En días recientes me ha venido a la mente esta interrogante; pareciera que en este estado no existe ningún organismo capaz de asumir la responsabilidad de supervisar la ola especulativa del comercio yaracuyano. Como ejemplo tenemos esta perlita, el kilogramo de lomito de res lo expenden las carnicerías en la bicoca de 25 mil bolívares, el kilogramo de costilla a 9800 bolívares; la punta trasera en 22 mil. Es horroroso realmente la voracidad de unos comerciantes y más horroroso aún es que nadie, absolutamente nadie sea capaz de ejercer la defensa de los derechos del pueblo. INDECU, organismo encargado de regular esta situación pareciera que no existe; la burocracia, inoperancia e ineficacia pulula en este estado. La gobernación tiene un programa llamado “la ruta alimentaria” y existen los mercal pero lógicamente estos programas no cubren la totalidad del consumo y la población se ve obligada a pagar estos exorbitantes precios en este rubro tan importante para la dieta del venezolano.
Ahora bien, no solo se trata de la inoperancia de organismos como INDECU, el problema arropa a otros sectores que pareciera no importarle el asunto y la indiferencia es total. La contraloría social no existe, los Consejos Comunales no toman medidas sobre este tipo de situaciones, la contraloría social brilla por su ausencia, en fin en Yaracuy no existe presencia real del gobierno, cada quien hace lo que le da la gana.
No es nuestra intención generar un debate y crear una confrontación, sin embargo, considero que todo quien se sienta revolucionario debe hacer algo en función de corregir estas anomalías. INDECU nacional debe actuar, Camarada Samuel Ruth, tome cartas en el asunto, supervise a su personal que tiene responsabilidades en las regiones, no permita el saboteo; este mismo mensaje va dirigido al gobernador del estado, Carlos Giménez, el asunto de la seguridad alimentaria no solo consiste en montar unos mercados cada fin de semana, usted es el gobernador de este estado, coordine el buen funcionamiento de los organismos nacionales en la región y denuncie a quien no cumpla con su función. Si usted es líder de la revolución en este estado, no se justifica que en algo tan sensible como los alimentos, esto este sucediendo en su estado y usted no haga nada, agarre el toro por los cachos. No le pare a quienes solo se dedican a buscar la forma de perjudicar su gobierno, usted tiene programas buenos e interesantes, a sido uno de los pocos gobernadores que ha sacado recursos de su presupuesto para otorgárselos a los Consejos Comunales y eso es plausible pero que esos Consejos Comunales aunque sea cumplan una función contralora y desarrollen operativos en función de ayudar a controlar el precio de expendio de los productos de la cesta alimentaria.
No podemos justificar este tipo de comportamientos; esta lenidad de algunos funcionarios públicos es inconcebible. Esta es una crítica constructiva, usted como buen revolucionario debe entenderla así, igualmente sucede con Samuel Ruth. Comencemos desde ya a construir la sociedad socialista que propugnamos, iniciemos por estas cosas pequeñas pero que tienen una gran repercusión en todo este estado. Pareciera ser que uno de los comerciantes yaracuyanos no se caen a cuentos a la hora de pagar el kilo de carne de primera a 9 mil bolívares y ellos venderlo a 25 mil, algo así como una ganancia de 140%.
Este es un llamado para todos los camaradas yaracuyanos. Estemos atentos a todo esto, con la comida del pueblo no se juega y los revolucionarios tenemos que estar muy atentos sobre este particular y no asumir la actitud de un “famoso” edil yaracuyano que ante una insistencia de un vecino para que hiciera algo con respecto a un indigente que se encontraba en un acto político para la conformación del PSUV, dicho indigente estaba tirado en medio de la plaza y se le inquirió a dicho concejal “revolucionario” porque buscara una alternativa para ayudar a aquel pobre hombre y éste con cara de circunstancia respondió “este borracho no es de mi competencia, el pertenece al municipio vecino”.
Amigo Carlos Giménez, soy uno de los que cree en su condición de revolucionario y le reconoce que fue capaz de dar el paso a pesar de innumerables presiones, este muy atento a estas cosas que el pueblo y la revolución se lo agradecerá.
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