Mientras hacía el recorrido de El Tigre hacia Barcelona la mañana de este martes 14-04-2015, traía cargada mi mochila con Vea y Correo del Orinoco. En una parada que realizó con frecuencia para desayunar, saque de mi mochila el Correo del Orinoco y mientras esperaba por la cachapita con queso, aproveché para comenzar a leerlo.
Fijó la vista en el titular que está en el encabezado y a cuatro columnas en el cual se lee: “Maduro ordenó citar a empresarios que recibieron dólares para traer al país bienes que hoy escasean”. Una vez terminada la lectura del titular y sin ir al texto del reportaje, un escalofrió muy “yerto”, como decíamos en mi pueblo de Margarita, recorrió parte de mi humanidad y el corazón comenzó a latir más rápidamente. No quería complicarme la vida antes del desayuno y opté por colocar el diario a un lado de la mesa. La cachapita tardaba y veía de reojo el diario. Estaba en una disyuntiva: no leer, leer y complicarme el desayuno.
Venció las ganas de complicarme el desayuno y darle una razón a mi gastritis crónica para que me molestara. Leo parte del resumen o sumario que cito: “Nicolás Maduro solicitó convocar a los empresarios a los que entregaron los dólares para la importación de esos productos que no se hacen en Venezuela, muy sensible a la vida adulta y si es necesario (continúa el resumen) vamos a detenerlos y entregarlos a la Fiscalía. Pidió mano dura y advirtió que viene dispuesto a radicalizar la Revolución”[i]. Cito tal cual está en el texto.
No pude dejar de acordarme del chinito de RECADI y de una historia de más o menos cinco años que se repite. Dólares a los empresarios para importar, dólares que van una parte al mercado paralelo y otros que se fugan. Dólares de la renta que todavía están en manos de los que quieren salir de este gobierno.
Hasta ahora, continúa intacta esa “política” tan revolucionaria y bondadosa, cuyo centro sirve a multiplicar los panes de los empresarios a costa de la escasez, desabastecimiento y de más de 250 mil millones de dólares que se han fugado. ¡Qué dictadura! ¡Qué socialismo! ¡Qué vergatario somos! ¡Qué Guerra!
Ya en el texto del reportaje se lee: “unos productos que ellos pusieron a escasear, buscando que se irrite el pueblo, buscando irritar al pueblo”. En estas cosas, nadie puede porque le da la gana. Una fuerza puede porque la otra no puede. Si prefiere; el ciego puede porque alguien le da el garrote.
Otra vez leyendo anuncios como estos, que ya hemos leído en otras ocasiones. Dólares ofrecidos por el gobierno para exportar productos que no llegan, dólares que se fugan, empresarios que se van con la cabuya en la pata y sus ganancias de los capitalistas son tan jugosas en un gobierno socialista, que a los empresarios se dan el lujo de ganar mucho y pagar manipulaciones, mentiras y desestabilización. No cabe otra pregunta: ¿Ya no es mucha ingenuidad por parte del gobierno?
No pude evitar recordar esa célebre frase, que una parte de ella nos dice “ni un tantico así”, tenemos que creer en esta gente. Tropezamos una vez con esa piedra y volvemos tropezar con ella, pero ya la piedra se está haciendo un muro.
Nota: Quiero Saludar y agradecer la décima que me envió Leonel Ruiz. Esta décima complementa unos versos que coloqué en mi artículo anterior[ii]. La décima dice así:
El Hombre es como el cohete
Cuando se eleva a la altura
Allá truena allá figura
Y viene a servir de juguete
Quedando como un soquete
Pompeyo Márquez se moja
En cifras de puro coba
Con su verbo estrafalario
Pero ante vil comentario
Aquí está la Daga Roja