"Este mecanismo de concertación también contrarrestará la campaña de miedo y mentiras que impulsa la extrema derecha para evitar la transformación del estado burgués, mediante la adopción de métodos de autogobierno del poder popular" (subrayado nuestro). Nicolás Maduro
Señor presidente, la verdad es que, visto así, es como para amedrentar un poco a esa extrema derecha que lo acompaña a gobernar. Sin embargo, ¿No será la Ley de Ciudades Comunales una plataforma jurídica sobre lo que "desde afuera" [1] de la estructura urbana, el poder económico y el poder político, conforman la lucha de clases por el espacio? Yo no como cuentos de camino, y digo con León Felipe [2] que ya sé todos los cuentos. Porque el modelo socialista estatista es un socialismo sin libertad y todo intento por instaurarlo reproduce la estructura urbana, el poder económico y el poder político que conforma el espacio institucional del estado burgués.
Para seguir respondiéndome a sí mismo y de paso no dejarme asediar por eso de la campaña que impulsa la extrema derecha madurista (lo cual no es poca cosa), voy a permitirme anotar algunas dudas al respecto o poner en tela de juicio lo que se supone que son la base de todo razonamiento organizado, a través de algunas otras preguntas directas: ¿No pretenderán una ruptura con los valores, instituciones, relaciones de poder y las raíces más profunda de la sociedad capitalista? En caso de ser cierto, (yo lo dudo) el madurismo que se ven a sí mismos como mayoría, conformaron ese cambote con el respaldo del poder insepulto del parlamentarismo burgués [3] de la Asamblea Nacional ¿No les parece sospechoso? En realidad, el madurismo no oculta el sesgo ideológico que los vincula a los valores e instituciones del estado burgués. A todos les gusta el calzado, la ropa, el whisky, los celulares de última generación, los vehículos y, sobre todo, la buena vida allá en el territorio mismo del imperialismo yanqui.
Me pregunto también: ¿Esa Ley de Ciudades Comunales constituiría una propuesta para la ocupación de los espacios institucionales del estado burgués por parte del poder popular? Trato de utilizar la capacidad de pensar no para dilucidar las verdades aparentes, sino las verdades profundas. Y, por otro lado, así de sencillo, mientras siguen destruyendo a Venezuela, me pregunto: ¿Serán mecanismos de concertación sobre la interpretación de los fenómenos urbanos? Porque, sin excepción, han sometida a nuestras ciudades a los avatares de gobernadores charlatanes y alcaldes de mirada corta que sonríen complacidos frente a una especie de avaricia e ignorancia durante más de veinte años.
Entonces, habría que responder, que si el espacio urbano y el territorial es un bien social por preservar y no la lucha del capital por su localización, tolerándose que la ciudad se deteriore, que se extienda artificialmente y se trastoquen los criterios de prioridades de las acciones a realizarse en ella, por lo cual las mismas dejan de ser reflejo de sus necesidades reales.
Por cierto, la planificación del "espacio urbano" [4], en el que creemos, nos permitiría desmitificar el espacio social. Pues, no son las soluciones técnicas las que resolverán el problema del espacio construido, sino la decisión política del uso del excedente de producción social: no es un problema técnico, sino un problema inmerso en la lucha de clases por el espacio y por lo tanto político.
NOTAS
[1] El diseño del espacio urbano que planteamos, pretende adquirir la cualidad de operación científica, ajena a las diferenciaciones que le determina el poder económico-político-ideológico y ajustarlo a las necesidades reales de una convivencia social y de una vivencia individual para una vida plena. Sobre esto, intentamos pensar "desde afuera", en una práctica teórica indispensable para la construcción de la nueva sociedad y, al mismo tiempo, "desde adentro" para forjar una práctica política con la subjetividad propia de la identificación con los intereses de las multitudes sin-espacio.
[2] León Felipe (Felipe Camino Galicia de la Rosa) (2017). Poema: Sé todos los cuentos.
[3] Lenin, Vladimir Llich. El Estado y la Revolución (1974:56). "Decir una vez cada tantos años qué miembros de las clases dominantes han de reprimir y aplastar al pueblo a través del parlamento; tal es la verdadera esencia del parlamentarismo burgués". Este carácter fraudulento, engañoso, de toda elección y todo parlamento no quita que el Poder Popular deba ingeniarse para dar pasos de avance revolucionario en determinados procesos electorales, ni tampoco que deba intentar utilizarlo con fines revolucionarios.
[4] Iglesias Chaves, Héctor (1986:32). Ciudad, Arquitectura y Política. Maracaibo, (Venezuela): Universidad del Zulia. Definió al espacio urbano como "[…] el espacio de reproducción y de intercambio. Reproducción en el sentido de organización de la materia-energía, mediante una formulación creativa, que da como resultado un ente no natural, así sea éste un nuevo producto material o una formalización institucional, o artística, o festiva y reproducción también en el común sentido de reproducción de la energía humana y la especie humana".
Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡