El ministro de petróleo T. Aissami informó al país a inicios de la presente semana, sobre un "supuesto" nuevo acto terrorista [https://noticialdia.com/2021/03/el-aissami-denuncia-ataque-contra-planta-pigap-ii-de-pdvsa-estremecio-monagas/], está vez en el entorno del poblado El Tejero, estado Monagas.
Como de costumbre, medios internacionales replicaron una esencia que a la postre resultó igualmente falsa. Un ministro que apenas semanas atrás hablaba de atraer inversionistas para elevar producción, lejos de crear zozobra debería estar más bien obligado a la discreción, la cautela y la prudencia, dado que está de por medio la subsistencia del propio gobierno al que pertenece. Está de por medio el buen nombre de la nación, la estabilidad de su economía y sobretodo la paz social.
Difícil comprender que quien además de ministro de petróleo, funge o fungió como vicepresidente del área económica, no tiene ningún problema con ahuyentar cualquier interés de potenciales inversionistas en nuestra patria, en momentos en los que más los necesita. Pareciera que el interés no fuese atraer, sino espantar.
Quien va a invertir en un país que cada 2 o 3 meses, una figura cercana a quien ocupa Miraflores, saca de la manga sin tapujo un atentado terrorista. Para que interés trabaja realmente este ministro?
Da la impresión que el ministro de petróleo pareciera más bien pretender transferir a Venezuela, un problema común del extremismo islámico que ocurre a diario en Siria, Líbano y Palestina, para alterar la siquis del Venezolano y la integridad de la nación.
El ministro llama terrorismo a un acto derivado como consecuencia del desconocimiento, ineptitud, desinversión, abandono y hoy también de saqueo [https://twitter.com/einsteinmillan/status/1360568240464924676?s=11] que es ya usual en nuestra PDVSA. Pero esta no ha sido la primera vez que el "comodín" de "acto terrorista" aparece en la boca de T. Aissami. No es la primera vez que se aventura a tildar de acto terrorista a priori y sin haber agotado la debida investigación y auditoria técnica;
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Mayo’2017: https://www.el-carabobeno.com/aissami-venezuela-no-oposicion-sino-una-contrarrevolucion/
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Diciembre’2020: https://globovision.com/article/capturados-terroristas-con-poderosos-explosivos-que-pretendian-atentar-contra-la-refineria-el-palito1
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Marzo’2021: https://www.radiofeyalegrianoticias.com/el-aissami-denuncio-ataque-terrorista-a-plan-de-gas-en-monagas/
Recién en Octubre’2020 Aissami alertaba falsamente sobre un ataque con misil en las instalaciones de Amuay, que no solo nunca pudo demostrar, sino que las mismas pruebas presentadas por el desmentían [https://www.aporrea.org/energia/a297012.html].
PIGAP-TEJERO:
El caso de PIGAP-Tejero es un caso típico de abandono y mal praxis. La declaración apresurada y nerviosa del ministro de petróleo, fue usual de alguien que no tiene idea de la industria petrolera. Pero para su infortunio, no es fácil ocultar la realidad en una empresa petrolera del tamaño de PDVSA, a pesar del cerco informativo que le tienen desde 2016.
PIGAP ha estado subutilizada desde que se radicaliza la escasez de gas en Venezuela en el entorno de 2014, viéndose obligados a descontinuar criminalmente los proyectos de inyección de gas, destruyendo acceso a crudo premium, que luego se vieron obligados a importar. Para diciembre 2017 la relación gas petróleo de producción en norte de Monagas superaba 11.000 pie cúbicos por cada barril producido (PCN/BN), cuando debería ubicarse por debajo de 3.000 PCN/BN para dichos activos de crudo, destruyendo en consecuencia los yacimientos.
La planta tiene una presión de diseño de 9.000 psi y capacidad para manejar un volumen pico de 1.400 MMPCD. Su objetivo era soportar proyectos de recobro mejorado en Santa Bárbara inicialmente. Para entonces la producción de Norte de Monagas llegó a superar 1.200.000 BPD. Hoy ese activo apenas produce unos 120.000 @ 160.000 BPD.
El incidente ocurre en el gasoducto de 36", precisamente a nivel de las válvulas ubicadas aguas arriba de PIGAP II. Dado que no existen procesos de inyección de gas para recobro mejorado sino básicamente para levantamiento artificial, la planta se encontraba prácticamente despresurizada, de allí que la onda expansiva producto de dicha explosión, no causó decesos, ni daños mayores.
La producción afectada no fue importante dado que Norte de Monagas permanece como ya expresamos; en desinfle. Los procesos aguas abajo tampoco, dado que la refinería de PLC literalmente no funciona y Jose apenas utiliza un reducido volumen para ciertos procesos y uso doméstico. Solo alguna pequeña producción proveniente de Quiriquire podría haber estado temporalmente afectada.
Un ataque "terrorista" como el que pretendía soportar Aissami, contra un gasoducto de 36", presurizado a 9.000 psi, con una tasa volumétrica de >1.000 millones de pie cúbicos día (MMPCD), hubiese desatado una onda expansiva de tal magnitud, que hubiese volado las instalaciones cercanas de PIGAP por completo y sus efectos se hubiesen replicado en oleoductos paralelos y poblaciones a varias decenas de kilómetros a la redonda originando múltiples fatalidades y desgracia.
Las explosiones que involucran gas a alta presión/volumen son consideradas de "elevado orden" y bruscas. Inducen reacciones exotérmicas, con ondas expansivas supersónicas (shock wave) de plasma altamente comprimido y elevada temperatura. Solo 1/3 de la energía es normalmente liberada durante la detonación, mientras que el restante 66.6%, es el portador y causante del mayor potencial de daño. Eso no lo sabe Aissami, ni sus allegados.
Como referencia, el caso de un gasoducto de 30" en California, operando a presión menor a 400 psi y 47.6 MMPCD de volumen activo, originó una severa catástrofe [https://en.wikipedia.org/wiki/San_Bruno_pipeline_explosion] varias cuadras a la redonda, con perdidas de vida y propiedades destruidas.
Pero los mismos habitantes del sector del Tejero donde ocurre el incidente dan fe del abandono y las constantes fugas de gas que allí a diario ocurren [https://twitter.com/lnoguerav/status/1373657274791628801?s=11]. Fallas que Aissami y Asdrúbal no han sabido atender, como tantas otras que a diario destruyen nuestro medio ambiente, nuestra industria petrolera y nuestro país.
El ministro y el presidente de PDVSA no están aptos para ejercer el cargo y deben ser desincorporados cuando antes. Intentan justificar el descuido, la indolencia, la ineptitud y la corrupción que invaden nuestra industria petrolera con actos de iluso terrorismo, que lejos de propiciar una atmosfera atractiva para los capitales, los aleja, destruye el buen nombre de Venezuela y demuele valor a nuestra PDVSA.
Quizá buscan devaluarla aun más para que los capitales ocultos en la espuria e inconsulta ley antibloqueo puedan acceder a nuestros activos a precio de remate. Quizá también buscan justificar desde ya el fracaso inminente de la descabellada propuesta de los 1.508.000 BPD ofrecidos para finales de 2021.
Lo cierto es que aparte de los pocos nombres ya conocidos desde antes, no existen hasta el momento grandes operadoras, ni grandes capitales interesados en participar en esa "supuesta apertura" de nuestra industria, tal que redunde en cambios sustanciales de corto plazo.
Esa seguirá siendo la situación mientras permanezcan reinando la perturbación interna y las sanciones en Venezuela. PDVSA no experimentará un aumento importante de producción-sostenida durante 2021 y el país seguirá no muy lejos del curso actual.
Con una pésima directiva, un galopante nivel de gasto, pérdidas masivas y deterioro acelerado de sus activos, PDVSA no tendrá futuro y el gobierno tendrá que apelar al oro, la devaluación y el engaño, mientras el ciudadano seguirá sufriendo las consecuencias.