Si detenemos la prisa y nos sentamos a pensar sobre la situación económica inducida por esta guerra económica, podemos notar que la gran mayoría de los productos, o por lo menos los básicos existen y lo podemos encontrar en casi todas las bodegas y algunos puestos ambulantes itinerantes que aparecen en las esquinas. Hay arroz, pasta, azúcar, aceite, carne, pollo, jabón. shampoo y otros. Sin embargo el precio es exorbitantemente especulativo. Por ejemplo un shampoo de 89 bolívares de 900 mililitros, lo tasan en ese nuevo mercado negro llamado bachaquerismo en 1500 bolívares. Y así en esa abultada proporción irracional se va alimentando una vorágine especulativa que ahora afecta a sirios y troyanos.
Visto desde el punto humano y espiritual el bachaquero es nefando. Atroz. Es un egoísmo que autodestruye, es por eso que el Bachaquero no se da cuenta que al vender con sobreprecio algo, es también víctima cuando compra algo igual. Se autodestruye, en cierto caso es un suicida económico, que lentamente ve cómo sus propias finanzas se hacen agua tragadas por ese espiral especulativo que afecta y daña las familias venezolanas. Los bachaqueros son delincuentes, andan asaltando con sus sobreprecios y con sus absurdas pretensiones de vivir sus sueños de grandezas a costillas del atraco a sus semejantes.
En lo social pues sí se va desclasando, pero no porque suba su estrato social sino porque su misma clase social lo ve como un ladrón, un ladrón de siete suelas, y esto porque aunque él piensa que hace un favor en la comunidad donde habita y comparte; todos y todas le tienen idea porque saben que los están robando con el exagerado sobreprecio en todos los productos. Inclusive socialmente el Bachaquero afecta a su propia familia ya que se ha evidenciado que son sus familiares más cercanos, mujer e hijos, quienes son tildados en la calle de Bachaqueros o ladrones que son sinónimos cuando de robar al pueblo se trata.
En lo económico se prestan al juego de la derecha de destruir la patria, de destruir el proyecto socialista y chavista de inclusión social, un proyecto político que ha sacado a millones de personas de la pobreza y lo ha sabido dignificar. Muy lamentablemente, el imperio que nunca descansa ha desatado su ira contra Venezuela y ha hecho caer los precios del crudo venezolano, nuestro petróleo cayó al suelo; juegan con un mercado negro del precio de nuestra moneda con respecto al dólar, a través de la página Dólar Today, todo un ataque sistemático a la economía, más el contrabando de extracción, más la corrupción de algunos funcionarios infiltrados, que se ha venido aplacando con la acción judicial. Lo cierto es que el Bachaquero es un delincuente, un mafioso, un sinvergüenza que roba al pueblo y pulveriza las finanzas de todas y todos.
Qué hacer ante esto. Denunciar, conversar con los más cercanos en las comunidades para tratar de abstenerse de comprar a precios especulativos. Denunciar ante las autoridades competentes por las vías expeditas; organizarse para exigir a las autoridades competentes a que ofrezcan mayor vigilancia y acción. Hacer seguimiento a toda la cadena de mando de las autoridades. Sumarse a las tareas revolucionarias de crear conciencia en las áreas de desenvolvimiento.
El bachaquero no aplica a la viveza criolla, eso es otra cosa. La viveza del venezolano es lo dicharachero, las ocurrencias del gentilicio, el buen humor, la inventiva ilimitada para propagar la alegría, los chistes peloteriles, la admirable capacidad que tenemos para departir en diciembre, las sanas bromas en carnaval…, pero jamás, nunca, nuestra viveza criolla ha ido a la maldad, a la delincuencia, al crimen, que son las características básicas de estos bachaqueros, de esta tara social, a quienes tenemos el deber de denunciar y erradicar de la sociedad porque son ellos quienes con su estúpida avaricia le hacen daño al pueblo venezolano. Hay que acabar con esta escoria social que arremete contra sus inocentes semejantes.