"Bienvenido el error, para reconocerlo, combatirlo y convertirlo en una nueva invención; mal venido el engaño, porque es mortal para un proceso revolucionario".
Hugo Chávez Frías (6 de enero 2006)
Con gran entusiasmo observamos al Presidente de la República Nicolás Maduro desde el Puerto de La Guaira, recibir acompañado de varios miembros de su gabinete, entre ellos el ministro de Pesca y Acuicultura Ángel Belisario y de autoridades del estado Vargas, lideradas por el gobernador Jorge Luis García Carneiro.
El entusiasmo no era para menos cuando en la ruta de la Agenda Bolivariana y el encendido de uno de sus motores, como lo es la pesca, se destacaba el impulso que el gobierno bolivariano quiere darle a este sector dentro de las estrategias para romper con la economía rentista petrolera y encontrar una verdadera economía productiva.
Todo parece indicar que a pesar de la guerra económica y el saboteo político generado desde la Asamblea Nacional y la guarimba callejera, el Estado venezolano mantiene la brújula orientada hacia un puerto seguro, como lo demostró la llegada al litoral guaireño del buque atunero "Gran Roque".
El barco pesquero construido en Bilbao España llegó a nuestras costas cargado de 1.400 toneladas de atún de aleta amarilla, hecho que representa un símbolo al cual el mandatario venezolano se refirió:
"Yo llamo el pueblo con mucha perseverancia a tomar el camino de la nueva riqueza (…) Venezuela necesita un gran cambio histórico del modelo económico, pero en lo práctico".
Es la Agenda Bolivariana la que cambiará el curso de la economía venezolana – dijo Maduro - hecho que nos hizo recordar también todo el esfuerzo realizado por el Comandante Hugo Chávez durante los 13 años que estuvo al frente de la Revolución Bolivariana.
Es a este nuevo proceso al cual quiero referirme y a la herencia del actual presidente, quien sigue los pasos de su maestro, los cuales en muchos casos no han sido acompañados.
Hoy estamos en un momento difícil, acosados por una guerra económica ante la cual no podemos dar pasos en falso y mucho menos, cuando los recursos han mermado y el destino de la República nos exige un mayor esfuerzo.
No podemos permitir que al igual que en el pasado, cuando el Comandante Chávez destinara millones y millones de bolívares y hasta dólares, para el desarrollo de la agricultura se perdieran.
No están muy lejos las imágenes cuando el hijo de Sabaneta, entregara centenares y centenares de tractores y maquinaria (chinas, argentinas e iraníes) a los campesinos de los llanos venezolanos y de la Mesa de Guanipa, para una agricultura que nunca floreció.
Lamentablemente, los importadores privados y camaradas enchufados de la Revolución, prefirieron la economía de puertos heredada de la IV República y que tanto daño le ha hecho a nuestro país.
Hoy los esfuerzos, con menos recursos, en pro de una economía productiva continúan por parte del Presidente Maduro y su Gobierno para acabar con la dependencia y la economía rentista.
Sería lamentable, por ejemplo, que más de un millón y medio de kilos de atún y peces de las más variadas especies, no entraran directamente al mercado consumidor a precios justos y razonables.
En cualquier supermercado del país una lata de atún, dependiendo del tamaño, vale desde los 750 a los 2000 bolívares c/u. Ni hablar de las latas de sardina que era lo más barato que se conseguía y hoy pasan de los 400 bolívares cada una. (http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/313565/presidente-maduro-recibe-buque-atunero-gran-roque-en-el-estado-vargas/).
Mientras el gabinete económico imprime nuevos bríos y tiene nuevas caras y el motor del Vicepresidente Aristóbulo Istúriz continua de buena fe echando el resto por el país, la caravana de la sardina (con flota nueva) se desvía, los precios siguen abultados y las ganancias van a parar a los bolsillos de empresarios. En otras palabras, el esfuerzo se pierde porque ellos precisamente no son muy sensibles al pueblo y a la Revolución.
Queremos que el Presidente Maduro se coma su atún a la parrilla porque se lo merece, pero también deseamos llegue al pueblo a precios solidarios. Podemos invertir más de 2.000.000 euros para nuevos busque pesqueros de la flota nacional y 4000 mil millones de bolívares en un Complejo Pesquero "Varadero Caribe", eso está muy bien.
Pero por nada del mundo debemos permitir que a la Revolución la vuelvan a estafar y después nadie sepa de resultados, como ocurrió con los centrales azucareros, procesadoras de frutas o tractores y maquinarias agrícolas que no produjeron ninguna cosecha y hoy son chatarras en los campos venezolanos (vi desfilar decenas en los campos de Barinas).
Los venezolanos deseamos que los buques pesqueros tengan buen viento y buena mar, pero que los peces y el atún lleguen a los frízer anaqueles de los supermercados, mercados y frigoríficos del país a buen precio, sin intermediarios, para bien del pueblo y de la Revolución Bolivariana.
¡Amanecerá y veremos!