Uno de los mitos urbanos más populares entre los contrarrevolucionarios, tanto de derecha como de izquierda, es que no existe ni ha existido gobierno más corrupto que el chavista ¡Mosca! No quiero ni siquiera sugerir que en estos años no ha habido ningún tipo de corrupción, por el contrario, pienso que lamentablemente existió y seguramente todavía hay y seguirá habiendo corrupción en este y en todos los gobiernos del mundo mientras la corporatocracia global corrupta y mafiosa que hoy mueve los destinos del planeta siga en el control. De lo que estoy seguro es que no es menor ni peor que en otros países ni de lo que fue en los gobiernos plutócratas de la cuarta república.
Entandamos que la corrupción es un mal intrínseco del sistema capitalista sobretodo en su encarnación neoliberal, un sistema que promueve y premia el egoísmo, el individualismo y la acumulación infinita del capital. Existe en los estados, los gobiernos y en todo el sistema financiero y corporativo mundial. Para que haya corruptos tiene que haber corruptores y ambos son culpables de lo mismo.
Sería muy largo y tedioso hacer un recuento de los innumerables casos de corrupción de los gobiernos adeco/copeyanos y la lista de la gran cantidad de eventos en la política internacional contemporánea sería interminable. Pero podemos hacer un breve repaso de algunos de los dictadores y políticos más consentidos por las elites occidentales.
Quizás muchos de ustedes no conocen a Najib Razac ex primer ministro de Malasia, involucrado y detenido por un renombrado caso de corrupción donde se perdieron miles de millones de dólares del pueblo malasio y que involucra a Goldman Sachs compañía que está siendo acusada por el gobierno de Malasia de haber colaborado con el robo. En este caso también resultó detenido el asesor de "relaciones publicas" (léase manipulador de noticias y fabricante de imagen) Paul Stadlen, quien a su vez ha estado relacionado con Paul Manafort el asesor de Campaña de Donald Trump recientemente condenado por fraude a 47 meses de prisión (y que por cierto fue enviado especial de Trump para negociar con el traidor y corrupto Lenin Moreno en el 2017 la vergonzosa entrega de Julián Assange ). Por supuesto Razac fue un consentido del gobierno norteamericano y la banca internacional.
Otros corruptos consentidos de las elites gringo europeas: Mobutu Seko, infame dictador africano, que tenía por costumbre depositar el dinero de las ayudas extranjeras y los dineros públicos del Zaire (hoy el Congo) en sus cuentas privadas en bancos Europeos.
Suharto, sangriento dictador de Indonesia, puesto en el poder por medio de un golpe militar auspiciado, que raro, por los Estados Unidos y que además de apropiarse del dinero público y mantener durante décadas una de las dictaduras más corruptas de la historia masacró a más de un millón de personas acusadas de simpatizar con las ideas comunistas.
Ferdinand Marcos (filipinas), otro famoso dictador apoyado por las elites mafiosas occidentales que además de un inmenso prontuario de terribles violaciones a los derechos humanos de su pueblo, tiene un record en el rally de la corrupción simbolizado por los 2700 pares de zapatos de su esposa Imelda y sus famosas compras suntuosas en las tiendas más lujosas de Europa y los estados unidos.
Otro infame dictador, El general Pinochet quien llego al poder por medio de un golpe organizado y financiado por la C.I.A. famoso por las torturas, asesinatos , desapariciones y otras barbaridades, que (al igual que los otros dictadores de centro y sud América) desató sobre su pueblo siempre bajo las órdenes del departamento de estado gringo. Pinochet fue detenido en el 2005 acusado de corrupción al descubrírsele cuentas millonarias en bancos gringos y europeos
Podríamos seguir y seguir hablando de corrupción, de diferentes tipos en todos lados y en todos los niveles. El pentágono no permite que se auditen sus libros debido a que les es imposible justificar billones de dólares de los contribuyentes norteamericanos que están desaparecidos. El asqueroso robo de los derechos al petróleo y al gas de las aguas territoriales de la pequeña isla de Timor del este, cometido por el gobierno australiano en complicidad con los gobiernos de Portugal (ex potencia colonial que tenía bajo su control a la isla y que hoy trata de apoderarse ilegalmente de más de mil millones de dólares del pueblo venezolano) e Indonesia, amparados por supuesto por el Reino Unido y (cuando no) el gobierno gringo. El primer ministro australiano, para que sepan, creó campos de concentración para inmigrantes refugiados, campos donde las condiciones son tan macabras que la gente se suicida y los niños son maltratados y violados.
Agreguemos al sultán de Brunei, experto en apropiarse del dinero de su pueblo y que tiene la costumbre de mandar a apedrear a los homosexuales. Muy cerca, los reinos de la Arabia Saudita financian al terrorismo internacional, decapitan a sus oponentes y son capases de descuartizar periodistas en sus embajadas, los fulanos Sheiks árabes no conocen la diferencia entre sus cuentas privadas y las cuentas públicas y mantienen una relación casi carnal con las más que corruptas elites occidentales, sobre todo con las de Washington.
El ultra corrupto misógino Bill Clinton, su desquiciada mujer y sus compinches se apoderaron a través organizaciones no gubernamentales corruptas de la mayor parte del dinero de ayuda humanitaria que los gobiernos del mundo y otras instituciones enviaron para la sufrida isla de Haití. Algo parecido pasa con los millones de dólares entregados a la oposición para "ayudar" al pueblo venezolano y con lo recaudado en el conciertico de la frontera (dinero que terminó gastándose alegremente en farras, drogas y prostitutas) todo el dinero de las supuestas ayudas y los miles de millones robados por el gobierno gringo y sus cómplices europeos al pueblo venezolano terminan en cuentas privadas en los bancos gringos y europeos. Parte de este dinero está siendo usado para financiar, entrenar y dotar de armamento a un ejército de mercenarios con el fin de invadir y desmembrar a Venezuela.
Ni hablar del dinero y el oro de los libios hurtado descaradamente por los bancos europeos, ni del saqueo continuo de sus recursos naturales llevado a cabo por las transnacionales occidentales después de destruir al país con una guerra ilegal. Y que tal la oscura trama de corrupción del HSBC, un banco creado por el imperio británico (cuyo actual gobierno intenta hoy en día robar el oro de todos los venezolanos) durante la infames guerra del opio. Este banco lavó durante la crisis del 2008 más de mil millones de dólares del narcotráfico y otros crímenes para inyectarlos en el moribundo sistema financiero occidental. El banco fue castigado con una ínfima multa, ninguno de sus c.e.o fue puesto preso, al igual que casi ninguno de los antes nombrados dictadores corruptos que en su mayoría murieron de viejos y en libertad disfrutando de parte de lo robado, digo parte porque una buena porción, como sucede siempre, se queda en las manos de la banca corrupta y sus mafias financieras, como sucedió en ese 2008 con todo el dinero de ese gran fraude, donde los fondos de los contribuyentes norteamericanos fueron transferidos descaradamente hacia las bóvedas de la banca privada.
Podríamos seguir y seguir pero esto se pondría muy largo…
Algunos se preguntaran ¿pero es que acaso no hay corrupción en China? Pues sin duda la hay, pero en la república popular de China el castigo por corrupción es la pena de muerte que podría ser conmutada a cadena perpetua si el acusado confiesa públicamente su crimen y devuelve los reales.
Sería ingenuo y hasta un poco infantil, pensar que en un país con las riquezas que tiene Venezuela y con un gobierno que intenta una repartición más justa de estas, se podría acabar de un día para otro con la corrupción. Sobre todo cuando la revolución se ha visto forzada a trabajar desde las estructuras de un estado liberal burgués diseñado para ser corrupto, bajo ataques y amenazas constantes y cuando sabemos bien que las elites capitalistas neoliberales si no te compran, te destruyen o simplemente te matan. Pero algo es seguro los ataques contra nuestro país no tienen nada que ver con la supuesta "terrible" corrupción chavista y si tiene mucho que ver con la corrupta intención de las elites plutocráticas gringas y sus cómplices locales de robarse nuestro dinero y recursos naturales.
Corruptos son tanto el funcionario que se apropia del heraldo público como el banquero o el empresario que se presta para lavar e invertir esos fondos, tan corrupto es el funcionario que martilla como el ciudadano que se deja martillar. Corrupto es el comerciante especulador, corrupto es el empresario que desvía sus productos y en vez de llevarlos a los anaqueles se los entrega a contrabandistas y bachaqueros, quienes a su vez son viva representación de la corrupción.
Corruptos son los empresarios que evaden impuestos al igual que los mal llamados gestores. Corrupto el Macri, con sus marramuncias, sus cuentas en paraísos fiscales (nidos de corrupción) y que entregó a la Argentina a un fondo monetario internacional corrupto dirigido por una corrupta implicada en un caso de corrupción cuando era ministra de economía del corrupto y guerrerista Sarkozy. Corruptos y presos con pruebas y evidencias, el usurpador Temer y "el perrito en la alfombra" Kusinsky y ultra corrupto Uribe, el capo de las narco oligarquías colombianas que manda a envenenar a los testigos en su contra antes de que puedan declarar. Corruptos los políticos que reciben sobornos y más corruptas aun las corporaciones transnacionales que los pagan y que además financian paramilitares que asesinan campesinos y líderes sociales para robarles sus tierras y poder cometer el acto de corrupción más grave de todos, la constante y profunda campaña de destrucción de la madre naturaleza solo para seguir obteniendo más y más ganancias.
Mientras exista el estado burgués liberal y mientras sigamos las reglas del juego capitalista neoliberal implantado a sangre y fuego por las mafiosas elites occidentales, existirá la corrupción.
Lo que podemos hacer es disminuirla con verdadera organización y participación popular, con instituciones que combatan la impunidad, con un estado que promueva y aplique leyes que castiguen fuertemente la corrupción a todo nivel.
Pero sobretodo, la debemos combatir con el seguimiento constante de todos los proyectos emprendidos por el estado y con una fuerte y efectiva contraloría social apoyada por una fiscalía publica, una contraloría y unos tribunales de justicia que junto al pueblo organizado combatan este flagelo con tenacidad y honestidad.