La primera reacción que tuvo el gobierno de Colombia ante el cierre de la frontera, fue el diálogo entre ambos cancilleres, allí parecía haber entendimiento entre ambas partes, la Canciller colombiana reconoció el problema existente y parecía que se le estaba consiguiendo una solución para ambas naciones. Luego por el otro lado, el presidente Santos echa por tierra toda la conversación que horas antes se había llevado a cabo y comienza una serie declaraciones que en vez de aclarar, oscureció el panorama, llamó a consulta a su embajador en Venezuela e inmediatamente solicitó una reunión de la Unasur para plantear el conflicto. EEUU actuó como abogado del diablo, primero diciendo que todo país tenía el derecho soberano de proteger sus fronteras.
Imagínense si EEUU dijera lo contrario, como podría entonces explicar su Operación Guardián iniciada en 1994, en inglés Operation Gatekeeper al mismo le han dado el sobre nombre de Operación Muerte ¿Por qué será?. Está operación llevó a la construcción del muro en la frontera con México en donde tiene cualquier cantidad de medios posibles para visualizar, detectar e impedir la entrada de inmigrantes a su país no sólo para mexicanos, sino para cualquier inmigrante que intente realizar el gran sueño americano. De hecho las propuestas de levantamientos de muros en las fronteras de Estados Unidos se han puesto de moda en los últimos meses, entre los aspirantes a cargos políticos en la Casa Blanca, .y se ha levantado toda una polvareda latinoamericana por las declaraciones xenofóbicas del aspirante a la presidencia Donald Trump.
Pero en estas declaraciones el Sr. Kirby también habló de los derechos humanos, algo que está en su legislación pero que no lo llevan a la práctica, del derecho internacional y sobre la receptividad o la cooperación del otro país, o sea Colombia. Y está fue la parte que le interesó a Santos, y mostró de una vez sus pocos deseos de cooperar, declaró una emergencia humanitaria en Cúcuta, y convirtieron una operación de derecho y respeto entre países, en una situación mediática y completamente sesgada de la realidad, que se ha vivido en nuestra frontera.
Los medios locales e internacionales, comenzaron una arremetida bestial en contra de las medidas tomadas por el gobierno venezolano, pero que en ningún momento mencionan los motivos que llevaron al presidente Maduro a tomar está decisión y menos a aceptar lo que ya en su momento había sido aceptado y declarado públicamente por la Canciller Holguin, que son las mafias que operan desde el vecino país perjudicando la paz y el buen vivir del nuestro y que ha operado libremente por nuestras fronteras, esto no es un cuento nuevo, ni inventado sino un problema que se había ido postergando con el correr de los años y que se ha agudizado en los últimos tiempos. El gobierno de Venezuela siempre ha hecho estas denuncias, y la indiferencia es la respuesta de su par colombiano, como si la frontera perteneciera a otro país o tuviera otro gobierno resulta que ahora si apareció el gobernante de Cúcuta cuando estamos seguros no tenía idea de la cantidad de colombianos que nuestro país alberga, integrados en nuestra sociedad, recibiendo y percibiendo todos los derechos y beneficios que el gobierno bolivariano ha logrado para su pueblo. Eso sólo contando los que están de forma legal que en ningún momento el gobierno ha dicho que tendrán que abandonar el país.
En la OEA no cubrieron el Quòrum necesario para la reunión de cancilleres, modestia aparte después de la magistral exposición de motivos de nuestro representante en la OEA Roy Chaderton la respuesta era obvia. Los medios colombianos reseñan la noticia como una derrota de Colombia, como si se tratara de un juego de Futbol o Boxeo en donde hay vencidos y vencedores, aquí no se trata de ganar o perder, se trata de unir lazos de hermandad y cooperación para el bienestar de ambas naciones. Darle un revés a la historia e iniciar una nueva, en donde el respeto, la soberanía y las buenas relaciones fluyan, no es atacarnos entre pueblos, sino unirnos para erradicar los viejos vicios y las grandes mafias que no preguntan nacionalidad y que tampoco la tienen.
Ahora después que propusieron e hicieron imperativo una reunión del Mercosur, dicen que ya no desean hacerla, porque no se hará en la fecha que ellos propusieron, ¿Qué creían que el problema se arreglaría solo porque se llevaría a cabo una reunión? O desean mediación para entablar un diálogo franco con Venezuela. Porque esto no es una cuestión de hacer un careo a quien tiene la razón, este es un tema que hay que tomarlo con pinzas, para que cualquier decisión que sea tomada sea bajo la coordinación de ambos gobiernos y que sea la paz y la diplomacia las grandes ganadoras, no es toma tu pueblo y dame el mío. Es, que haremos en conjunto para que ambos pueblos puedan vivir dignamente y en paz. Estoy segura que nuestro gobierno agradecería a Colombia grandemente si nos devolvieran a todos nuestros compatriotas que ellos sintieran que le hacen daño a su país, o que han hecho en el nuestro y se escapan para allá y continúan arremetiendo contra Venezuela tranquilamente.