#MaduroDerogAcuerdoForDolarizante

Las batallas que les tocó al "Ilustre Americano", Antonio José Ramón de la Trinidad y María Guzmán Blanco, no fueron poca cosa, no solo internamente contra las facciones afines a los intereses transnacionales encabezadas por los banqueros de la época, sino al ambicioso imperialismo europeo que, incluso, se dio el tupé de bloquear nuestras costas. Esa Venezuela de finales del siglo XVIII, convulsionada por los avatares que conlleva toda intención de cambio de sus estructuras políticas, económicas y sociales, llevó en algunas oportunidades al Presidente Guzmán Blanco a popularizar una expresión que bien pudiéramos tomar, para caracterizar la Venezuela de los tiempos de la Revolución Bolivariana: "Venezuela es como un cuero seco, si lo pisas por un lado se levanta por el otro" , reseñada por Herrera Luque en su obra: "Los cuatro reyes de la baraja". Y no puede caer tan bien, dicha expresión, cuando la burguesía parasitaria venezolana viniendo de una derrota histórica, al igual que sus amos del norte: el imperialismo de los EEUU, hoy representado en el gobierno de Obama, insisten ahora, en darnos un golpe monetario, mediante la dolarización de nuestra economía.

Esta afirmación, la sustentamos en los principios que en materia económica establece nuestra Constitución Bolivariana, la primera en toda nuestra historia, aprobada por el pueblo venezolano mediante referendo popular en 1999. Establece nuestra Constitución en el 318: "La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar. En caso de que se instituya una moneda común en el marco de la integración latinoamericana y caribeña, podrá adoptarse la moneda que sea objeto de un tratado que suscriba la República". No se va con medias tintas nuestra Constitución Bolivariana, el Bolívar es nuestra moneda y solo pudiera ser suplida, si y solo si, nuestro continente suramericano avanzar en un proceso integracionista y concluyera en una moneda única, tipo unión Europea. Todo intento de sustituir nuestra moneda por otra extra continental, constituye una afrenta al texto constitucional, sus principios, y, por ende, un golpe monetario, así debemos denunciarlo ante nuestro pueblo y las naciones amigas de nuestro continente y el mundo.

El Acuerdo alcanzado entre el ministro de industrias, José David Cabello, el ministro de Transporte Terrestre, Haiman el Troudi, con representantes de la transnacional Ford Motor, el lunes 04 y hecho público, el miércoles 06 del presente mes, que, según los ministros antes mencionados, busca incrementar la producción de vehículos en el país por dicha ensambladora, ratifiquemos: ensambladora, valga decir: "importar partes y autopartes desde el exterior y armarlas en el país", fue celebrado por los ministros, quienes de inmediato se manifestaban por el tuiter, tal el caso de Haiman: "Junto al Min. José David Cabello sostuvimos una fructífera reunión con Representantes de Ford Motor Vzla". Mientras que, Cabello se manifestaba en otros términos: "Con estas reuniones lo que se pretende es aumentar la línea de producción", nos venía a la mente tras la lectura de los tuiter del ministro Cabello, aquella reunión sostenida con representantes de la empresa gringa Procter & Gamble en la que les exhortaba también a incrementar su producción de artículo de limpieza personal. Ingenuidad o torpeza? Qué escenario político tendrá en su cerebro el ministro Cabello? Para quien, y es obvio, no existe guerra económica, sino baja producción y para incentivarlos no queda otra sino hacer lo anunciado por el ministro Haiman en otro tuiter de esos días: "Cencoex liquidará esta semana $20 millones por concepto de deudas 2014 de Ford con sus proveedores, tal como anunció @NicolasMaduro". Como era de esperarse, el objetivo de la transnacional se cumplía, se les abría el grifo de los dólares. Hasta ese momento, se desconocía los alcances del acuerdo. Pero mientras, todo era un mar de felicidad: "En 15 días Ford reanudará sus líneas de producción, se resolvieron nudos críticos tras encuentro con Ministros de Transporte e Industrias".

Que la burguesía local celebrara dicho acuerdo, dejaba ver el bojote que se ocultaba tras el mismo, "Todo va a ser a la tasa de cambio de Simadi, incluso el pago de los aranceles, las operaciones son en bolívares pero las piezas y otras materias primas son en dólares", quien añadió: "toda la operación en términos locales es en bolívares porque lo único que se va a hacer con las divisas es pagar por la materia prima para producir los vehículos", señalaba el presidente de Conindustria, Eduardo Garmendia. Fedecámaras brincaba en una pata. El sindicato "bolivariano" de la empresa quien, presumimos, aupaba el acuerdo, cobraba protagonismo en los medios explicando los alcances del acuerdo, justificándolo sobre la base de que: "Algunos dirán que esto es solo para un grupo privilegiado, pero es mejor que nada. Es esto o acabar con 2.300 puestos de trabajo directo, además de la red de proveedores y concesionarios. Son más de 30.000 empleos", así se manifestaba el presidente del sindicato "bolivariano" de la Ford, Gerardo Troya. Importante tener presente, los nombres de la traición a la Patria, a su Constitución, que no escatiman sus ambiciones personales por sobre los intereses del pueblo venezolano, para quienes los Principios poco importan. En alguna oportunidad, el Comandante Chávez fue tajante, con motivo de la traición de Miquilena, "entre un principio y mil amigos, me quedo con mis principios", no se iba con medias tintas nuestro Comandante Infinito.

Bien, el uso de cierta dirigencia sindical aristocratizada por la burguesía, para el logro de sus perversos fines, no es nueva; en el pasado, la CTV cumplía a cabalidad ese objetivo. Previo a la traición del sindicato de la Ford, fuimos testigos del repudiable papel jugado por la dirigente de la UNETE, Marcela Máspero su coordinadora general, quien, en similar actuación, se batía en los medios de la burguesía con amplia difusión, reclamándole sus dólares a las transnacionales farmacéuticas: "Nos preocupa enormemente que Elías Jaua anunciara que su viaje a Brasil fuera para negociar la importación de medicamentos de este país, lo que nos pone en difícil escenario de perder 5 mil empleos más de los 2 mil ya perdidos durante este año, si el Gobierno no liquida las divisas a los laboratorios para echar adelante la industria y preservar plazas de trabajo" (…) "…la deuda alcanza los 4.500 millones de dólares para los años 2013 y 2014, Si esto no se resuelve en menos de una semana se agudizarían los inventarios en el país que ronda el 76%, justo ahora cuando aumenta la crisis de chikunguya, dengue enfermedades contagiosas" (lapatilla.com, 11-11-2014). Esa crisis, nuestro pueblo se las inventó para enfrentarla sin los medicamentos exigidos, la hoja de la mata de mango y otras inventivas populares permitieron cubrir la emergencia, pues, mientras las transnacionales recibieron sus dólares, exigidos por doña Marcela, la realidad es, que esa medicinas nunca llegaron al pueblo y hoy comienzan a aparecer en galpones abandonados con su fechas ya vencidas, como el recientemente encontrado por la Sundde en el Estado Zulia donde hallaron 14 millones, léase bien: "Más de 14 millones 760 mil 310 unidades de medicamentos vencidos encontró la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) durante la fiscalización realizada a la comercializadora y distribuidora SM Pharma C.A." (http://www.aporrea.org/contraloria/n270331.html). Desde el año 2009, venía recibiendo religiosamente sus dólares dicha empresa, a diferentes tasas: 2,15; 2,30; 4,30 y 6,30, hasta un acumulado de 4 millones 168 mil dólares, para importar medicamentos que, como lo demuestran los hechos, una vez llegados al país, eran almacenados en galpones, desapareciéndolos del alcance del pueblo venezolano, en una actitud que habla muy bien del carácter criminal y hamponil de la burguesía parasitaria venezolana y de los sindicatos que les acompañan en sus patrañas. El silencio, de doña Marcela, dice mucho de esa oposición apátrida y su forma de conducirse.

Hoy, el llamado que hacemos al pueblo venezolano y, en especial al Presidente Maduro, a la FANB y a la Sala Constitucional, es a manifestarse contra ese acuerdo dolarizante de nuestra economía. Esa afrenta a nuestra Constitución, requiere de la unidad nacional para enfrentarla. El Presidente Maduro, nuestro pueblo y nuestra Fuerza Armada, los Poderes Públicos, al igual que nos unimos contra la osadía imperialista de querer someternos a sus dictámenes, hoy debemos unirnos para enfrentar esta nueva tentativa golpista, "cual cuero seco" surgido desde el mismo Gobierno Revolucionario, en connivencia con el capital transnacional y factores aristocráticos del movimiento sindical. Que, como bien nos señala Zúñiga, implica graves riesgos a nuestra Sagrada Soberanía Nacional, así lo explica en esclarecedor artículo publicado en Aporrea, "Venezuela Nos quieren Dolarizar": "La dolarización implica la expulsión del bolívar y la eliminación en la práctica del Banco Central, esto significa renunciar a lo que todo Estado soberano ha podido hacer desde que existe la banca central: una política monetaria en función de los intereses del desarrollo nacional. Con ello, se elimina la posibilidad autónoma de hacer política monetaria. Luego de instalarse la dolarización, el Banco Central del país es el banco central estadounidense, llamada Reserva Federal para los gringos".

En momentos de amenaza a nuestra moneda, solo nos resta consustanciarnos con las palabras de ese patriota nuestro suramericano, Rafael Correa: "En estos tiempos difíciles, veremos lo importante que es tener una moneda nacional (…) la moneda nacional es uno de los emblemas de soberanía. Nosotros tenemos una moneda extranjera, por lo que la situación es mucho más grave". ¡No pasarán!



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Henry Escalante


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