Las promesas al parecer son para quedarse en promesas y la complicidad está ahí, es vulgar, cotidiana, crónica, permanente y no se esconde tras bambalinas ayer mientras conversaba un par de amigos en Valencia la de Venezuela me muestran un enlace que me impresiona y voy comprendiendo las razones simples por la cual el dichoso ferrocarril no arranca y no tiene para cuando terminar.
Hasta los rieles se venden como chatarra y son cosas que apenan y avergüenzan, indignan y molestan y sé que para el gobierno la indignación no es moneda de cambio y tampoco es moneda de uso y parece o les parece que debe estar tan devaluada como nuestro malogrado Bolívar.
Basta con buscar en cualquier portal de ventas y trueques y podemos ver como es la corrupción galopante y como colocan sus presuntos nombres y apellidos en un aviso con todo y fotos de los rieles de ferrocarril que están a la venta.
Si ahí están presentes 180 toneladas de acero en venta y nada que hacer, nada que ver, nada que comentar. A mí me asquea, me avergüenza que entre trago y trago, entre copa y copa, entre cadena nacional y conversatorio se diga y se hable del combate a la corrupción que esta tan presente que si escucho que es un empleado gubernamental sé que algo me dirá "mejor coloca las manos en alto" la vida y sus detalles aquí les dejo la imagen de captura de pantalla, la cual es muy fácil de buscar y encontrar.
La nación va perdiendo no solo parte de sus seres más talentosos, el gobierno va haciendo agua, será que la nación esta como las "vías del ferrocarril" que no arranca, que no llega, que no existe en los hechos, a esperar a que no pase nada, a esperar como en aquella vieja película CASABLANCA, a esperar, a esperar.
Estoy seguro que nada pasara, o que ganare un enemigo o enemigos en mi ciudad y es que al parecer la sociedad de cómplices se puso a la orden del día. Agua bajo los puentes, y la vida continua…
¿No se jurídicamente que nombre lleva esto, o donde consiguen 180 toneladas de rieles para venderlos al mejor postor?… La vida y las vergüenzas…
