No es fácil construir revolución cuando muchos de los que deben inspirar al pueblo, lo que logran cada día es que éste se desanime y entre en un estado de apatía y de contrarrevolución militante.
¿Cómo decir que se está en un proceso revolucionario, cuando vemos que muchos de los que la conducen, en vez de impulsarla lo que hacen es retrocederla, estancarla e inclusive pareciera que la implosionaran?. A mucha gente no le gusta que se hable de esta manera, porque dicen que si lo haces estás en contra del proceso revolucionario, son los mismos que vinieron, a repetir lo que hacía Acción Democrática y COPEI, pero ahora vestidos de rojo. Hablan de socialismo, de una forma que tiende a confundir, asignándole a este modelo, contenidos propios del capitalismo. Son individuos que parecieran desconocer de qué están hablando, pero que están claros de qué es lo que quieren. Y como su vida gira en función de la acumulación de capital y el usufructo del estado, lo que hacen es vender gato por liebre. Fijándole al concepto de socialismo, contenidos que lo contraponen.
Cuando definen al socialismo del siglo XXI, están definiendo de la forma más burda e intencionada al sistema capitalista, porque allí es donde se han formado y porque de revolucionarios no tienen nada, solo el remoquete. Revolución en ningún diccionario por más burgués que sea, se define como la continuación de algo, ni siquiera en el diccionario de la Real Academia. Revolución, al contrario de lo que ellos practican y venden de una forma charlatana, es un cambio radical y profundo, son movimientos sociales que llegan a los tuétanos de las sociedades y paren al final del proceso de fuerzas confrontadas y transformaciones, un nuevo estado radicalmente diferente al existente. Y las formas que éste presenta, son calzadas de acuerdo a las características que imprima la sociedad y la vanguardia que la impulse. ¿Qué pueden parir estos señores, cuando lo que hacen es simplemente reproducir las porquerías del pasado?, ¿Pueden considerarse vanguardia de algo?, por supuesto que no, son simples infiltrados que todavía permanecen, que están conscientes de no estar en consonancia con lo que se quiere y que en algún momento se quitan la careta, como ya comienzan a hacerlo algunos en nuestro estado.
Este barco tan inmenso llamado Venezuela, viene siendo movido casi por un solo motor; Hugo Rafael Chávez Frías. A muchos otros, no les importa dónde termine atracando esta embarcación. A pesar de que diariamente muchos “revolucionarios” usufructúan la palabra socialismo, en cada uno de sus discursos, sus acciones inmorales reflejan otras intensiones y su verdadera orientación ideológica, simplemente como decía el Che; llevan la revolución en la boca para vivir de ella y no en el corazón para morir por ella, que es como debería ser. Hay mucha gente con costumbres del pasado, que no ven que estamos en plena revolución, y dicen que ahora les toca llenarse a ellos, esta revolución no es para redimir al pueblo, sino para llenar sus bolsillos. Para ellos esto no es un proceso de tranformacion, simplemente les llegó la hora de llenarse. Muchos de los conductores de nuestra revolución tienen estos pensamientos. Y por ellos, es que pareciera que estamos estancados, porque la oposición no tiene fuerza en este país para hacer nada, la oposición, la contrarrevolución está a lo interno, muy bien atrincherada, con discursos incendiarios, con chalecos, gorras, camisas, pantalones medias y zapatos rojos, con caletres de los clásicos del socialismo, con eslogan que confunden hasta los verdaderos revolucionarios, pero que cuando vemos su práctica, ésta guarda mucha distancia con sus palabras, tienen comportamientos tan delincuenciales como los adecos y los copeyanos. Hay quienes se atreven a decir que van a aprovechar antes de que el gobierno caiga, ¡tremenda confianza!, no creen en lo que están haciendo, no son de los nuestros, no son vanguardia y mucho menos son revolucionarios, el verdadero revolucionario, debe pensar que es ético ser el primero en caer en caso de que la contrarrevolución sea más fuerte que nosotros, estos se muestran ambiguos, vacilantes, a pesar de que el gobierno bolivariano tiene un 70% de apoyo popular y va en ascenso. ¿Qué revolución pueden construir estos bandidos, cuando en los momentos de mayor fortaleza de la revolución están dispuestos a capitular, por no compartir lo que se viene haciendo?. Lo lastimoso es que muchos de ellos, están en lugares estratégicos de la revolución. Como en algún momento estuvieron: Miquelena, Rosendo, Ramón Martínez y muchos otros.
Esto no debe llevarnos a debilitarnos, ni mucho menos a resignarnos, esto es un proceso que va decantando, que se va limpiando. La vanguardia, no necesariamente es la que esta dirigiendo, posiblemente está en las comunidades, en las universidades o en otros sitios, solo hay que esperar que lleguen los momentos, pero manteniendo los principios, la moral y el objetivo primordial, que no es otro, que el alcance de la justicia social en nuestro país.
PEDRO.G.FIGUEROAGMAIL.COM