “hermano, camarada, buen dia! Me gustaría que nos escribas un artículo igual de contundente, haciendo énfasis a al daño tan enorme que nos hacemos cuando adoptamos como mecanismo laboral o de sustento la venta especulativa de artículos de primera necesidad y más aun el daño que nos hacen las personas que se dedican a raspar cupos y venta de dólares en el país!”

Pues bien, trataré de responder esta inquietud de Gilberth, que es la que se hacen muchos venezolanos y muchas venezolanas.

En diciembre de 2012, un poco antes del último mensaje que nos dirigió nuestro Comandante Hugo Chávez,  y en el marco de la conmemoración de los 10 años del paro-sabotaje petrolero, había señalado que no era casual que nadie recordara el inicio de una de las acciones desestabilizadoras y criminales más terribles y de las que nadie se recuerde en la Historia Contemporánea de Venezuela. Y como a veces pareciera que los que no conocemos o revisamos la historia, estamos condenada a repetirla, es que me permito producto de observaciones y análisis de estos últimos días, hacer algunas apreciaciones y comentarios al respecto.

En aquella oportunidad reflejaba como el BCV y el entonces Ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, anunciaron al país los resultados del crecimiento económico de Venezuela en el mes de Octubre de 2012. Que dolor les dio a algunos que el PIB venezolano en aquella ocasión se ubicara en 5,2% del último trimestre de ese año, la actividad construcción aumentó 12,6%. La inflación anualizada había caído por décimo mes consecutivo al ubicarse en 17,9%. Estas aseveraciones se pueden comprobar revisando las hemerotecas de esas fechas y podrá observar como los centros comerciales, las tiendas y demás establecimientos se encontraban atiborrados de mucha gente comprando desde los ingredientes para los platos típicos de estas fechas, la pintura para la casa hasta las "pintás" a usar el 24 y 31 de diciembre.

También en aquella oportunidad, transcribía unos buenos trabajos de Mark Weisbrot y del investigador Jake Johnston el cual invito a revisar.

Pero hay personas que se la pasan amargadas, que controlan los medios de producción y que consideran que si las cosas no se dan como ellos quieren, todos debemos amargarnos y no tener navidades felices. En aquella oportunidad señalaba que  parte de su amargura es que debían resignarse, una vez más, a que las hallacas de ese diciembre, y de por lo menos seis diciembres más, tendrían que comérselas con Chávez, pese a que demoraron en la decoración de sus establecimientos comerciales con los motivos navideños, producto de su amargura y desazón.

En esa oportunidad,  aprovechándose del viaje del Presidente Chávez por motivos de salud,  desarrollaron un conjunto de matrices de opinión que iban, según Marta Colomina, desde una "PDVSA destruida", "un sistema eléctrico con apagones", "vialidad con cráteres lunares", "puentes, escuelas y hospitales en ruinas", "escandalosos niveles de criminalidad", "cientos de protestas diarias", "sin divisas", "desabastecimiento", "inflación",etc.

La denominada Guerra Económica que hoy padecemos severamente los venezolanos y las venezolanas tuvo su punto de partida por esas fechas, a través de un proceso de ampliación de nuestros puertos que se dio en aquella oportunidad, y que la burguesía pretendió “achacar el congestionamiento de los puertos a la entonces CADIVI y al Gobierno Bolivariano, ocultando la verdadera razón: La falta de planificación de los sectores empresariales e importadores para originar saturación en los contenedores de los puertos en el país, incluso cierto desabastecimiento artificial, al punto que hemos observado como en algunos establecimientos comerciales no han estado del todo adornados con los insumos de la temporada navideña, en otros establecimientos se observan escasez de recursos y alimentos con motivo de las situaciones antes descritas.

En esa oportunidad señalaba que la derecha esta evaluando y revisando sus métodos de desestabilización que usaron en el año 2002, hace un poco más de un año. Y el tema económico es uno de los más sensibles. La respuesta nuestra, tiene que ser mucho más argumentada y tomar la ofensiva y medidas que se ejecuten contundentes. Más allá de decir que en la IV República, las clases pobres comían perrarina, cosa que no es mentira, pero debemos dejar de andar repitiendo como unos pendejos las cosas sin saber de donde vienen, esto es una tesis que esbozó nada más y nada menos que Napoleón Bravo y la Negra Isaura, quien es hoy Diputada Suplente de la AN del Diputado Richard Blanco. Tenemos los elementos que demuestran esta tesis.

¿Cómo es posible que tengamos en la entrada de Antímano el Instituto Kanea de la Polar que estudia nada más y nada menos que las tendencias alimenticias de los venezolanos y venezolanas?. Definitivamente hay algunos sectores económicos en Venezuela que pretenden llevarnos a una fase superior para jodernos y reeditar una especie de paro económico como en el año 2002 propiciando a través de diferentes manejos y presiones la devaluación del bolívar, altos costos e inflación.

Es bueno acotar, no soy economista, pero todo el operativo que en aquella oportunidad realizo el entonces INDEPABIS y la SUNDECOP lo apoye, pero resulta que los precios no aumentaron ahorita en aquella ocasión en diciembre, antes de todas estas inspecciones y fiscalizaciones, desde el mes de agosto hasta la fecha, 2 de diciembre de 2012, se habían registrado 4 aumentos consecutivos en los costos y precios. Hay que estar ojo y montados con esto.

Señalaba en ese final del año 2012 que lo económico determinaría todo. Y señalaba también que pese a tener un control de cambios, había fuga de dólares, y aquí cabría preguntarnos: ¿A quién beneficia esto y a que sectores está enriqueciendo? Hoy los numeritos de Oscar Schemel confirman esta aseveración: 8 de cada 10 venezolanos y venezolanas privilegian los temas económicos por encima de los políticos.

En mi último artículo señalé que Venezuela se encuentra en una guerra, sólo que ésta es de manera no convencional, sino basta recorrer las calles de nuestro país y que no podamos conseguir con facilidad los productos de primera necesidad, desmejora en bienes y servicios, saboteos, producto del acaparamiento, la especulación y el boicot a nuestra economía, más la guarimba y los asesinatos selectivos, son prueba más que fehaciente de estas aseveraciones.

Tony Boza, en su extraordinario trabajo “La Guerra contra el Pueblo: Reflexiones para el Contraataque popular”, nos señala como el problema en nuestro país tiene que ver con la manipulación de los precios, que ha sido la poderosa herramienta que ha hecho posible el saqueo del erario público y del bolsillo de las venezolanas y los venezolanos, y lo que ha acelerado la dinámica ya implícita en el modelo capitalista de concentrar la riqueza en pocas manos y producir amplias mayorías empobrecidas (culpando además al Gobierno Bolivariano de esto).

Si en el año 2002, el sabotake económico fue a través de PDVSA, con “santamarías” abajo y rostos que abiertamente se mostraban todas las tardes a las 6 a dar un parte de las acciones terroristas cometidas, hoy es totalmente distinto. Hoy los actores políticos y económicos no se muestran tan abiertamente como uno quisiera, van por debajo, subliminalmente. Además, nos quieren vender la tesis de que la inflación es una especie de fenómeno “espontáneo”, que se dispara solo, como una especie de fiebre o resfriado (y aún estos fenómenos tienen sus causas). A la inflación hay que definirla con sujeto, con actores, sino no estamos haciendo nada.

¿Los precios tienen vida propia? Porque es bueno que tengamos en cuenta que no es lo mismo decir “Combatamos la inflación” que decir “Combatamos a los que aumentan los precios”. A la burguesía parasitaria que durante años medraron de nuestra renta petrolera, les interesa que nosotros le demos el carácter casi mágico de la forma de cómo se mueven los precios, las monedas en el mercado, a los fines de evadir las responsabilidades reales y ocultar las verdaderas explicaciones del por que del fenómeno infacionario y por ende como enfrentarlo.

De acuerdo al informe de la Misión Técnico- Económica Fox del 15 de febrero de 1940, con los resultados de unos estudios realizados sobre los asuntos socio-económicos y políticos en nuestro país, y para sorpresa de sus integrantes se determinó que los precios en Venezuela, si bien eran realmente “estables”, es decir, no sufrían grandes fluctuaciones en el tiempo, sin embargo (he aquí el secreto bien guardado por palabreros de la burguesía, y cuestión que ocultan los libros de nuestra historia económica) esa estabilidad se daba “por arriba”, es decir, por tener los precios “excesivamente altos” en comparación con otros mercados internos, inclusive con el mercado interno estadounidense.

Luis Salas Rodríguez nos lo señala: “… para el caso de la economía venezolana el problema de los precios altos y de su aumento constante y generalizado es un fenómeno ya intrínseco a lo que tiene que ver con las condiciones particulares del tipo de desarrollo histórico capitalista nacional. Incluso en tiempos cuando los índices de precios al consumidor indicaban que no habían problemas de inflación la realidad del intercambio mercantil señalaba que había notorios problemas de precios altos y fuera del alcance de las grandes mayorías.”

También los ataques  a través del dólar, es una demostración más de los pataleos de la decadencia imperial. En el trabajo que hemos mencionado de Tony Boza, se señala lo siguiente:

Es preciso dar contexto a la situación económica que hoy viven los países latinoamericanos: fondos buitre en Argentina, o el TLC que la Unión Europea quiere imponer a Ecuador, o la guerra económica contra Venezuela. Toda esta situación está enmarcada en la zona de alivio del capitalismo, aquí buscan el respiro que sus propias economías no están en capacidad de darles. ... estamos entrando al séptimo año en que la economía mundial sufre la peor crisis del capitalismo de los últimos 80 años. Como es sabido, esta crisis global irrumpió en el sector financiero e inmobiliario de Estados Unidos, para luego convertirse en 2008-2009 en una Gran Recesión que golpeó más duramente a los países capitalistas desarrollados, especialmente a las economías de Estados Unidos, Europa y Japón. El precio de evitar que esa crisis se transformara en una depresión económica mundial como la Gran Depresión de los años treinta, ha sido la inmensa inyección de dinero público ante la decisión coordinada de los Estados de socializar las pérdidas de grandes empresas, principalmente del sector bancario y financiero. (...) Si bien el despilfarro y la ineficiencia estatal tenían parte de responsabilidad en eso, el problema del endeudamiento de las economías desarrolladas no reside sólo en el sector público, sino fundamentalmente en el espectacular incremento de la deuda de capitales privados. Cuando se habla de países endeudados, pensamos inmediatamente en “gobiernos”, en “deuda pública”, sin embargo este desmadre del capitalismo está impulsado especialmente por los sectores privados, veamos: Por segunda vez en esta década los Estados Unidos estuvieron al borde del default con una deuda pública federal que en ese momento alcanzaba los 16,7 billones (millones de millones) de dólares equivalentes al 105% de su Producto Interno Bruto del año 2012 (hacia fines de noviembre de 2013 ya superaba los 17,2 billones de dólares) pero sumadas todas las deudas públicas y privadas se llega a algo más del 360% del PIB36. Es decir, el sector privado en los EEUU está endeudado por el orden de los 57,2 billones de dólares (cifra impagable si consideramos que representa el 72,5% del PIB Mundial). Ahora, los recursos con que se financian los rescates a entidades financieras quebradas provienen de la emisión de dinero inorgánico, principalmente dólares, de allí que sirvan para “socializar las pérdidas” de estos países del primer mundo, es decir, que las pague el resto del mundo, y así, con dólares inorgánicos obtienen recursos “reales” de la periferia. Por eso la guerra contra el mundo tiene un propósito: Occidente se encuentra embarcado en una guerra planetaria uno de cuyos objetivos es el saqueo de los recursos naturales de la periferia, en primer lugar los energéticos, el éxito de la empresa le permitirá realizar una drástica contención de costos productivos asegurando niveles aceptables en las tasa de ganancias de los grandes industriales y en consecuencia amplios beneficios y expansiones de negocios de las redes financieras.

El 60% de las reservas de los países del mundo están compuestas de dólares, cuyo único respaldo es que todo el tinglado del comercio mundial sigue soportado en esa moneda (y los cañones del Imperio), por tanto es vital poner todo su ejército ideológico de acólitos (incluyendo economistas locales) a defender las tesis neoliberales, sobre todo las monetaristas, que son las que le dan aparente sustentabilidad a sus prácticas económicas. Por otro lado, además de la emisión inorgánica de dinero en cantidades abismales por parte del “mundo desarrollado”, también tenemos los llamados “derivados financieros”38, es decir, capital ficticio que impregna la economía mundial haciéndola cada vez más especulativa. Para tener una idea del peso que ya alcanzan en la economía global, revisemos este comentario: A mediados de 1998 estos negocios equivalían a cerca de 2,4 veces el valor nominal de la economía planetaria, llegaron a 4,3 veces hacia fines de 2002, a 8,5 veces a fines de 2006 y a 11,7 veces a mediados de 2008 en pleno delirio especulativo, bajando lentamente desde entonces: 10,5 a fines de 2009, 10,6 a mediados de 2011, cayendo a 8,9 a fines de 2012 y a 8,6 a mediados de 2013.”  

Por ello, nuestro continente pasa por momentos verdaderamente difíciles porque la lucha de clases se puso más aguda, porque la burguesía y el imperio no aceptan los resultados que da el pueblo en las urnas electorales y como ellos mantienen el poder económico con sus bancos, con sus empresas, con sus dólares, mantienen el monopolio de los medios de comunicación de toda la América Latino Caribeña, frente a las derrotas que el pueblo les impone, entonces ellos manipulan el poder económico y la prensa para derrotar nuestro proyecto político que es la liberación de América.

El imperialismo en su fase de decadencia se torna mucho más peligroso, y agudiza su arremetida contra la Patria de Bolívar y Chávez en esta su manifestación más cruda en nuestra cotidianidad como lo son las múltiples expresiones de esta guerra económica (Acaparamiento, Especulación, Boicot, generación de colas) y en su acompañamiento constante de guerra psicológica y cuyos sectores más afectados son nuestras mujeres y nuestros niños, niñas y adolescentes.

Es en ese contexto en el que estamos, y el que tenemos que ponerle un “parao” antes de que sea demasiado tarde.

Espero con esto haber podido en algo responder la inquietud de Gilberth y de otros tantos.



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Juan Martorano

Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.

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