Con este escrito se llega al final del tema dedicado a los Colegios de Profesionales, en los cuales sus agremiados están obligados a inscribirse para poder en definitiva ser permisados para trabajar; cosa que a todas luces es anti democrático. Los Colegios de Profesionales tiene la potestad de abrir expedientes y juzgar a sus afiliados, eso a todas luces es inconstitucional. Los Colegios de Profesionales y la concesión de cobrar impuestos y no enterarlos al fisco nacional, a todas luces es inconstitucional. Los Colegios de Abogados tiene concesión para operar dentro de las edificaciones de las Notarías y Registros, eso no es del todo anormal, parece antipático y hasta contraproducente. La oficina de recaudación, de sus particulares impuestos que cobra el Colegio de Abogados, no colabora ni con medio para los gastos de mantenimiento, insumos, equipos y limpieza de las instalaciones que utiliza. etc., etc.
Esta fuera de toda lógica y legalidad que sean unos entes privados los que en forma terminante autoricen al profesional para que pueda trabajar en la especialidad escogida él, sin importar para nada la facultad que otorga las universidades nacionales en nombre de la República y por autoridad de la ley para que se desempeñe con toda propiedad en las labores pertinente a su especialidad.
Es de suponer que cuando se elaboraron las leyes para facultar a unos entes privados, Colegios de Profesionales, se haya nombrado una comisión integrada por duchos profesionales en cada una de las ramas del saber, Científico y Social, y que las personas miembros de la comisión buscaran obtener el mejor provecho para sus colegas, y claro está que tiene que haber salido mayormente favorecida la de los abogados, por también suponer que ellos son mayoría dentro del cuerpo legislativo nacional, expertos en cuestiones de negocios.
Tómese en cuenta que esas leyes fueron elaboradas bajo el sistema de gobierno puntofijista, y como es público, notorio y comunicacional esos fueron unos años en los cuales proliferó la corrupción, y la mayor prueba de que ésto fuera así, se basa en la frase que acuñó el ilustre abogado adeco, en gobierno presidido por un militante de su partido, Doctor Gonzalo Barrios. “En Venezuela se roba porque no hay razón para no hacerlo".
Por lo anteriormente expuesto, solicito que la actual Asamblea Nacional Constituyente, popular y revolucionaria, revise y adecente las leyes atinentes a este asunto, que seguro fueron hechas a la medida de la corrupción, por doquier anunciada y altamente practicada. Es todo.
