La lucha contra la corrupción en la región ha resultado en el poder legitimador de las mafias que operan a partir de la toma del Estado, es triste afirmarlo, pero no hacerlo es caer en la irresponsabilidad de cubrir a quienes desde siempre se escudan en cortinas de humo para intentar desaparecer su propia historia de complicidad con lo mal hecho. El mal en si mismo se explica, es el mal, pero lo que realmente nos sorprende es la forma en la que dicho mal se las arregla para encubrirse ante la mirada estupefacta de una sociedad que en su mayoría sucumbe al soborno vil de sus perpetradores.
La política ha derivado en lo absurdo, un gran océano de maldad, sus principales actores se comportan de acuerdo al personaje que representen en esta tragicomedia, si están arriba, son sistémicos, conservadores, cuanto más reformadores convenientes al establishment. Mientras el poder solo se vislumbre desde los llanos, como se aprecian las imponentes montañas, son revolucionarios, extremistas y hasta anarquistas. Al fin y al cabo lo único que se persigue es el privilegio de gobernar para beneficio propio, movilización social vertical, cambiar el estatus, claro está con la escusa del bien común.
Y digo todo esto a propósito del nuevo circo de Odebrecht, una tormenta completamente dominada y controlada por las elites al mejor estilo de las ondas de alta frecuencia haarp. Cambian los ciclos políticos en la región y se necesitan con estos nuevos movimientos reorganizar las fichas. Un caso de corrupción que abarca tráfico de influencias, sobornos, sobre valoración de obras en detrimento del presupuesto de las naciones. Como siempre para beneficiar un determinado grupo de poder.
Yo me pregunto ¿Y no ocurrió de la misma forma con la privatización de las empresas del Estado Dominicano? Y que decir del infernal contrato con la minera canadiense Barrick Gold ¿Acaso no hubo sobornos para la aprobación del mismo? En este caso particular si paso algo insólito, la connivencia de los poderes facticos de la nación; empresarios altos, medios, partidos políticos, instituciones religiosas, sociedad civil, destacados comunicadores, etc. Me atrevo a decir que la mafia que hizo posible que Barrick Gold operara en el país es un elefante blanco en contraste con la hormiguita de la Odebrecht y su lava jato. Con el agravante que esta empresa no solo nos está robando nuestra riqueza a cambio de pagar la deuda externa, sino que nos está destruyendo la vida en toda sus manifestaciones. Y guardamos silencio.
Creeré en cualquier lucha contra la corrupción, cuando el tema bandera sea la monstruosa Barrick Gold, y no que esta sea un parcho mal pegado de otras banderas anticorrupción de dimensiones ínfimas en relación al Mal que encarna esta minera canadiense enquistada en nuestros suelos con su secuela devastadora a gran escala de ríos, producción agrícola, fauna y en seres humanos. Me pregunto: ¿Cuando crearan comisión para investigar el lava jato Barrick Gold?
Verán como Odebrecht pasara sin pena ni gloria, al igual que otros escándalos que ha tenido el país y los dominicanos solo despertaremos al más grave caso de corrupción de nuestra historia republicana, solo una vez miremos atónitos la destrucción causada y sin posibilidad de reparación , ocasionada por Barrick Gold.