Invasión desde dentro…

Los gringos no han podido contra el Presidente Maduro. En cambio, infiltrados en el PSUV, se lo han hecho peor.

  1. Es una vieja estrategia de los imperios, minar la moral de sus enemigos, comprarlos, envilecerlos con el poder y con el dinero y convertirlos en minúsculos caballitos de Troya que van haciendo su vil trabajo de zapa, el de ir amargando al pueblo, desilusionándolo, asqueándolo de la política y del gobierno. Inmensos males que acaban siendo tan catastróficos o peores que el de una invasión con mariners. A estos caballitos de Troya (de cocos vacíos pero muy audaces), los gringos saben muy bien acicalarlos, cómo inflarles el ego, decirles que son "geniales con sus talentos", que deben venderse caro, y que además por su carisma pueden llegar a hacerse INTOCABLES. Muchos llegan a ser INTOCABLES durante varios lustros, logrando verdaderas "hazañas" como en sus tiempos lo logró Fouché. Fouchecitos, pues.

  2. A veces las naves (con sus caravanas), en las que se mueven estos canallas (INTOCABLES), la nube de sus pajes y de jalabolas, los jets en los que se desplazan y por lo que pagan millones a empresas privadas (para sus "trabajos" infames); los hoteles para esas amantes que les llueven como arroz, las francachelas y orgías, los regalos y obsequios, los negocios oscuros y miserables, todo eso, sépase, es MADE IN USA. Yo cuando veo a estos tipos, engreídos con sus cargos y sus viles apetencias personales, junto con las voraces agallas que les dominan, veo en toda su tétrica dimensión a un mariner de los que fueron a Irak o a Afganistán. Por Dios santo que así los veo. Lo terrible es que uno podría buscarse un arma para enfrentarse a los gringos si se atrevieran a hollar el suelo patrio, y hacerlo con toda la pasión del alma y sin que nos quede nada por dentro matarlos, pero ante un enano de estos, qué puede hacer uno sino callar y meterse su orgullo en el ortillo.

  3. Pues bien, el corrupto Hugbel Roa, lo dije en su momento (está en algunos de mis artículos difundidos en varios portales), era de lo más obsceno y descarado en sus desmedidos actos de engreído ladrón, y muchos en su entorno lo veían tal cual, pero a la vez, repito, por haber llegado al nivel de "INTOCABLE", como el susodicho rey aquel, en cueros, pero en su trono de lo más bonito y mejor vestido... Iba a toda vela en una odisea incontrolable de triunfos y victorias bien ególatras. Él sabía moverse, él sabía infundir grandeza a su imagen de "diputado embraguetado y apoyado", muy felicitado, de lo cual, por ser EMINENTEMENTE UN DIENTE ROTO, EMBRAGUETADO, se creía destinado a llegar bien lejos. ¡Y lo estaba logrando con creces! Todo lo grande que había hecho en su vida había sido tirarle un micrófonazo en plena AN a un miserable opositor. Del eructo de Acosta Carles al microfonazo de Hugbel Roa no hay ni siquiera medio paso. Tuvieron su momento estelar estos dos actos, pero había que darles su verdadero lugar en estos eventos circunstanciales, y no se los dimos y acabamos pagándolo bien caro, encumbrándolos desmedidamente sin tener mérito moral alguno. De la mayor inopia cerebral como diputado, don Hugbel pasó a ser ministro de Educación Superior. De allí, ¡INSÓLITO!, se encarama a dirigir, en medio de una espantosa guerra económica, la incipiente estructura de una criptomoneda para Venezuela. ¡De cuándo acá este embrionario cerebro de la lucha popular sabía de criptomonedas! No importa, su porte lo decía todo. Pues, nada, él con su jeta lo podía todo, con su inmenso, apabullante y aturdidor silencio, por lo que entonces logra abrirse paso, ligero, entre sus pares. Se montan granjas para MINAR bajo su dirección, ¡el acabose!, y él mina todo lo que encuentra a su paso. A la vez, es como un cometa que pasa y desaparece, porque su DIENTE ROTO se va afilando con el roce voraz de una lengua que no sirve sino para eso, para crecerse viperinamente a lo interno, y… AHORA MINAR. Pasamos temporadas sin verlo, cosa que nos alegraba mucho a nosotros, a los pobres diablos, indefensos, ¡coño, que para más tortura lo vemos todo con una claridad cegadora!, los NADIES, los que le conocemos a él (y a otros), insisto, a sus peligrosas andanzas, al detalle como el rey más desnudo de cuantos hemos conocido, por más perchas que se tire encima, pero que nuestro brazo no puede alcanzarlo y cogerlo por el cuello... Pero hasta en medio del pánico, poco después, lo vemos rebotar, resurgir, asomar su brillante testa, ahí, volviendo por sus fueros, y esta vez en ascendente estrella, convertido en orondo representante del pueblo, como diputado a la Asamblea Nacional. ¡Qué más quieren!

  4. Estoy frente al televisor mirando los recorridos por el país que hace el Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello. Siempre trato de no perderme su Mazo. Pero también, lo estoy siguiendo en sus giras multitudinarias por el país para que las bases del partido asuman sus nuevas responsabilidades. Mi intuición raramente me falla, y yo, que le he hecho seguimiento a don Hugbel desde 2002, le digo a mi esposa: "-Mira esto, carajo, ponle atención, lo están investigando. Esto es bien raro. Puede ser que ahora sí caiga…". Me considero un experto viendo todo lo que está por detrás de las imágenes de la pantalla, sé meterme hasta en los más tétricos recovecos del alma de aquellos a los que les pongo la lupa. Sé concentrarme muy bien en los detalles, y le digo a mi esposa que es el propio Diosdado quien lo está investigando, atrayéndolo a sus redes, a don Hugbel, quien, AHORA SÍ, está cayendo como un conejito, repito. Lleva otra vestimenta, más causal, más propia para darse un baño con los mugrientos del pueblo. Pero allí está y lo vuelvo a ver en toda su impoluta anonidez. Lo llevaba en sus giras, y hasta se sentaba a su lado durante las ruedas de prensa, y lo hacía para luego, con sus compatriotas cooperantes, investigarle hasta el hueso de sus desmanes y de sus delirios de genio INTOCABLE. Don Hugbel estaba en salsa desde octubre del año pasado, y algo de eso él barruntaba, y por eso como gran camaleón, maquinaba, le urgía ubicarse bien sin saber que lo tenían en el… güiro. No imaginaba, insisto, que ya le tenían tendida una celada. Todo eso lo vi fulgurante y fugazmente en la pantalla de mi televisor: "-Lo tienen cogido por los huevos", ¡y no me equivoqué!

  5. Y tenemos que preguntarnos una y mil veces, todos los camaradas, cómo fue, que en siendo elevado a ministro, no se percataran nuestros más avezados revolucionarios que el tal Hugbel Roa, en encaramándose en su ministerio, comenzó a aplicar el más fiero nepotismo: casi todo el personal de confianza que tenía bajo su mando era de su familia, su mamá, sus tíos, sobrinos, primos, etc. Que utilizó al personal y equipos del ministerio para construirse una mansión en Caracas (investíguese, carajo). Que junto con una banda de Sunacrip, estuvo al frente del programa de creación de Granjas de Minerías digital, para captar ingresos para las instituciones universitarias, a través de criptomonedas. ¡Qué fue de eso! Ni una locha vio ninguna institución universitaria. Fueron en este sentido millones de dólares que este enjundioso sultán manejó en equipos, incluyendo máquinas para minar, computadoras y demás insumos necesarios para la construcción de dichas Granjas. ¿Hoy quién sabe de ellas? ¿Llegaron realmente a las instituciones? ¿Cómo fueron las negociaciones para importar esos equipos? ¿Cuánto fue el monto (o el mono) administrado por don Hugbel? ¿Hubo licitación? Bien sabido es, cómo además hacía alarde de ser un super don Juan, sobre todo a juzgar por las portentosas beldades, nada recatadas, que de vez en cuando paseaba como un gallito por los pasillos del ministerio, una de ellas, su amante y estudiante del Instituto Santiago Mariño de la ciudad de Mérida, a la cual le pagaba su estancia en un lujoso hotel de Caracas. Y finalmente (habrá muchos otros "finalmente"), intentó utilizar la estructura de los Fundacite (investíguese) para desviar altas sumas de dinero a su favor, a través de amigazos y del personal del referido Ministerio de Educación Superior. No eran bagatelas ni ningunas frioleras de poca monta las cosas que hizo este señor, quien a la vez quería hacerse pasar por un gran revolucionario. De estos tipos estamos realmente asqueados en este país, ¡CARAJO!

  6. Decía Bolívar, que la peor de las invasiones, enemigas de la estabilidad republicana, no vienen de un imperio vil y colonizador, sino de nuestro propio bando, el que dice buscar la liberación de nuestro pueblo. Bueno, aclaremos que en el fondo vienen a ser la misma cosa. El primer gran traidor de nuestra historia fue el marqués de Casa León, quién se asoció con Monteverde para darle una artera puñalada a Miranda. Luego sería Francisco Fernández Vignoni el gran traidor contra Bolívar en Puerto Cabello (1812). Después Bolívar se encontraría a Vignoni en Boyacá (1819) y lo fusilaría en el acto. El general José María Córdova también traicionaría a Bolívar, pero la más terrible de todas las traiciones al Libertador fueron las de los generales: La Mar, Santander y Páez. Y estas traiciones condujeron a la desintegración de Colombia, y al hundimiento fatal de gran parte de la América del Sur. Es decir, no fueron los realistas quienes nos llevaron a la más horrenda y caótica desmoralización, sino las guerras internas civiles, protagonizadas por nuestros propios compatriotas que en el fondo quería imitar en todo a los godos.

  7. El pueblo no se explica, cómo a estas alturas de la revolución, los corruptos siguen pululando más que nunca en el Poder Judicial, en el sistema financiero público, en bancos, en PDVSA, en todos los ministerios, gobernaciones y Alcaldías. Cientos de gerentes de PDVSA han huido al exterior llenos de billetes, vueltos multimillonarios de la noche a la mañana, pero entonces vienen y los sustituyen otros, pero éstos a la vez, a los pocos meses, cogen las de Villa Diego con las botijas llenas, como ratas, hacia Estados Unidos o Europa o andan enconchados cogiendo para luego saltar el charco. Nada ama más Estados Unidos en este mundo, que ver a un poderoso ladrón que llegue a Miami, podrido en plata porque nos ha desfalcado.

  8. Pues bien, vencimos las guarimbas que estallaron desde 2014. Vencimos "La Salida" del asesino Leopoldo López. Derrotamos en regla a la Guerra Económica en su peor momento. Le dimos palo cochinero a los continuados intentos golpistas dirigidos primero por Uribe y después por Porky. Cayeron invasores gringos, los que manejaron un dron para matar al Presidente y no han podido con nosotros ni podrán todas las sanciones y los bloqueos de Obama y Trump. Destrozamos al Grupo de Lima y a la OEA del puppet de Almagro. Pero a la final, acabaron dándonos en la madre, poniéndonos a parir en las mayores estrecheces, las traiciones de Rafael Ramírez, Luisa Ortega Díaz, montones de ministros, diputados, gobernadores y alcaldes endebles, cobardes y felones. Así es la cosa, en esta hora cuando más necesitamos de revolucionarios determinados a vencer, revolucionarios bien formados, cultos, conscientes de su papel en esta hora. No sé por qué a veces siento cierta preocupación ante ciertos chamos nuevecitos y elocuentes, que hablan maravillas, pero que aún no se han partido los brazos, formándose allá en los infiernos, donde el pueblo se cuece en apuros y en las estrecheces más horribles. Debo también reconocer que algunos de estos jóvenes revolucionarios me conmueven y me llenan de orgullo por haber ellos calado hondo en nuestros valores y en los saberes de nuestra historia patria, algo totalmente desconocido en Venezuela.

  9. Porque si a los nuevos dirigentes se les dijera que van a ocupar cargos de dirección política o administrativa, quemándose el pecho sin recibir ningún otro reconocimiento y pago que el agradecimiento del pueblo por lo que hacen por él, les aseguro que casi todos esos cargos quedarían desiertos. Pero muchos, una notable porción de ellos, saben lo que pueden extraer de esos cargos: prebendas, beneficios personales, reconocimientos a sus egos envilecidos, poder, derrapes, hembras, pavonearse en lujosos carros, viajes,… y de allí al vértigo del desmadre total… Bolívar sólo le ofrecía a sus soldados dolores, esfuerzos y penas indecibles, horrores sin término y la propia muerte… todo a cambio de la libertad y la gloria eterna por haber servido a la patria.

  10. Claro, nos acabamos volviendo botarates, nos acostumbramos a chupar duro de la teta del Estado, y a muchos se les metió en la cabeza que, en logrando hacerse con un puesto de dirección política, esto también implicaba el de ganarse una lotería, el de la satisfacción de sus anhelos materiales y sensuales. Y fue así como se formó la de Dios es Cristo: robos a mansalva por doquier; especiosos derroches, dispendios a millón, pérdidas catastróficas en el erario público, lujos y deudas descomunales e impagables en la administración de la hacienda nacional: carros de lujo, viajes por el mundo, cobros en divisas para todo, hoteles cinco estrellas, costosos restaurantes, nubes de guardaespaldas, en fin, la locura total.

  11. Desde ENSARTAOS, hace cuatro años, denunciamos dantescos estropicios que hacía el ministro Hugbel Roa, construyéndose con materiales del Ministerio de Educación una gran Mansión en Caracas. Pero esto era apenas algo minúsculo en relación con otros robos que estaba haciendo. Pero mientras más robaba más lo premiaban y esto lo veía yo profundamente desconsolado. Yo escribí un artículo denunciándolo, y el colega Cécil Gerardo Pérez, repicó con varias notas, ratificando lo que yo denunciaba. Inexplicablemente nadie nos paró, y lo último que vi paralizado y estremecido, sabiendo lo horriblemente ladrón que es el tal Hugbel Roa, fue cuando se le pegó a Diosdado, cogiendo pantalla a millón para acudir a los eventos en las celebraciones de las nuevas direcciones de cargos populares y de base del PSUV. Es que nadie ve o sabía de la catadura inmoral, contrarrevolucionaria, de este tipo cuando miles de venezolanos las conocían al dedillo.

  12. Finalmente, me solidarizo y felicito al Presidente Maduro por esta valiente y terrible batalla que está dando contra la corrupción, que todos los de abajo se la agradecemos. Debo también hacer un reconocimiento al gran trabajo que le ha tocado a Diosdado, tratando de remover toda la estructura del partido para hacerlo más comprometido con el pueblo. Quiera Dios que a partir de aquí se enrumbe mucho mejor la lucha por nuestra soberanía, y por la consolidación definitiva de nuestra revolución. El pueblo anhela un cambio profundo en la actual dirección y lucha contra el criminal y bestial imperialismo euro-gringo.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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