Gobernadores adecos con la cabuya corta

“Vamos a demostrarle una vez más al imperio norteamericano y a la gente que le sirve, que nosotros somos soberanos y libres, y que vamos a seguir siéndolo. Pero para ello se requiere de mucha fuerza unitaria, conocimiento, moral, conciencia, entendimiento y acción conjunta de trabajo”.

Hugo Rafael Chávez Frías (Teatro Teresa Carreño 6 de febrero de 2006)

Luego de una jugada maestra del Presidente Nicolás Maduro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, electa el pasado 31 de julio por el pueblo venezolano y luego de la convocatoria a elecciones para gobernadores efectuada el pasado 15 de octubre, con un resultado favorable para el chavismo en 18 estados y 5 de la oposición, Venezuela se enfrenta a una nueva realidad política en el marco de la Revolución Bolivariana.

En un ambiente de paz el pueblo venezolano se expresó en la contienda número 22, para demostrarle al mundo su inquebrantable conducta democrática, a pesar de la reiterada cantaleta de la oposición - interna y externa - de que vivimos en una dictadura y de su desgastada consigna de “fraude”, repetida hasta el cansancio por los ventrílocuos y pájaros de mal agüero.

Muy mal le salieron los cálculos a la derecha extremista venezolana, aupada por los mayameros pititankis, el capo mayor Donald Trump y a los perritos falderos de Argentina, Brasil, Colombia y Perú, en su afán de obtener una ventaja para las apetencias hegemónicas del imperio.

Los resultados fueron un episodio fallido y sólo propiciaron la causa que faltaba para auspiciar la división de la MUD, la cual espera en los próximos días una sentencia como la “crónica de una muerte anunciada”.

Igualmente podríamos decir que los resultados del 15 de octubre tienen varias lecturas para el proceso revolucionario y además de la numérica, se observa un plano geopolítico, el cual pudo verse afectado con la media luna (Mérida, Táchira y Zulia) y los cabezas de playa como Anzoátegui y Nueva Esparta, en el oriente venezolano.

A pesar del triunfo de AD con sus gobernadores (hablan de su expulsión) Laidy Gómez, Táchira; Ramón Guevara de Mérida; Juan Barreto Sira de Anzoátegui; Alfredo Díaz de Nueva Esparta y el prófugo Juan Pablo Guanipa del estado Zulia, cada uno de ellos reviste características especiales.

En el caso de los adecos han roto paradigmas y a regañadientes (había que verles las caras en la tv ante la ANC) juraron ante Delcy Rodríguez respetar las leyes de la República Bolivariana de Venezuela y defender la soberanía. Por su parte, el único gobernador de Primero Justicia en el Zulia, está amotinado y consulta a Mayami, al Departamento de Estado y espera también las órdenes de Uribe para juramentarse.

No obstante, los resultados han sido una nueva experiencia para el proceso revolucionario y la acción del Presidente Maduro no se hizo esperar para blindar las gobernaciones que perdió el chavismo.

El aprendizaje de las derrotas pasadas en Lara con Henrry Falcón, Miranda con Henrique Capriles y Amazonas con Guaruya ha resultado una lección aprendida. La estrategia de los protectores ha resurgido de nuevo y ahora con los propios gobernadores del chavismo derrotados.

Es por eso que en el Zulia, el Presidente Maduro designó al mismísimo Francisco Arias Cárdenas como protector. En similar cargo quedaron en Anzoátegui Aristóbulo Isturíz y en Nueva Esparta Carlos Mata Figueroa.

Por su parte, el estado Táchira, donde la gobernadora Laidy Gómez arrojó sapos y culebras contra la ANC, tuvo que tragarse sus palabras y juramentarse ante la aguerrida presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente Delcy Rodríguez y tendrá que soportar, a su archirrival José Gregorio Vielma Mora como defensor de la Frontera, para frenar las arremetidas de los paramilitares colombianos bajo la asesoría de Uribe y Santos.

En realidad las elecciones de gobernadores que tuvieron su dura pelea en el estado Bolívar, donde el mercenario y eterno perdedor Andrés Velásquez enarbola la bandera del fraude y la impugnación, también tendrá que meterse sus insultos en el bolsillo de atrás.

Toda una mano peluda se esconde detrás de los resultados vistos en Venezuela y aunque los adecos se presenten como mansos corderitos en Miraflores y le fumen la pipa de la paz con Maduro, ya sabemos que no son gente de confiar.

Los protectores tendrán que corregir sus fallas en los estados donde fueron derrotados, porque seguirán detrás de las cortinas y supervisando los grandes proyectos; ya que no se les puede dar mucha cuerda a los adecos y menos tanto dinero, a quienes han aupado las guarimbas y el terrorismo en Venezuela.

Es por eso que el gobierno revolucionario, ni corto ni perezoso en manos del Presidente Obrero Nicolás Maduro, tendrá a los nuevos gobernadores bajo control, sobre todo ahora que quedan huérfanos hasta del propio partido de Ramos Allup, quien los maneja tras bambalinas. Tendrán la cabuya corta.

Por su parte para el estado Zulia, donde Guanipa consulta al Departamento de Estado y al Palacio de Nariño, se auguran tiempos difíciles y si en las próximas horas no pisa los pasillos de la ANC, saldrá como corcho de limonada y se perfilarán nuevas elecciones en la tierra de la Chinita.

Ahora los zulianos con la mente fresca, porque son impredecibles, deberán inspirarse en el pensamiento de Rafael Urdaneta y salvar el Lago de Maracaibo y a la frontera, de las manos de los paramilitares de Uribe Vélez y del Premio Nobel Juan Manuel Santos.


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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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