Expropiar las funerarias abusadoras

Los altos precios de los servicios funerarios, obliga al gobierno nacional a revisar este sector empresarial, que desafortunadamente en buena parte olvidaron su importancia de carácter social. Hay unas que con una manipulación sicológica intentan más que prestar el servicio, vender la marca cayendo en el abuso de los costos en un momento tan doloroso para los familiares de los difuntos.

En Barcelona funciona una con dueño de mentalidad burguesa como si se tratase de Bodegón, olvida por completo que el salario en Venezuela no es en dólar, creyendo que pagar por una cremación 300 dólares es una oferta. Este señor es a la vez una especie de pulpo empresarial con sucursales hasta en los Estados Unidos. La astucia como se maneja abusa tanto del bolsillo de los ciudadanos como de la capacidad y buena fe de los gobernantes, indudablemente se sabe manejar. Por un lado creó una fundación por la defensa de los difuntos, dirigida por un profesor jubilado que responde a sus intereses, quien no pierde oportunidad de criticar el funcionamiento del Cementerio Municipal, denunciando el robo de tumbas, la construcción de unas sobre otras, ritos satánicos con los huesos. Por otro lado el propietario de la mencionada funeraria colabora con la remodelación de la capilla interna de ese mismo cementerio, para que nadie suponga que él es el autor intelectual de esa guerra contra el cementerio de Barcelona con la idea de promover indirectamente el servicio de su cementerio privado. Claro, ante el desastre del servicio público, la gente se empeña para llevar al eterno descanso al familiar a su costoso cementerio de lujo.

Este señor maneja varios frentes, se hizo nombrar presidente honorario de una emisora comunitaria, en donde semanalmente tiene un espacio matutino con un periodista a quien aparte de las cuñas, se la pasa resolviéndole problemas personales, de tal manera que la promoción es directa para él y la funeraria, promoción que dramatiza con una voz de cura rezando, aconsejando tal sicólogo suma cumlaude. Una mañana un oyente llamó diciendo que dejara de filosofar y se dedicara ayudar en los sectores populares, el empresario contestó algo molesto invitándolo a su oficina para demostrarle con documentos la cantidad de colaboraciones realizadas.

No menciono el nombre porque sería colaborar en esa promoción, pues también anda en la búsqueda de la candidatura a alcalde, lo que intentó una vez sin pasar de la precampaña ya que rebotó en las primeras de cambio. En ese sentido no deja cabo suelto, está moviendo sus tentáculos en la cámara de comercio de Barcelona para sacar al actual presidente, colocándose él o su persona de confianza a quien le montó una empresa textil. Con las altas ganancias obtenidas darle una manito a la capilla municipal de Barcelona, prácticamente es nada, si quiere demostrar su espíritu dadivoso, debería regalarle a la comunidad la mitad de las 54 hectáreas que tiene en Barcelona para que la alcaldía construya un nuevo cementerio municipal. Evitando eso, le busca la vuelta al alcalde porque sabe la existencia de la posible expropiación de esos terrenos, porque hasta en eso fue abusivo.



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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