El Madurismo en su desespero, desarrolla campañas de amenazas a veces las cumplen y a veces sin nombre alguno o con supuestos hacen de la vida de cualquiera que se oponga a sus designios una especie de infierno. Muchos de quienes salen del país son personas amenazadas o vapuleadas, que fueron detenidas, secuestradas, torturadas por el gobierno de Venezuela.
A mi me llegan a veces "cositas a mi correo" pero en la coyuntura actual esta es interesante https://twitter.com/
Los pueblos saben quienes son sus verdugos y llega un momento en que se pierde el miedo, el terror, el escepticismo y vamos haciendo un mundo, uno junto al otro, lo cierto es que el 23 vamos a la calle y el 24 seguimos en la calle. Contra el terrorismo de Estado, el hambre, la corrupción, la miseria, el desempleo, los desaparecidos, los torturados, contra el peculado, contra la infamia militarista.
Los milicos desean apropiarse de una fiesta cívica, de una derrota a la que creímos que seria la última junta militar de nuestra patria. El 23 de enero es una fiesta que le hace homenaje a la rebeldía y no a la sumisión a la gallardía y no al pánico, a la libertad de expresión y no a la censura madurista, a la transparencia en los medios y no a la autocensura. Es una batalla por la abundancia y no por el hambre.
Vamos para no seguir callando a la calle, para salir del madurismo, salgamos a la calle. Las amenazas estan ahi y los COLECTIVOS son un apéndice de los órganos de seguridad del Estado, ya sabremos quiénes son, ya lo sabremos.
