La corrupción y la lógica del capital

 

La corrupción no es una categoría inamovible, al contrario, muta en relación al sistema social y al momento histórico. No es lo mismo la corrupción en el sistema esclavista que la corrupción en el sistema feudal. Tampoco es igual este concepto en un país ocupado por un ejército enemigo que en un país en santa paz.

En el capitalismo, el concepto "corrupción" se refiere al enriquecimiento violando las leyes capitalistas, violando la lógica del capital: El capital acepta como ético la captura (el robo) del trabajo ajeno, de la riqueza social por unos cuantos empresarios, todo dentro de las leyes del capitalismo que tienen por finalidad proteger al sistema y controlar la voracidad del propio capitalismo. Por ejemplo, si un alcalde se roba una parte de los impuestos eso es corrupción. Pero si un obrero tiene veinte años trabajando ocho horas diarias, y el patrón le paga sólo el equivalente a dos horas, eso es aceptado, no es ilegal, lo contemplan las leyes capitalistas, y lo acepta la cultura capitalista. Si a un empresario se le ocurre imponer la jornada de trabajo en 20 horas, 7 días por semana, es penado porque pone en peligro de extinción a la clase explotada.

Entonces, en el capitalismo existen dos formas de corrupción: una, la corrupción propia del sistema, es lenta, consuetudinaria, es la apropiación del trabajo y riqueza social por parte de una mínima fracción, por los capitalistas. Esta corrupción es masiva, arrebata al trabajador su derecho a una vida plena, le impide desplegar todas sus potencialidades, la sociedad está estructurada para el enriquecimiento de esa pequeña fracción. Esta es una corrupción que pone en peligro la existencia de la vida planetaria, nada para ella está por encima del lucro inmediato, ni siquiera la vida futura, arrasa con el medio ambiente.

Este corrupto tiene la psiquis del rico de cuna, ya el crimen detrás de la fortuna familiar se olvidó, se lo llevó el viento del tiempo, tiene alcurnia, es un corrupto aceptado por las leyes, por la lógica y por la cultura, es un corrupto paradigma, se presenta como fruto del trabajo, engaña a muchos que aceptan, por ejemplo, que detrás de la fortuna de mendoza o de zuluaga no hay un crimen.

La otra corrupción es la rápida, el corrupto se salta las leyes del capitalismo, se atraganta de ambición; se enriquece en corto tiempo, sin mesura. Es propia de funcionarios públicos, es aparatosa, suntuosa, burda, la psiquis de este corrupto es despilfarradora, ostentosa, generalmente es un resentido social, confunde el tener con el ser; si no posee, si no atesora, se siente débil, mientras más roba más fuerte. "Es tan pobre que sólo tiene dinero", lingotes de oro en una maleta, y en la cabeza…

Por supuesto, el sistema capitalista, los gobiernos capitalistas persiguen a la corrupción rápida, allí dan clases de honestidad, de pureza moral. A la otra corrupción, a la estructural, ni con el pétalo de una rosa, esa es protegida. La masa, muchos intelectuales tontos se engolosinan con la persecución a la corrupción rápida, esa da material para el chisme, para saciar las bajas pasiones, es parte del circo que distrae de la corrupción mayor.

¡CHÁVEZ, CONTRA LA LÓGICA DEL CAPITAL!

 



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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