Encuentro una primera respuesta presidencial satisfactoria a la preocupación expresada en el artículo anterior, esta opinión es de rechazo a las tramas insustanciales que sueltan algunas y algunos ante las detenciones ordenadas por el Ejecutivo Nacional, obedeciendo a investigaciones a presuntos corruptos, develadas dentro del aparato económico, judicial y político del país. En encendida declaración, el caraqueño Maduro Moros le alborota el avispero a los corruptos y a los corruptores, con preguntas realmente claves.
¿Cuánto cuesta parir los recursos para la educación pública, gratuita y de calidad de nuestros niños, niñas y juventud?, ¿cuánto cuesta parir los recursos para invertirlos en la recuperación y desarrollo del nuevo sistema de salud público, gratuito y universal para nuestro pueblo?, ¿cuánto esfuerzo, cuánto sudor, cuánto trabajo, cuánto sacrificio para cumplirle a nuestros trabajadores, sus aguinaldos, vacaciones, salarios, sus bonos permanentes? Interrogantes del Jefe del Estado hechas para conocimiento de quienes habitamos esta hermosa nación.
Las reacciones en la calle de quienes quieren ver a Venezuela realmente libre de sinverguenzas sin importar como piensen o a que instancia pertenezcan: política, social, intelectual, obrera, profesional, funcionariado nacional o regional, formando parte como empleados de empresas privadas o trabajadores emprendedores por cuenta propia, la Venezuela honesta que es mayoría determinante se da cuenta dónde están los factores de sinceridad y en qué andan saboteadores buenos para nada, despreciables debido a las pestilentes opiniones que emiten y se ríen en actitud similar al perro “Pulgoso” en las comiquitas.
La situación del país no le es ajena al Jefe del Estado, sin embargo los espacios noticiosos minimizan, manipulan u ocultan apreciaciones presidenciasles, desinformación hecha campaña electoral a tiempo o a destiempo, por medios de comunicación amigos desde hace años de la inestabilidad, comprometidos en su momento y luego disimulócratas, derrotados por Chávez y Maduro, medios que siguen perdiendo credibilidad, periódicos, emisoras radiales y la otrora poderosa influencia televisiva.
No le es ajena al Presidente la situación difícil por la que hemos pasado y seguimos transitando, por eso el ciudadano Maduro Moros no solo asegura que los recursos del pueblo son sagrados, especialmente en medio de la guerra económica y las sanciones en contra de la nación, enfrentando persecuciones económicas y bloqueo, nos han aplicado más de 900 medidas coercitivas unilaterales, ¿cuánto cuesta producir cada dólar para invertirlo en nuestro pueblo, para que vengan grupos enquistados, corruptos y mafiosos, a hacer uso de esos recursos que son del pueblo? Otra interrogante que hace el primer magistrado y conductor de la nación.
Estimo que por eso crece la mayoría del país comprometido con quien le venga en gana o simplemente ni ni, votantes indecisos, abstencionistas empedernidos, o los que esperanzados o desesperanzados en momentos de consulta con su yo interno, ante un ser superior como quiera que lo conciba, el voto es secreto y somos maduros para no caer en provocaciones discursivas ni discusiones estériles.
Vivimos un gran momento en la historia política de la nación, es más que interesante imprescindible escuchar a los integrantes de la Asamblea Nacional en sus diversas posiciones políticas y dejar a un lado el odio inútil, ello beneficiará nuestra salud mental y estabilidad familiar, escuchar con atención y sin caer en aquella campaña contra-política, sabiendo que los aspectos políticos lo rigen todo en cualquier parte del mundo y sirven para desnudar la verdadera esencia honesta de cada quien.
Deseche de una vez por todas el disimulo ocasional, aléjese de los corruptos o mala mañosos, no crea en aquello de esperar una oportunidad para que “no me des, ponme donde hay”, frase infeliz que integra el legado nefasto del comportamiento enseñado en materia política por parricidas del ¿cuánto hay p´a eso?, acostumbrados a practicarlo entre militantes o simpatizantes de las toldas blanca, verde, roja o de cualquier color. Parecerse hoy no es lógico ni honesto de quienes afirman su patriotismo que incluso juraron lealtad y traicionaron al proceso basado en el pensamiento del Padre de la Patria, ignaros de lo que fue SIMÓN BOLÍVAR Y SU LUCHA A MUERTE CONTRA LA CORRUPCIÓN.
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