El Mercal tipo 1 de la Pastora

Bien sabido es que una pequeña y miserable muestra de sangre, tejido o quién sabe qué otra cosa, puede servir para detectar anomalías, disfunciones o enfermedades en cualquier organismo vivo. El presente y "didáctico" caso, me anima a pensar, podría dar luces para encontrar el tipo de "enfermedad" que acontece en buena parte de las instituciones públicas del Estado, por el muy determinado tipo de personajes que están al frente de ellas. Si no es así, por lo menos, valga lo que acontece con los que están en el Mercal tipo 1 de la urbanización La Pastora (parroquia Cecilio Acosta municipio Maracaibo), y el prolongado conflicto que allí se presenta y que bien obliga sea tratado y solucionado de manera urgente y correspondiente.

Este Mercal se haya enclavado en un sector de Clase Media, con tantos prejuicios que es uno de los lugares donde los "cacerolazoos" y guarimbas mayor intensidad alcanzaron. Comunidades que a razón de la arrogancia de creerse en la "mitad" de algo que está muy "casi arriba", también se consideran los "casi mejores", los "cuasi aristócratas" de un mundo exclusivamente para "ellos", un mundo de y para la "gente bonita" que por gracia divina viste, además, con "distancia y categoría". No en valde se autoafirman muy distantes y totalmente desconectados, y principales detractores, de los que están allá "abajo". A los que con desdén y por "debajo del hombro" miran, y si no hay más remedio, tratan, a todos esos que de manera poco católica sobreviven en el mundanal inframundo de la pobreza.

Principalmente por esa elucubración nunca les atrajo la idea de "comer" donde comen los de "abajo", comprar donde lo hacen los "abajo". Mercal les era una extensión de la verruga de Chávez prolongada hacia su esterilizada comunidad. Por esta razón buena parte del pollo que se vendía en el Mercal nunca lo compraron, quizás por la sencilla razón de temer que las hormonas de éste les pudiera hacer la mala jugada de aumentar de manera desproporcionada esos sospechosos, siempre conspirativos y peligrosos glóbulos rojos. Esta y otras motivaciones, de orden un tanto más inescrupulosa y de orden corrupto, originaron que nuestros pollos ideológicamente chavistas llegaran a los puestos de comida rápida de la "calle del hambre" (como comúnmente se le llama a este sector de San Miguel en la C2). Por las vueltas que suele dar el destino, irónicamente, y sin saberlo por supuesto, estos traviesos pollos terminaron llegando al exquisito, exigente pero igualmente ignorante e incautó paladar de los señores de la Clase Media de la Pastora.

No sé si a consecuencia de esto, que podría parecer cómico y hasta irreal, algunos funcionarios de este Mercal, con descaro evidente, comenzaron esconder y ha traficar criminalmente con el resto de los productos con mayor demanda. Ocasionando que los demás sectores de la parroquia, verdaderamente necesitados, e inclusive de la misma Pastora, les resultara prácticamente imposible comprar en dicho establecimiento.

El descontento iba y venia como venia e iban las responsables y muy bien fundamentadas denuncias que sobre estos hechos de corrupción ante las autoridades competentes. Nada pasaba, casi toda una parroquia marginada teniendo que conformarse con morderse los labios y tragar "pacito". Mientras tanto iban y venían de "la calle del hambre" los satisfechos e incautos comensales de la Clase Media de La Pastora.

Un buen día explotó la rabia y la impotencia contenida. Todos los empleados fueron transferidos, inclusive el más rabioso y lucrado de todos ellos, aunque a la gerente se le abrió lo que siempre se le abre a los que nunca encierran. Ahora todo por fin había cambiado, pero seguía peor.

A pesar de haber una Sala de Batalla Social, el Consejo Comunal, del sector de la Clase Media de La Pastora, bajo la anuencia de la nueva Gerente (que estudió con el alcalde de San Francisco, Omar Prieto, fue a Cuba y por eso es como es) viene haciendo "un punto y círculo" tan cuadrado que ahora, cuando por fin llega los alimentos, ellos, cuadrando todo, deciden quiénes compran y quienes no. Por supuesto todos los días que haya alimentos nada menos que cien bolsas son para los de la Clase Media de La Pastora (que por los efectos de la Guerra Económica y de la "calle del hambre" ahora han hecho una tregua o armisticio en sus hábitos alimenticios y su reputado "buen comer") y veinte bolsas para los demás Consejos Comunales que les respeten su cuadrado punto y círculo y, acepten, el que ellos son los ilustres responsables y jefes del Mercal tipo 1 de la Clase Media de La Pastora.
Todo esto en momentos que la polaridad política del país se haya peligrosamente convulsionada, estos recontrarrrrrrevolucionarios Chavistas (que por misterios de nuestra insólita revolución, también son UBCH) de esa manera supremamente sectaria y miserable pretenden mantener la cohesión de nuestra, no muy bien alimentada, militancia. De esa manera tan poco digna y revolucionaria, más equina que equitativa, es cómo se vienen preparando electoralmente para el hipotético referéndum que la Clase Media de La Pastora, desde el propio Mercal tipo 1 de la parroquia Cecilio Acosta, organiza y promociona.

P.D. Los demás Consejos Comunales de la parroquia Cecilio Acosta, los "pata negras" que por no vivir en tan exclusivo y de clase media sector, continúan hiendo y viniendo de la Coordinación de Mercal sin otro particular que conformarse con la misma respuesta de siempre, la Institución no tiene suficiente personal.


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Waldo Munizaga


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