Una de las máximas del Che, elevada casi que en Principio Revolucionario es que "no se puede construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo". No se equivocó el camarada Ernesto Guevara, pues si algo ha venido demostrando la experiencia histórica de los distintos procesos revolucionarios que ha sido testigo la humanidad es de lo certero que ha sido el Che en su sentencia. Pero, así como no es posible construir el Socialismo con capitalismo, mucho menos factible es hacer Revolución con contrarrevolucionarios, pues como dijera Fidel un primero de mayo del 2000, Revolución no es otra cosa sino "cambiar todo lo que debe ser cambiado" y, nada más obvio para alguien que se defina como revolucionario y pretenda hacer Revolución verdadera, que todo lo que haga para cambiar el sistema imperante tendrá en el contrarrevolucionario la correspondiente oposición a su pretensión de cambiar "todo lo que debe ser cambiado" para bien de la Humanidad. Por ello, el mismo Fidel en otro memorable discurso de otro primero de mayo pero de 1980, sentenciaba con firmeza que: "Quien no tenga genes revolucionarios, quien no tenga sangre revolucionaria, quien no tenga una mente que se adapte a la idea de una revolución, quien no tenga corazón que se adapte al esfuerzo y al heroísmo de una revolución, no lo queremos, no lo necesitamos". Y no es vanidad revolucionaria, para quien pudiera decir ahora que es prepotencia, es tan solo como dijera Fidel, sino "sentido del momento histórico", pues una Revolución, tan solo es posible hacerla como señalaba nuestro Comandante Chávez, a finales de un noviembre de 2011: "No se puede hacer revolución, mantenerla, sostenerla, consolidarla, sin un partido revolucionario, igual no se puede tener un partido revolucionario sin hombres ni mujeres revolucionarios, cómo se va a tener un partido revolucionario sin militantes revolucionarios, sin una militancia activa, crítica, autocrítica, comprometida, leal, disciplinada, sólida". La experiencia de las grandes revoluciones de nuestra historia, nos ha legado esa categoría principista de la que nuestra Revolución Bolivariana se había desprendido y menospreciándola, nos ha costado grandes pérdidas, no solo en daños materiales y en pérdidas de vidas humanas, como los hechos ocurridos en los años 2002 y 2003 con el golpe de Estado de abril de 2002 y el consiguiente paro-sabotaje petrolero, más recientemente, con la intentona golpista denominada mediáticamente como "la salida". Para nuestra fortuna, tuvo que venir esta nueva intentona golpista que utilizó nuestra Constitución y el mecanismo del referendo revocatorio, para que tomáramos conciencia del peligro que encarna la sociedad como un todo, cuando a uno de nuestros burócratas se le ocurre colocar en un alto cargo de dirección del Estado un contrarrevolucionario para dirigir nuestras instituciones al servicio de nuestro pueblo. Es menester admitirlo, el Partido de la Revolución y las fuerzas patrióticas aliadas, tomaron conciencia que la gestión de gobierno, no es coto exclusivo del Presidente de la República y su equipo de gestión de gobierno: ministros, viceministros, directores, subdirectores, otros y otras, sino que forman parte de esa gestión. Es gracias al partido o conjunción de partidos, que se fajaron ganándose las simpatías populares, que son gobierno. De allí que, quienes simpatizamos con las fuerzas revolucionarias debemos convertirnos en auditores permanentes, no solo de la gestión de gobierno sino incluso, de quienes forman parte de ella y ser garantías de que no se vuelva a infiltrar una quinta columna tan numerosa (cerca de 4 mil), como la detectada gracias a la gestión del referendo revocatorio, gestionado por las fuerzas del mal.
Un ejemplo palpable de lo antes señalado es, lo ocurrido en Cantv-Movilnet. Con la llegada de Jacqueline Farías, ingresa un equipo de reconocidos activistas de oposición, tan reconocidos eran, que de inmediato se activaron en las redes sociales nuestros camaradas revolucionarios, denunciando al equipo gerencial que acompañaría a Jacqueline en la gestión de nuestra principal empresa de telecomunicaciones. Muy poco, se le tomó en cuenta en el Alto Gobierno, a la campaña masiva que desde tuiter, señalaba a cada uno de los gerentes opositores que se posicionaba en la dirección de nuestras comunicaciones, nuestras empresas banderas, rescatadas precisamente de quienes en ese momento acompañaban a la compañera Farías. Los hechos, fueron demostrando cuán certero fueron el Che, Fidel, nuestro Comandante Chávez. El deterioro acelerado del servicio, evidenciaba una hoja de ruta ya conocida por el pueblo venezolano. ¡Privatización, gritaron algunos!, otros, incluso, denunciaron planes precisos como aquel de independizar a Cantv de Movilnet y venderlos por separado. El objetivo último: controlar Cantv y, con ello, la plataforma de transmisión del árbitro electoral: el CNE. Una primera muestra, tuvo que ver con la venta de los equipos de comunicaciones para el público, sus escandalosos precios al cuestionado dólar cucuteño, justificados sobre la base de que esa no era la misión de la empresa sino la venta de servicios de telecomunicaciones. No faltaron camaradas ingenuos como Mario Silva, que hasta defendieron esa tesis distraccionista. Esa parecía la prueba que faltaba para ir a fondo del asunto, pues apenas Jacqueline y su equipo gerencial derechista impuso sus precios de locura, creyeron que había llegado la hora de imponer una tesis que desde su tuiter, el gran privatizador de la cuarta Gustavo Roosen, había lanzado como anzuelo y línea maestra a sus pupilos, ahora ubicados en puestos claves gracias a la malevolencia de la Jacqueline Farías, "Repito la tecnología y las telecomunicaciones es para el que tiene dinero".
El pueblo llano, usted compañera, compañero trabajador, usted compañera, compañero pensionado del IVSS, usted compañera, compañero buhonero, no tienen cabida en ese mundo, llamado de las telecomunicaciones, eso es para la gente light, la gente con plata, esa es la visión elitesca de esa gente, por la que muchos patas en el suelo votaron el pasado 6D, creyendo que con ellos, vendría un cambio en las condiciones de vida que hoy les aquejan, muchas de las cuales, creadas e inducidas, por esos mismos que hoy, se les presentan cual si fueran el lobo bueno de la caperucita roja. Los hechos, al fin de cuentas, hablaron por sí mismo. Todo el deterioro agudizado del servicio de Movilnet e Internet-Cantv, tenía un objetivo para nada revolucionario: justificar el incremento dolarizado de las tarifas de los servicios que prestan las empresas de telecomunicaciones del país, la punta de lanza la llevaban las nuestras: Cantv y Movilnet. Lo escandaloso de las nuevas tarifas anunciadas, trajo el despertar nacional de nuestro pueblo que sintió, en carne propia, como ahora desde su propia empresa, se pretendía retirarle su derecho adquirido en Revolución, al libre acceso a las telecomunicaciones. Ya no eran solo nuestras empresas públicas, sino que las privadas: Movistar y Digitel, daban muestras de gratificación a Jacqueline y su equipo derechista, por haber logrado su ansiada dolarización de las tarifas de comunicaciones en el país, el ansiado deseo de Roosen.
Esta nueva batalla por sus conquistas adquiridas en Revolución, nuestro pueblo la libró desde las propias redes sociales y fue desde allí, que se derrotó a la oligarquía tele comunicacional y su pretensión de devolvernos a la cuarta república. Época en que acceder a una línea telefónica, era cuestión de poquísimos venezolanos o venezolanas, ni que decir, acceder a un celular y mucho menos a una cablera. Solo fue, con la llegada de la Revolución Bolivariana, que se democratizó el acceso a los servicios de telecomunicaciones en nuestra Patria. El pueblo, en esta oportunidad, se ganó su derecho a las telecomunicaciones, derrotando tal aspiración de la derecha enquistada en nuestras empresas de telecomunicaciones, aliadas a las transnacionales privadas de comunicaciones que operan en nuestro territorio. Desde el PSUV, se acompañó esa iniciativa y gracias a las gestiones opositoras por el referendo revocatorio, se pudo obtener que salieran de nuestras empresas de comunicaciones los factores oposicionistas que conspiraban desde dentro, faltando tan solo uno, el fundamental, el osado funcionario o funcionaria que los llevó allí para que destruyeran nuestra empresa: Jacqueline Farías. Quien, a nuestro criterio, también debiera presentar su renuncia o en caso contrario, ser destituida. La culpa no es del mono sino de quien le dio la hojilla.
Desde la llegada de Jacqueline, y su equipo de saboteadores, la central de Movilnet durante meses y meses, después de darnos el saludo de bienvenida, al entrarle nos respondía: que no podía atender nuestra solicitud por presentar problemas el sistema. Cohinta G., una vieja compatriota chavista como la que más, con sus más de 70 años a cuestas, por esa situación no pudo percatarse que su línea Movilnet debía ser recargada cada mes. De repente, su celular no recibió más llamadas de sus hijas e hijos, nietos o nietas, y comenzó a indagar, solo le respondían que debía esperar que se restableciera el sistema. Sus meses con sus días tuvo con ese asunto, hasta que por fin, con la salida de los saboteadores de la derecha de Movilnet se ha mejorado en algo el sistema, ahora le responden en tono altanero, los mal servidores públicos de nuestra empresa: que le cortaron la línea, porque no recargó por más de tres meses su celular y, tan sencillo como que perdió su línea y si desea recuperarla, debe cancelar la modesta suma de Bs 1.450,00. ¿Quién impone esas directrices en nuestra empresa de comunicaciones? Así maltratan a nuestro pueblo pobre, mientras que, en contraposición, como lo denunciara el camarada Diosdado en días pasados, en su programa de televisión: Con el Mazo Dando, según le reportara la patriota cooperante: "Cuenta todo", la gobernación dirigida por el oposicionista Henrique Capriles Radonski, mantiene una deuda con la Cantv por un monto de 4 millones 112 mil 115 bolívares con cero céntimos, y su cuenta está activa y operando como si nada. Mucho falta por limpiar en nuestras empresas de comunicaciones: Cantv y Movilnet, para que pueda germinar y pueda dar buenos frutos nuestra Revolución Bolivariana…