El golpe de timón hacia la privatización de lo social y del país. ¿Quién sabe lo que es el “socialismo en lo territorial”? , ¡que lo explique! Maduro no lo va hacer. El caso es que vuelve “el jefe” a hacer demagogia con el socialismo. Maduro no es Chávez. Maduro no es socialista, el madurismo es oportunista, como El Aissami, como Delcy, como Jorge... Chávez dio un golpe de timón para enderezar el rumbo de la revolución socialista, torcido por traidores furtivos, torcido a cada rato por sus ministros más indiferentes. Maduro no es Chávez, fue el más oculto de todos sus enemigos, y sigue siendo un aprovechado invisible, escondido siempre detrás del socialismo, eternamente prometido y jamás realizado.
Después de 10 años Maduro convoca un congreso de un extraño bloque histórico clasificado por edades y con niveles de privilegios. Después de 10 años habla de un sistema comunal socialista (nadie sabe qué es eso y cómo funciona dentro de una economía privatizada y capitalista) ¿Por qué hablar de socialismo ahora? Hablar de socialismo no es socialismo. Cuando se habla tanto, más de lo que se hace, lo importante sería decir la verdad, y la verdad es que lo hecho hasta hoy por el madurismo no es socialismo, han sido actos políticos francamente anti populares y anti obreros; sus políticas económicas y “asistencialistas” han marcado, han acentuado la desigualdad social.
Venezuela votó contra Maduro y su desgobierno, NO votó por Edmundo. Perdieron frente al rechazo. María Corina Machado es la candidata derrotada de la farándula mayamera y de la vetusta oposición antichavista y anticomunista de siempre, muy similar a la “gusanera” cubana. Por otra parte, Edmundo González es un perfecto desconocido para la gente común, a pesar de los chismes de Diosdado de su supuesto prontuario, desconocido por todo el mundo. Es claro que la gente votó en las elecciones pasadas en contra de Maduro y su gobierno.
Los jóvenes presos acusados de terroristas tienen que ser obligados a culparse porque si no la idea del rechazo popular se confirma a los ojos de todos. La arremetida policial en contra de los barrios confirma el rechazo popular a los resultados de Amoroso. De haber habido una alternativa de ganadora distinta a Mariacorina, si hubiera competido Chávez, su programa y sus ideas, contra Maduro y contra el plan del FMI de mariacorina, gana Chávez y no el desconocido de Edmundo González, menos María Corina y sus recetas neoliberales y entreguistas. El legado de Chávez sigue vivo, el pueblo, que lo apoyó hasta su asesinato, ha sido amedrentado y chantajeado, pero no es tan estúpido como creen los maduristas y mariacorinos. Y eso lo saben.
Por eso decimos que entre los dos grupos de oportunistas que se pelean ahora por el poder en Venezuela, se cuaja una solución fascista para poder contener la cualquier reacción popular en contra de las recetas entreguistas, privatizadoras, que buscan endeudarse para que nosotros paguemos con nuestro pellejo, que sacrifican la economía de los trabajadores, su salud física y mental, su bienestar por la de los grandes propietarios, haciéndoles “crecer” sus ganancias, sus fortunas.
La mayoría de los “desclasados” de la clasemedia aspirante – la base política de mariacorina –, son un estorbo para cualquier cambio, una peste para cualquier revolución; volubles, manipulables, cobardes, que solo reaccionan de forma gregaria, son el alimento del espíritu delator del fascista. Hay una masa clasemedia pitiyanqui, pero hay otra porción de esa misma masa que apuesta al madurismo, que se arriesga con el madurismo, consciente de que en cualquier momento debe (y seguro, puede) saltar la talanquera electoral y apoyar al candidato de turno de la derecha pitiyanki. En esta pelea de caimanes, a cada rato vamos a ver un nuevo detenido, emboscado por el “caiga quien caiga”... hasta que caiga el último renegado, el de más arriba y se acabe la payasada.
Pero la base política del chavismo es real, es clasista, en momentos críticos. En circunstancias extremas, como en el desengaño de los resultados electorales, aparece, brota con indignación, vuelve a pensar, a razonar, tal y como lo aprendió hacer con Chávez. No valen chantajes, el descontento acumulado, la cólera que explotaron los candidatos en estas elecciones, en cualquier momento se les devuelve.
Hay algo sustancial que el pueblo hereda, y siempre aparece como un carácter atávico social; irracional, quizás, pero auténtico. En Venezuela ese atavismo, esa herencia, es el norte de nuestro destino como pueblo: ¡tierra y hombres libres!, ¡patria socialista o muerte!, dijo Chávez, ¡independencia y patria socialista!, reclamamos los chavistas auténticos. Otro Chávez volverá, otro Bolívar, han mancillado demasiado nuestra dignidad, se han burlado con descaro de nuestra impotencia material y física para reaccionar, para luchar. Es el momento de la Junta restauradora de la patria socialista.
SOPLAN VIENTOS TEMPESTUOSOS, SE ACERCA EL MEDIODÍA DE LA CONCIENCIA,
¡CHÁVEZ VIVE!
