En el nuevo programa económico nacional que se está estableciendo a partir del 20 de agosto, se han presentado algunas interpretaciones sobre la intencionalidad y la materialización de las diferentes estrategias para apuntalar un crecimiento económico con la mirada puesta en lo social y sin el tutelaje de organismos financieros internacionales, tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional…
Una de las vertientes clave en la aplicación de un programa que busca la defensa del poder adquisitivo de las y los trabajadores es frenar, controlar y dominar a la ola especulativa que se ha enseñoreado, en el cual hay grandes bachaqueros, la agroindustria y el sector comercio, que han estado actuando de manera impune en una situación que se ha llamado como “la anarquía de precios” en nuestro aún modelo económico rentista…
La normativa vigente no ha paralizado a ésta hiper-inflación inducida, tenemos leyes sobre los precios justos y los precios acordados, pero no ha servido para controlar y atacar a la especulación y los que algunos han logrado calificar como “la locura de precios”, y los especuladores han tenido el poder suficiente para imponer los precios de venta al público…sin criterios racionales, sobre la relación entre costos y márgenes apropiados de ganancias…
El gobierno nacional tiene tiempo acusando a grupos económicos de estar alineados políticamente a la oposición venezolana y de haber dolarizado a toda la economía, menos los salarios y que utilizan como tasa marcadora para identificar sus costos de producción al ilegal y criminal dólar today…
El Estado y sectores económicos establecieron una nueva lista de precios, para 25 productos que forman parte de la llamada canasta básica alimentaria y cuando se revisan los precios que estaban antes del 20 de agosto y luego de esa fecha, lamentablemente observamos que el poder económico logró que les legalizaran sus precios especulativos y que el bachaquerismo siga gozando de buena salud…
Se dice que la suma de estos productos regulados, representaban aproximadamente 122 millones fuertes, con una altísima carga especulativa y que ahora pasan a costar Bs.S 1.117, y las expectativas de la gente era que en las negociaciones, el gobierno lograra acordar unos precios que estuvieran por lo menos a la mitad de lo que cobraban antes del 20 de agosto, es decir, unos Bs S 61, por los 25 productos…
Hay que destacar en un lugar muy importante, la significativa mejora en los ingresos mínimos que tendrán las y los trabajadores, a partir del 1 de septiembre, ya que pasará de Bs. 5.196.000, a Bs S 1.800, y eso representa un incremento de 35 veces los salarios!...
Por supuesto, que en medio de ésta guerra económica, ya se observa como han duplicado y hasta triplicado los precios entre el viernes 17 y el viernes 24 de agosto…y los precios se convierten en un elemento estratégicamente clave, para la búsqueda del crecimiento y prosperidad económica, y aparecen una serie de interrogantes, que la ciudadanía en general se pregunta: ¿El ingreso mínimo establecido será suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria? ¿Qué se puede comprar con lo que se gana? ¿Hasta cuando el empresariado inescrupuloso va a respetar los precios regulados?...
Hay quienes piensan que la guerra de precios por parte de los especuladores y bachaqueros, seguirá hasta lograr su gran objetivo político: desalojar al chavismo del Palacio de Miraflores…pero el Estado tiene que usar todo su poder político y el ordenamiento jurídico para proteger a las grandes mayorías de ésta criminal acción, de éstos sectores económicos poderosos y no seguir legalizándoles los precios especulativos que tanto daño le está haciendo a la población venezolana…
Actualmente ni hay precios justos…ni precios acordados…lo único que regularon, fueron los precios bachaqueados…