Si yo me desempeñara como jefa nacional de CICPC o de un organismo de seguridad del Estado venezolano, definitivamente no procedería a tomarle una declaración jurada a los dueños de los bancos y a los que son sus altos funcionarios. Mucho menos a la junta Directiva de Fedecamaras.
No hay necesidad de perder el tiempo tratando de asegurarme cuánto trabajó la banca privada para la operación secuestro de los billetes de 100. Ya ellos con silencio y pidiendo prorrogas cantaron y muy bien. Fue toda una sinfonía.
No haría tampoco una gran investigación para asegurarme que instituciones del Estado Venezolano, por lo menos tocaron la bola para que los secuestradores de los billetes de 100 bolívares avanzaran una base más. Revisaría algunas cositas de rutinas, pero justificaría que un jefe de inteligencia del Estado vaya a trasnocharme para saber un poquito más de eso. Es una situación de lógica solamente. Aplicar un poquito de lógica Aristotélica y ya.
Aplicaría esa especie de silogismo Aristotélico que uno aprendió en el primer semestre en cualquiera carrera de las escuelas de la facultad de economía de la UCV. Para este caso de la banca pública y las instituciones que manejan el asunto financiero del Estado, me limitaría a replicar este especie de razonamiento deductivo: Toda hecho de corrupción, requiere de un apoyo público; el secuestro de los billetes de 100, es un hecho de corrupción, pues contó con el apoyo público.
¿No creen esto?
Bueno pensemos en qué se diferencia la estafa en CAVIDI y la fuga de capitales, que sobrepasó los más de 300 mil millones de dólares con el secuestro de billones de bolívares en billetes de 100 bolívares. Esa estafa fue una perfecta y estratégica alianza entre altos funcionarios "revolucionarios" con "empresarios" bachaqueros para producirle un daño al país. Eso fue un negocio "ganar-ganar". Ganaron los empresarios bachaqueros asociados en fedecamaras y ganaron los que fueron otorgando esos dólares.
En este asunto de los billetes de 100, aplica esta esa misma lógica Aristotélica. La Banca fue parte de la cabeza y es muy probable que desde el Estado se le prestó una logística a estos mafiosos. Los primeros no pudieron actuar sin los segundos. Los billetes no volaron y llegaron a Colombia y en esa cantidades.
Ya Fedecamaras "cantó". La MUD con su solicitud de prorrogas también cantó y no es necesario llevar a altos funcionarios públicos al Teresa Carreño para que me canten.
El secuestro de billetes de 100 es una nueva modalidad de estafa, que contó con apoyo directo de la banca y de altos funcionarios públicos que están en la "revolución" para resolver sus vidas.
Hay altos funcionarios "revolucionarios" que hacen el toque para que los corredores de la MUD avancen una base más.
@La_DagaRoja