El propósito del Comandante Chávez al crear la Gran Misión Vivienda Venezuela fue, para transformar las condiciones de vida de aquellos venezolanos que fueron empujados por la oligarquía a vivir en los lechos de las quebradas o en los cerros de Caracas, también fue bueno desde el punto de vista humano, además de ser una de las tantas formas que invento para distribuir en el pueblo la riqueza petrolera.
Indudablemente que el tema de la vivienda constituye uno de sus grandes aciertos, toda vez que todavía somos más de tres millones de venezolanos que carecemos de una vivienda propia, con la esperanza puesta en esta gran misión.
Misión humanista, estratégica, y dignificante del venezolano de a pie en primer lugar, pero también dirigida a favorecer a esa clase media que fue maltratada y excluida por los sectores de la gran oligarquía.
Como resultado de su empeño en llevar sosiego, tranquilidad y paz a miles de familias venezolanas, que desde hace muchos años poblaron las riberas de las quebradas y los cerros de la capital, que sufrían las calamidades producidas por las temporadas de lluvias, hoy se ven levantados cientos de nuevos urbanismos en casi todo el territorio nacional.
En principio todos creíamos que la misión estaba destinada a resolver el problema de vivienda a los millones de venezolanos que poblaron esos lugares, a los cientos de miles de personas que vivimos alquilados, pero los hechos nos están demostrando lo contrario, según datos que manejan conocedores del oficio, se han adjudicado de las setecientas mil viviendas construidas por el gobierno, más del 28 % a personas que no son de los venezolanos que construyeron sus ranchos en esos espacios inestables ni de los que vivimos alquilados.
El proceso de adjudicación ha sido manipulado a discreción por funcionarios inescrupulosos, quienes aprovechándose de la nobleza de esta gran misión que fue alma y corazón de nuestro comandante eterno, la están utilizando para hacer negocios turbios.
Desde hace tiempo se viene diciendo que hay que meterle la lupa al proceso de adjudicación de las viviendas de la gran misión vivienda Venezuela, pero el sr Ministro Molina se hace de la vista gorda.
Hoy la realidad le está golpeando en la cara, por no haber tomado en cuenta muchos factores que hasta por sentido común eran fácil de advertir.
Pues ahora tenemos el problema que los nuevos urbanismos asentados en las urbanizaciones de Caracas, se han convertido en el dolor de cabeza de sus habitantes tradicionales, ya que en las adjudicaciones de dichos apartamentos, privaron intereses contrarios a la ética, al buen vivir y al respeto que se merecen los pobladores de esas urbanizaciones.
Bien lo dijo en una ocasión Alí Rodríguez Araque, la improvisación de los responsables de ejecutar el proyecto ideado por el Comandante Chávez, ha resultado peor el remedio que la enfermedad, ha producido un choque de culturas, que se ha podido evitar con una buena dosis de inteligencia.
Ahora el gobierno del Presidente NICOLAS MADURO, ha tenido que emprender a través del Ministerio de Relaciones Interiores, justicia y paz, una serie de procedimientos represivos en muchos de esos nuevos urbanismos para tratar de corregir el entuerto generado por el irresponsable comportamiento de funcionarios del ministerio de la vivienda que han hecho de la gran misión vivienda Venezuela un negocio lucrativo.
Mientras en sus dependencias les niegan apartamentos a familias decentes con serias dificultades de viviendas y con garantías de pagarlas, les adjudican apartamentos a individuos malvivientes que se bajan de la mula, cuya finalidad es montar en esas residencias sus centros de operaciones delictivas.
De allí los allanamientos que los cuerpos policiales están realizando en esos nuevos urbanismos, donde por supuesto que hay familias decentes, pero que por este indecente proceder de unos vivitos encargados de adjudicar dichos apartamentos, permiten que accedan a los mismos, individuos de todas las calañas, que son los que imponen las normas de convivencia.
Muchos de estos nuevos urbanismos, actúan a la libre, no hay seguimiento del ente adjudicador, no se dictan talleres de formación para el buen vivir la convivencia ciudadana, la organización comunitaria y la prevención, para detectar a tiempo las incursiones de los malvivientes.
Es responsabilidad revolucionaria defender el legado del Comandante Chávez, y no permitir que uno de sus grandes proyectos se distorsione o se lo trague la corrupción. Decía Mao,” Si un camarada conoce de un problema que afecta a la revolución y no lo denuncia se hace cómplice del mismo”
Sr Ministro Molina asuma su cuota de responsabilidad que le corresponde en la creada situación que se está presentando en los nuevos urbanismos de la gran misión Vivienda Venezuela, antes de que la oposición comience a satanizar la más noble obra del Comandante Chávez.