Lo más importante en el caso de los sobrinos no es el caso mismo, las malas hierbas crecen hasta en las mejores familias. Lo que preocupa es la defensa que del espectáculo hacen los voceros del gobierno.

La historia de la Humanidad presenta acontecimientos que sorprenden por el comportamiento cruel de las masas, el linchamiento de Jesús ilustra la afirmación. Más reciente encontramos los genocidios en América, el exterminio de indios, la esclavitud de los negros, el racismo que aún perdura, el holocausto judío. Sucesos aceptados por grande masas. 

La ciencia aún no explica con claridad cómo el hombre en masa se convierte en carnicero del hombre, cómo se justifican estos hechos terribles, cómo se instalaron en la psiquis colectiva, cómo se respaldó, cómo fue aceptado el crimen colectivo.

Hay estudios que indican que la realidad material se refleja en la psiquis, en la mente, y ésta se expresa en la palabra, en el lenguaje. De allí que los cambios en el lenguaje pueden predecir un proceso de instalación de la barbarie; estudiando el lenguaje se puede advertir la marcha de la sociedad, "primero fue el verbo". La barbarie conlleva cambios en el lenguaje. En estas circunstancias el lenguaje no refiere la cosa, a la realidad, sino que la enmascara, este parece ser el signo prematuro de la proximidad de la debacle.

Entre nosotros se produce este divorcio entre la realidad y la palabra. La palabra sirve ahora no para explicar sino para ocultar. El chavismo perdió la crítica, nunca se equivoca, los errores siempre son de otros, es como aquel niño que dice en la casa que "la maestra le tiene la vista puesta”. La "guerra económica" sirve de excusa para todo, el imperio es bueno hoy si se trata de explicar la injerencia de shannon, y malo mañana si se requiere justificar un descalabro en el riesgo país.

La situación al principio fue muy cómoda, “cambiando la palabra cambiaba la realidad”, negando justificaban, afirmando "todo estaba bien", "no hay crisis", "el dólar será pulverizado", "el abastecimiento se arregla este mes", todas frases para dormir tranquilos. 

Pero jugar con el lenguaje trae consecuencia, es reflejo de algo más profundo, y así, el fascismo se fue colando por las grietas de la apariencia, el verbo se fue haciendo realidad. Ahora el olperativo de protección del pueblo asesina todos los días a decenas de jóvenes sin dar cuentas a nadie, ni al Defensor del Pueblo, ni a la Fiscalía, a nadie, se justifican porque eran delincuentes. La masa acepta esto con naturalidad, la masacre ya es costumbre, está instalada en la psiquis colectiva, un cambio en las palabras los transforma en animales, "el picure , "el zancudo", "el grillo", "el conejo"… Los animales no tienen derechos humanos.

La situación adquiere niveles de alarma, de “alerta que camina el fascismo por la Revolución”, cuando en el parlamento se defiende el caso de los sobrinos con unos argumentos tan idos de la realidad; tan infantiles que aturden. Se habla de maniobra del imperio, cuando se acaba de ir shannon de Miraflores dejando indicaciones para el diálogo; se dice que no hay pruebas en el juicio y hasta se dice que fueron absueltos y dejados presos a la brava. Se insinúa, casi se afirma, que cayeron presos en combate contra el imperio.

Todo indica solidaridad automática, pero más peligroso aún, indica complicidad, castración de la inteligencia de la capa dirigente. Este silencio cómplice fue el que justificó, consintió, las masacres más crueles de la historia. Asusta que en el Chavismo ningún dirigente diga algo que desentone con esta estulticia colectiva.

El camino que andamos es muy peligroso, a la deformación de la función del lenguaje, a la pérdida de valor de la palabra, se une el silencio frente a todo, desde la olp hasta los sobrinos.  El futuro se presiente tenebroso…