l pasado jueves 7, cuando el Constitucionalista Herman Escarrá aprovechando la marcha en rechazo a la Ley de Amnesia Criminal, aprobada por la mayoritaria bancada de EEUU en la Asamblea Nacional, quizás no se esperaba la respuesta del Jefe del Estado y Comandante en Jefe de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, camarada Nicolás Maduro: “Escarrá ha lanzado una propuesta. La voy a estudiar con absoluta seriedad, le prometo al país…” La misma, consistía en la activación de una Enmienda Constitucional para reducir el mandato de la Asamblea Nacional a tan solo 60 días, no prorrogables. Quizás, tengamos que esperar tres años más, para saber de su respuesta, como ha ocurrido con el tema económico y otros de igual importancia; pero, si algo ha caracterizado la gestión del camarada Maduro, es su lentitud para tomar decisiones que requieren en su gran mayoría de los casos presentados, suma urgencia. Y ojo, no es solo la figura del Presidente de la República quien adolece del nefasto mal de la burocratización, sino todo el conglomerado del funcionariado revolucionario y no tan revolucionario, más bien derechista. Quién puede negar la burocratizada gestión de las gobernaciones de Miranda, Amazonas y Lara, en donde la no atención a sus pueblos, constituye la nota característica.
Casos recientes, evidencian como el mal de la burocratización destruye la confianza de la población en sus gobernantes. Así, mientras la inseguridad repunta y pone en jaque la paz ciudadana, obligando a respetables camaradas a expresar públicamente sus preocupaciones sobre el tema, como han sido los casos de Freddy Bernal de la Dirección Nacional del PSUV y el Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López; el camarada ministro de Interior Justicia y Paz, pareciera no darse por enterado y comunidades densamente pobladas, como son los casos del Valle, El Cementerio, 23 de Enero, La Cota 905, por solo mencionar algunas aquí en Caracas, palidecen y tienden a refugiarse en sus viviendas, ante los casi que diarios “toques de queda” que las bandas criminales asociadas con paramilitares colombianos desmovilizados y militantes de la MUD, realizan para inmovilizar el Poder Popular organizado en esas barriadas populares; imposibilitándoles, desplegarse en defensa de su derecho a la vida en sociedad. Inaudito, no solo la pasividad del señor ministro, sino la de los gobernantes locales, dedicados como están, a la farándula del diván. El pueblo, está exigiendo respuestas contundentes para minimizar y extirpar ese flagelo del mal que está acabando con vidas de nuestro pueblo. Reaccione camarada Presidente Maduro, el pueblo lo eligió para gobernar, tomar decisiones, “inventar o errar” como dijera ese grande de nuestra América que fuera Robinson. La inseguridad no puede continuar a su libre albedrío.
Al igual que la inseguridad, el tema de los alimentos, su desabastecimiento de los negocios formales y posterior pase al bachaqueo, sigue sin respuestas adecuadas por los entes responsables de su contención. Apenas, días atrás, el Jefe de Gobierno del Distrito Capital, camarada Daniel Aponte, fue que anunció su disposición de abordar ese flagelo que tanto mal viene haciendo a nuestra población. Se desconocen los resultados de las operaciones ejecutadas para desmantelar las bandas de bachaqueros que operan en las cercanías de los mercados municipales e incluso en los propios mercados, pero el solo anuncio genera expectativas positivas, esperemos no secuestre la mediática del diván al ciudadano Jefe de Gobierno, pues Caracas requiere de Gobierno, y Gobierno con y para el pueblo. Pero, así como la burocratización se expresa en la ausencia de decisiones sobre temas relevantes que afectan nuestro pueblo, la corrupción viene a ser otra forma de expresión de la burocratización. La reciente denuncia del acaparamiento de 30 mil sacos de azúcar en el Central Azucarero de Trujillo, hecha pública por el Frente de Trabajadores de esa empresa recuperada por los Trabajadores y el Gobierno Nacional, dice mucho del daño que está haciendo la burocratización a la gestión de gobierno del Presidente Maduro. Desconocemos si el presidente de la Corporación Venezolana del Azúcar (CVA), Kassen Castillo, y el gerente de la zona, permanecen en sus cargos todavía, estarán detenidos o ya se fueron del país, pero esta denuncia no debe quedar en la impunidad; menos aún, si consideramos las penurias que está pasando nuestro pueblo para adquirir este preciado bien que, a precio bachaquero, ya anda rozando los mil bolívares. Justicia exigimos, en nombre de este pueblo, y resguardo a la integridad física y su estabilidad laboral, de los valientes trabajadores que se atrevieron a realizar la denuncia.
Burocratismo, no solo es paralización de respuestas por parte del aparato de Estado y corrupción, sino que su práctica produce lesiones a los derechos humanos y laborales, como ocurrió recientemente en las universidades públicas. Autoridades universitarias que no procesan órdenes de pagos de los sueldos y salarios del personal universitario, procuran inducirles odio contra el Gobierno Nacional del Presidente Maduro; mientras, los burócratas gubernamentales les hacen el juego y retienen sueldos y salarios, desconociendo que los mismos deben gozar de una “protección especial del Estado” que la Constitución y la LOTTT, ordenan garantizar. Limitándose, los funcionarios gubernamentales, al juego de la diatriba politiquera; cuando el caso requiere de una acción de mayor profundidad, pues se trata de violación de derechos humanos que requieren el enjuiciamiento de los funcionarios universitarios que incurran en tales delitos de lesa humanidad contra los trabajadores, trabajadoras universitarias y sus familias, que dependen de ese sustento para subsistir.
El burocratismo, es la constante característica de los gobiernos que hoy dirigen los destinos del pueblo venezolano de nuestros tiempos, sea bolivariano o no (Miranda, Lara y Amazonas). Ninguno está exento de ese mal que tanto denunció y atacó nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez. Apenas concretada la victoria electoral de 2006, decretaba nuestro Comandante Infinito: "Guerra a muerte contra la corrupción. Una nueva moral socialista se requiere. Una batalla por un Estado nuevo, que sea capaz de derrotar la burocratización. A partir de hoy desenvaino dos espadas; una contra la corrupción y otra contra el burocratismo". En 2010, reflexionaba y concluía: “Empezando esta etapa post 26 de septiembre, después de la sólida victoria del 26, uno de los empeños más fuertes que debemos poner es la lucha sin cuartel contra la burocratización, señores ministros, ministras, viceministros, viceministras. Una lucha todos los días contra ese fenómeno, que es propio y natural de los estados burgueses, pero no puede ser ni propio, ni natural, ni nada de un Estado social, marchando hacia el socialismo. Ese es uno de los enemigos más grandes que nosotros tenemos, la burocracia parasitaria, pero hay que combatirla donde esté, pero donde esté señores ministros…” Y nos alertaba: “El estado burgués te traga si no te das cuenta” (Aló Presidente N° 364, 03-10-2010). Y concluía nuestro Comandante Infinito, en la fórmula infalible para derrotar al burocratismo: “Cuando nosotros estamos impulsando el Poder Popular, estamos logrando que el Poder Popular salga de la abstracción en la que estaba, de la invisibilidad en la que estaba, y se vaya convirtiendo en un conjunto de instituciones políticas, económicas y sociales, y yo creo que ese es el mejor combate contra el burocratismo y la ineficiencia del Estado” […] “Cuando la gente tiene poder, cuando el pueblo tiene poder, es porque puede poner las condiciones, disponer de los recursos necesarios para vivir cada día mejor, y desde ese punto de vista es necesaria una gran voluntad” (Hugo Chávez, 11-02-2011).
Fidel, con su vasta experiencia siempre alertaba: “…creo de todo corazón que el socialismo tiene que cuidarse del burocratismo tanto como del imperialismo. No olvidarse de eso, porque es más peligroso, porque es un enemigo clandestino…” En 1961, alertaba al pueblo cubano y les daba la fórmula perfecta: “Una revolución es una tarea de pueblo. Y el método burocrático está en contradicción absoluta con el principio de la revolución socialista.” La burocratización, nos indica que hay una degeneración de la estructura y funciones de los aparatos administrativos burocráticos del Estado Bolivariano; el cual, aún sigue siendo burgués en su esencia de clase. 17 años, han sido insuficientes para demoler ese traste que nos legara la cuartarrepública. Las Misiones Sociales, fueron las estructuras creadas por nuestro Comandante Chávez para baipasear ese viejo instrumento de dominación de clases, para llevar felicidad a nuestro pueblo. La realidad nos ha enseñado que a mayor burocratismo menos Democracia, menos participación popular, menos Poder Popular, menos Revolución. Hora ya, camarada Presidente Maduro de propiciar un verdadero terremoto a lo interno de las estructuras de su Gobierno, altamente burocratizado como está; de manera que el Poder Popular se vaya apropiando del mismo, en caso contrario, será la derecha fascista la que se apropiará de un gobierno que no le es propio, no les pertenece, su quinta columna lo hará posible como fenómeno único en la historia…